⭐Trilogía Obsesión💎
Libro I
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Adam el diablo italiano como lo conocen en el mundo de la mafia por su implacable crueldad, no conoce otro mundo que la mafia donde sus órdenes son leyes y quien no las cumpla no verá otro ama...
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Rusia
Katherine
Entré a la casa con las botas bañada de sangre, lágrimas en los ojos y mis manos temblando. Alcé los ojos para ver a Joshua venir hacia mí y me abrazarme.
— No llores mi reina —ahogué un sollozo, no se lo merecía.
—¿John ya regresó? —traté de que mi voz fuese firme. Joshua asintió.
— Está en su habitación y tu padre se despertó hace diez minutos. — tomé una lara inhalación.
— Pensé que se iría, el dolor, la ira, el amor... — lo miré a los ojos incapaz de sentir la menor lastima. Era hora de enfrentar las consecuencias de ser quien era. — pensé que si lo mataba todo se desvanecería, pero duele, cada parte de mi cuerpo duele. Y...—empecé a reír. — Joshua... —pegué mi frente a la de él.— deberías haberme escuchado, te di tiempo para que te fueras y no me hiciste caso... — lo agarré de la mandíbula y lo miré mientras las lágrimas comenzaban a derramarse por mis mejillas. — Ahora es demasiado tarde. —dejé que sus labios cayeran en los mios, no perdió el tiempo en aumentar el ritmo y la intensidad. De pronto estoy tumbada en el sofá sintiendo su bulto en uno de mis muslos. Lo despegué de mi unos centimetros. — muy excitado para ser un gay enamorado de tu príncipe azul.
— Él no tiene por qué enterarse. —sonreí mirando a su espalda.
— Creo que es muy... tarde para eso.—se apartó siguiendo mi mirada. Donde se encontraba Víctor sosteniendo en sus manos las cosas que le había dejado para que finalmente comprendiera quien era el verdadero enemigo. — Te lo dije Víctor, el amor es una perra.
— Víctor puedo explicarlo... —Joshua estaba temblando.— yo solo la estaba consolando.
— Y que rico me estabas consolando. — murmuré arreglándome la ropa.
—¡¡CALLATE!!!—me gritó.— Tú me besaste y no me aparté para que no te sintieras mal, ya bastante tenías con matar al Diablo de dos balazos. ¡Estás loca!
—No, no lo está...—dijo Víctor.— y ella nunca dijo las veces que le disparó al Diablo.—le apuntó con su pistola.
Me levanté mirando a Joshua quien me miraba enojado y caminé hasta ponerme junto a Víctor.
— Como tampoco maté a Adam...—sus ojos se abrieron sorprendido.
Sonreí ante lo que verdaderamente había pasado en aquel lugar.
Disparé dos veces mientras nos mirabamos solo que mi objetivo había sido la pared.
—Alguien se pondría feliz si te matara, en este momento debe estar dando saltos de alegría pensando que te maté. El mismo alguien que me mandaba las fotos, el mismo alguien que mandó a matar a mi abuela para inculparte a ti. —Adam me miró asombrado.— Sé que mandaste a matar a mi padre por su alianza con el diamante y mi abuela estaba muy lejos de mi padre. Además llamé a Evans y confirmé la sospecha que tenía con el mercenario, quien parecía no conocer tu nombre a pesar de haber sido mandado personalmente por ti. Ese alguien me conocía muy bien, me hizo quererle, amarle y cuando me quité la venda que tanto me cegaba, cuando me miró a los ojos pude ver su verdadera cara. Eso dolió...
