Capítulo diecinueve

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—Ya no estás molesto conmigo, ¿cierto? —pregunté de manera instantánea teniendo como respuesta el vacío del silencio.

Me encontraba con Luke en mi habitación escuchando una de sus bandas favoritas. De hecho, se excusó con que sólo vino a eso: a escuchar su banda favorita y no porque realmente quería venir a la hora planeada.

Ashton había decidido irse después de la llegada de Luke, excusándose con que no quería que Luke pasara un mal rato conmigo y él. Yo realmente no pude reprocharle que se quedara, ya que realmente necesitaba hablar con Luke acerca de su estado de ánimo, y no creo que Ashton quisiese escuchar la sesión psicológica entre Luke y yo. Me dijo que me vería mañana a las nueve como siempre y que si tenía algún problema, le llamara.

Habíamos pasado los primeros cinco minutos en silencio escuchando a la banda a todo volumen, ya que dijo que necesitaba escucharlos a todo volumen hasta que sus oídos y su cabeza reventaran.

Mientras él seguramente tenía los ojos cerrados para disfrutar aún más la canción, yo me encontraba desesperada por el hecho de que él no me había dirigido la palabra desde el momento en que pisó esta casa.

— ¿Tomaré ese silencio como un “sí”?

Escuché uno de sus largos suspiros salir, dejándome aún más con la duda de qué le pasaba. Me paré y apagué el reproductor de música, dejándonos en completo silencio.

— ¿Qué diablos te pasa? Enciéndelo, Vanessa —reprochó con cierta irritabilidad.

—No lo haré porque sé que estaremos así hasta que quieras irte y me dejarás sola sin saber qué diablos te ocurre.

—Enciende esa mierda, Vanessa.

—Ya te dije que no lo haré hasta que hablemos.

—No hablaré hasta que pongas de nuevo la maldita música —chantajeó.

—Vamos, Luke, no te hagas el difícil.

—No estoy haciéndome el difícil. Yo no vine aquí para hablar, ya te lo dije.

—Te recuerdo que tú fuiste el que quería hablar conmigo —contesté de manera molesta, ya que estaba empezando a desesperarme.

—Hace ocho horas quería hablar contigo, pero ahora ya no quiero.

— ¿Por qué estás molesto? ¿Porque Ashton vino por mí? ¿Por algo que tenga que ver con Ashton?

—No contestaré a ninguna de esas respuestas hasta que enciendas el maldito reproductor de nuevo.

Había llegado al límite de mi paciencia. Ya no le rogaría más y mucho menos porque sabía que lo estaba haciendo a propósito. Sabía que quería verme molesta… y desgraciadamente lo había conseguido. Pero lo que más me molestaba de todo esto, es que había logrado darle el gusto de verme molesta.

— ¡Está bien, no me digas! Quédate con tu estúpida música, yo iré abajo.

— ¿A ver televisión? —dijo de manera bromista… y eso me molestó aún más. De hecho, también era una de las peores cosas que podían hacer frente a mí: burlarse de mí cuando realmente estaba enojada.

Encendí el reproductor, tiré a un punto inexacto el control de éste y salí de la habitación hecha una furia.

— ¡Maldita sea! Me diste en la nariz, Vanessa —gritó furioso después de un quejido.

— ¡Me alegra mucho eso!

Bajé y me senté en el sofá, cruzándome de brazos y llevando mis piernas al pecho, casi en posición de feto. Suspiré de una manera tan inexplicable, ya que fue en una forma de decepción y molestia que Luke había provocado con su estúpida broma y su forma de hablarme.

Blindness || a. i.Where stories live. Discover now