Guardaespaldas (Kagehina)

Capítulo 20

Eso realmente lo sorprendió, en el informe que Takeda le había enviado no había nada sobre la pérdida de una hermana. No sabía qué decir, estaba congelado, no sabía qué hacer en esta situación, pero todo terminó de irse a la mierda cuando escuchó unos leves sollozos provenientes del chico a su lado.

—Lamento abrumarte con mis problemas... sé que ya estás lo suficientemente ocupado con todo lo que pasa... solamente soy uno más—dijo el más bajo al ver que Kageyama no decía nada, realmente no sabía porqué había comenzado a hablar de eso, se limpió sus ojos con ambas manos, pero las lágrimas de negaban a dejar de salir, fue cuando vió al más alto levantarse de su asiento que supo que la había cagado.

Kageyama simplemente se levantó de su asiento sin decir nada y rodeo la mesa para llegar al lado de Hinata quien lo miraba con los ojos abiertos y cubiertos de lágrimas, el más alto simplemente seguía sus instintos, y eso era lo que gritaban.

El más alto se plantó frente al pelinaranja y su acuclilló para quedar a su altura, lo tomó del rostro con ambas manos para poder ver sus ojos cubiertos por lágrimas, algo dentro del más alto se removió al verlos acuosos, comenzó a remover el camino de lágrimas que bajaban por las mejillas del más bajo. Hinata se sentía impresionado y alegre por igual. Parecía que había corrido una maratón, su corazón iba a mil por hora, pero era la mejor sensación que podía llegar a sentir.

—Nunca serás un problema para mi, si necesitas decir algo no dudes en buscarme, estaré esperando—Cuando Kageyama terminó de decir esas palabras Hinata se echó a llorar de nuevo, esta vez con más fuerza, todo lo que estaba atascado en su interior estaba saliendo, todos los golpes que había recibido por parte de los tres idiotas, el coraje que se negaba a salir, la culpa por todo lo que causaba, muchas cosas más.

Hinata se abalanzó al más alto sin pensar en otra cosa más que buscar un refugio en sus brazos, al más alto esta acción lo tomó desprevenido haciendo que cayera hacia atrás con el más bajo entre sus brazos abrazando su pecho. Kageyama sintió su pulso acelerarse, pero se sintió agradable tener al pelinaranja pegado a él, apretó sus brazos alrededor de Hinata formando una barrera protectora para el chico.

Se prometió jamás dejar que nadie le hiciera daño nunca más, no lo permitiría y quien lo hiciera estaría muerto. Comenzó a dar suaves caricias al cabello naranja haciendo que Hinata se relajara un poco y en poco tiempo su cuerpo dejó de temblar y los sollozos dejaron de escucharse. Kageyama tenía una ligera sonrisa en su rostro, había descubierto que esa era su posición favorita para estar con el más bajo, algo en su pecho había explotado cuando sintió como el más bajo se acurrucaba más en su lugar.

Hinata tenía un notorio sonrojo que llegaba hasta sus orejas, pero poco le importaba, había encontrado el consuelo que había necesitado durante estos días tan locos, los brazos de Kageyama eran más cálidos de lo que se imaginó, se sentía protegido, le gustaba estar así. Ninguno de ellos dijo algo, simplemente se quedaron así por unos cuantos momentos más, ambos lo estaban disfrutando.

Cuando Hinata sacó su cabeza del pecho del más alto, pudo ver que este tenía una sonrisa ladeada, ahora esa sería su imagen favorita, la recordaría por el resto de su vida. Por si no fuera poco para el pobre corazón del pelinaranja que iba a mil por hora, Kageyama llevó sus labios hasta la frente del Shoyo, lo que hizo que este se derritiera por dentro, cuando separó sus labios de su coronilla posó su frente sobre la del contrario quedando muy cerca el uno del otro, Kageyama tenía ambos ojos cerrados disfrutando del momento, ambos estaban nerviosos y sonrojados, pero eso no importaba, les gustaba estar así.

—Gracias, por ayudarme... —dijo Hinata en un tono bajo, Kageyama sintió el aliento del más bajo chocar contra su boca y abrió sus ojos para ver los del contrario, sintió ganas de acabar con la poca distancia que había entre ellos, pero decidió que lo dejaría para otra ocasión—creo que sería que lleve los platos al fregadero.