Capítulo 44

6.7K 909 1.3K
                                    

Hinata no podía creerlo, no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. Cuando Kageyama posó su mano en la mejilla de Hinata fue que reaccionó y comenzó a llorar.

Los demás, que estaban dormidos, escucharon el llanto de Hinata, por lo que abrieron los ojos casi al instante, encontrándose con un Kageyama despierto mientras era abrazado suavemente por Hinata.

Chinami comenzó a llorar en los brazos de Kenjiro, este la abrazó con mucho cariño y alegría de ver a Kageyama despierto.

Kuroo tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras veía a Hinata abrazar a su amigo. Kenma veía a su pareja sonreír y pudo notar en sus ojos el alivio de ver al azabache despierto.

Hinata abrazaba muy cuidadosamente a Kageyama, este le acariciaba la espalda también soltando un par de lágrimas silenciosas. Se sentía jodidamente bien poder estrechar al pelinaranja entre sus brazos. Se sentía vivo.

Hinata se separó de Kageyama un poco para poder verlo a sus ojos. Bueno... técnicamente ojo, ya que el izquierdo aún estaba cerrado por el golpe que había recibido. Hinata juntó sus frentes sin importarle quien pudiera estar ahí.

—Te... te extrañe... mucho bakayama—dijo Hinata entre sollozos, las lágrimas que caían de su rostro se confunden con las de Kageyama. Nunca lo había visto llorar, y sintió cómo su pecho se calentó al darse cuenta que estaba mostrando esa faceta ante él.

—Yo también... te extrañé, naranja humana—dijo Kageyama con su voz muy ronca, le dolía mucho, pero no le importó para nada más que el chico frente a él. Limpió las lágrimas del rostro de Hinata de manera suave y cariñosa, haciendo al pelinaranja soltar una risilla rota por el llanto.

Ambos escucharon la puerta cerrarse y se dieron cuenta que los demás habían abandonado la habitación para poder darles un poco de privacidad.

Ambos sonrieron y acortaron poco a poco la distancia que quedaba entre ellos, unieron sus labios en un beso que transmitía muchas cosas, alivio, cariño y amor. Sentimientos que golpeaban sus corazones con fuerza.

Después de unos minutos la máquina que marcaba los latidos de Kageyama comenzó a ir mucho más rápido, lo que asustó un poco a Hinata, pero al ver la expresión de Tobio, pudo darse cuenta que quería decir algo y por lo visto estaba muy nervioso.

—Te-te amo—dijo aún más nervioso, su rostro estaba teñido de rojo y su voz ronca había distorsionado un poco las palabras, pero aún así Hinata logró entenderlo. ─ Te amo... mucho Hinata

Hinata lo miró sorprendido y las lágrimas comenzaron a salir de nuevo. Kageyama se asustó por un momento, pero las dudas se disiparon cuando Hinata lo besó de manera suave y tranquilizadora.

—Yo también te amo idiota—dijo para volver a unir sus labios.

Minutos después Hinata había salido para decirles a los demás que podían entrar. Cuando Kuroo entró a la habitación había comenzado a felicitar a Kageyama por haberle dicho  a Hinata lo que sentía, haciendo que ambos se sonrojaran hasta la médula.

Aya llegó un momento después con Takeda pisándole los talones.

—¿Cómo te sientes?—preguntó Aya revisando que todo estuviera bien.

—Como si... me hubiera arrastrado un camión—dijo tomando una pequeña pausa, su voz ronca y el dolor de garganta le impedían hablar por mucho tiempo.

—Si, era de esperarse. No debes hablar mucho o terminarás quedando sin voz—dijo anotando unas cuantas cosas. Siguió haciendo preguntas, muchas de ellas eran contestadas con gestos que hacía para evitar tener que hablar.

Guardaespaldas (Kagehina)Where stories live. Discover now