1. Destinos Cruzados

Start from the beginning
                                    

Después de algunos minutos entra y trae consigo a un adolescente con varios libros, su cara grita inocencia y pubertad ¿qué hará alguien como él en un curso como éste? Todos aquí tenemos 21 o más años, él luce de 17.

Una sonrisa Pícara asoma en la cara de la profesora. —Bueno Elena parece que tu pareja ha llegado, él es Emanuel.

Silencio incómodo.

¿Emanuel? No, esto es una broma de muy mal gusto, o sea que yo voy a trabajar con el nuevo, por Dios es un bebé, y no quiero ser la niñera de nadie.

—Oiga no quiero sonar grosera, pero no tengo tiempo para trabajar con él o sea estamos en la tercera semana del curso lo cual significa que ha perdido todas sus clases y no tiene ni la menor idea de cómo funciona esto, no te lo tomes personal niño. —Vuelvo a ver al chico y continuo. —Solo que no tengo tiempo.

—Nadie ha pedido tu opinión, pero gracias, me ha surgido una idea fenomenal. —Levanta sus manos en un gesto demasiado teatral. —Serás la tutora de Emanuel mientras él se acostumbra a la clase. —Anuncia sin más.

¿Tutora? Es enserio, en mi vida he sido tutora, cómo se supone que se hace eso, debo aprender a callar mi bocota, vaya que sí.

—¿Pero porque tengo que ser yo? Carla también es nueva ella debería trabajar con él, aunque no vayan de acuerdo a su nueva gran idea. —Me defiendo.

Esto no le gustará a mi amiga y quizá después quiera matarme, pero no tengo opción.

—Me parece que no estás entendiendo, tu no tomas las decisiones aquí, Emanuel puedes sentarte con Elena mientras se ponen de acuerdo con todo. —Le ordena en un tono autoritario.

El chico obedece y en silencio camina hacia mi lado, pero sin dirigirme la mirada, no dice ninguna palabra y se limita a sentarse, es imposible no observarlo, viene con su camisa gris, pantalón negro, cabello semi-largo despeinado y sus libros, es aparentemente extraño, sus ojos no tienen ningún brillo y su expresión es tan simple como un pedazo de hielo, yo soy una bomba ruidosa, mientras que él es tipo sereno, calmado y a decir verdad me molesta tanta calma.

La Profesora en un extenso deseo de ponerme por los suelos proclama. — Les pido una disculpa por todo este escándalo estudiantes, pero ya conocen a Elena ella siempre anda armado alborotos.

Todos comienzan a reír, yo no le encuentro la gracia, nadie entiende que tengo mucho trabajo con el teatro, damos 3 funciones a la semana en el teatro nacional, es hermoso, pero es cansado, me metí en estas clases para olvidarme de Jon y vaya que funcionará no tendré tiempo para pensar ni en mí.

Observo a toda la clase y parecen estar trabajando, imagino que también debo hacerlo ¿no?

Sin más opciones en mi tablero me inclino hacía el chico y le susurro. —Okay, sólo para aclarar soy una mujer muy ocupada y bueno...

Sin dejarme acabar él se dispone a hablar. —Si no quieres hacer esto, simplemente no lo hagas no tengo problema con eso, lo que menos quiero es establecer lazos amistosos con alguno de ustedes. —Responde en tono agreste.

—Cálmate pequeño, solo quería que habláramos un rato. —Manifiesto con tranquilidad.

Se gira para verme a los ojos y pensándolo mejor de cerca es bastante atractivo, aunque eso no cambia el hecho de que es un adolescente. — Deja de llamarme "pequeño" en primer lugar no soy un niño, y en segundo detesto los apodos. —Replica de mala gana, acomodándose más en su silla.

—A ver, ¿qué onda contigo? Eres así de irritante todo el tiempo. —Husmeo.

—Define irritante. — Interpela con una leve sonrisa, casi es una burla ¿acaso piensa que soy estúpida?

Amor Fugaz ✓Where stories live. Discover now