Cicatrices con tinta

Duerme conmigo

BRISA

- Hola cosita - cojo a Karma en brazos y lo achucho - ¿Te ha tratado bien el tío Ty? - le acaricio la cabeza. Karma se revuelve incómodo en mis brazos y me araña - ¿Con que con esas estamos, eh? No te había abandonado, estaba salvando tu vida - lo dejo caer en el suelo - Gato desagradecido.

- ¿Y si te preocupas de salvar tu propia vida? - Ty se sienta en el sofá del estudio de tatuajes. Me dejó caer a su lado y lo miro.

- Es demasiado dinero, no voy a conseguirlo - confieso derrotada.

- ¿Y entonces? ¿Vas a esperar a que vengan a por ti y te maten? - me levanto del sofá sin responder.

- Después ya pensaremos en eso - le tiendo la mano - Ahora, termina de hacerme el tatuaje - pongo mi mejor cara.

* * *

- Muchas gracias, Ty - acaricio el tatuaje ya acabado - Sabes lo mucho que significa para mí - murmuro.

Levanto la vista para mirarle y veo a Draco entrado en el estudio. Extrañada me levanto de la camilla y voy hacia él.

- Hey - saludo - ¿Que haces aquí?

- Pasaba por aquí - se encoge de hombros, entonces su mirada se dirige a mi cuerpo y me repasa de arriba a bajo - ¿Recibes así a todo el mundo? - pregunta encarando una ceja. Sin entender su pregunta bajo la vista, entonces me percato que estoy de piernas para abajo en ropa interior. Al instante me ruborizo.

Dios, que vergüenza.

- Uh, yo.. no, estaba... Ty ha acabado de tatuarme, y... - titubeo sin acabar de expresar nada coherente. Finalmente decido que lo mejor será cerrar la boca. Me doy la vuelta con la cabeza gacha sin ser capaz de mirarle a los ojos - Voy a ir... a eso, sí, adiós.

Oigo su risa detrás de mi espalda, y sus pasos seguirme - Bonito culo - murmura consiguiendo que mi cara pase de un rosado leve a un rojizo intenso. Pongo cada una de mis manos en mis nalgas tapándolas. 

Siento sus manos en mi cintura y doy un respingo. Me da la vuelta así quedando cara a cara, sus labios acarician los míos, pero sin llegar a ser un beso, es simplemente un inocente toque, pero es suficiente para dejarme totalmente a su mecer. Se aleja lentamente de mi cara y yo, totalmente hipnotizada por su simple toque, me acerco intentando unir nuestros labios. Él ante mi gesto se ríe.

- ¿No estarás queriendo besarme? - se burla. Ese comentario me regresa al mundo real. Le fulmino con la mirada, y me echo hacia atrás haciendo que sus manos dejen de estar en mi cintura y caigan.

- Idiota - murmuro. Es verdad que nunca he aceptado en voz alta que quiera besarle, y las veces que lo hemos hecho ha sido por iniciativa de él, con lo que siempre, hasta el momento, había tenido la excusa de que es él quien me besa, pero ésta vez he caído, y yo he buscado el beso, con lo que me he delatado, aunque tampoco era ningún secreto - Idiota - vuelvo a murmurar, pero esta vez me lo digo a mi misma.

Enfurruñada busco mi pantalón, sin éxito. Draco sigue riendo lo que me cabrea más.

- Vamos - para de reír - Ven - se sienta en una de la sillas que hay. Le miro desconfiada, él sonríe encantadoramente. Maldita sonrisa - Va.

Rindiéndome ante su insistencia y sus encantos, me acerco a él, sintiéndome totalmente débil por dejarme convencer tan rápido. Me paro delante de él, me agarra las piernas y hace que me siente encima de él con una pierna a cada lado de su cuerpo, a horcajadas.

Hace falta recalcar que sigo sin pantalones.

Se acerca a mí y deja un beso en mi nariz, después varios en mis mejillas y finalmente une nuestro labios. Al separarnos una pequeña sonrisa adorna mi cara. Escondo mi cabeza en el hueco de su cuello.