Capitulo 32✔

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Rusia

Katherine

El sonido del cristal y el bronce en el suelo resonó por todo el despacho de Vladimir mientras me quedé en su asiento sin mover una pestaña.

—¿Tú eres quién? —gruñó mientras me miraba como nunca lo había hecho. —¿Estás loca? ¿John se volvió loco? ¿Cómo pudo permitir esta locura?

—¿Lo es? ¿Es una locura ser por primera vez la que hace temblar y no al revés? Me gusto más ahora, mucho más que la estúpida e ingenua que fui. —seguí sin moverme de la butaca. —Te lo conté porque no quería que pensaras que estaba metiéndome en tu territorio. Lo que quiero está en el horizonte, no aquí. La pérdida de mercancía que has tendido no es por mi causa y convenientemente el diamante estaba ahí para ser apuntado.

Me miró por un largo tiempo tratando de discernir si estaba contándole la verdad.

—¿Y Draskov? ¿Fuiste tú?

—El Vory es mío. —Me descrucé de piernas y me levanté mientras el daba otro golpe en la mesa. —Y si, me deshice de lo que me estorbaba. Puede que sea tu hija, pero tu imperio está cimentado sobre otras cabezas que no van a aceptar en su territorio a un extraño. Ahora lo tendrán que hacer si o sí. Por que no creo que prefieran separarse del Vory y mucho menos ir en contra.

Mi padre asintió lentamente sopesando algo en su mente.

—Te sientes poderosa e imparable y eso te mantiene sobre tu cabeza. Encontrarás que, para mantener el trono, tienes que alimentar el trono. Y tú eres la comida. —Se sentó en su silla con una expresión que le sumaba edad, casi parecía cansado. — Déjame solo.

Di un paso hacia su escritorio para tratar de razonar con él.

—Papá...

—No me voy a repetir, Katherine.

Asentí y salí de su oficina para toparme con Joshua. Negué con la cabeza y sus hombros se desplomaron en simpatía. Me tomó por el brazo y nos bajó hacia el salón que ostentaba la chimenea mas grande que había visto. Sentados en el sofá nos miramos por un rato.

—¿Que está pasando? Desde que volviste de New Orleans, las cosas por aquí han estado frías. Y tú has estado ausente. ¿Qué me perdí?

—Que todos me odian. —bajé la amargura con un trago de la botella que tenía al alcance. Papá siempre tenía una en la mesita que se encontraba entre el sofá y los demás muebles. —Excepto John, pero eventualmente lo hará y se irá.

Joshua se quedó inusualmente callado haciendo que le viese con el ceño fruncido. Sus ojos nunca encontraron los míos y sus manos estaban en un fuerte agarre en su regazo.

—¿Qué?

—Creo...—se acomodó. — Sé que se está preparando para viajar, le pidió a Víctor no sé qué para el viaje porque sería largo. Creí que tenías conocimiento sobre esto. —su voz se pierde en un susurro y miré las escaleras que llevaban a mi ala.

Marcada Por Un Mafioso©Where stories live. Discover now