Capitulo 8 ✔

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New Orleans, Luisiana

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New Orleans, Luisiana.

Adam

Las personas que lo tenían todo, siempre querían tener más. Yo podía incluirme dentro de esas personas. Siempre lo había tenido todo y aunque mi posición era por herencia, yo me la había sabido ganar con puro sudor y sangre. Mi móvil siempre fue la avaricia, la meta de ser el mejor de todos, la satisfacción de ver a mis enemigos reducirse a nada con solo la mención de mi nombre.

En este negocio, tener seguro tu territorio era fundamental, lo cual me hacía una persona territorial, y me jodía como la mierda que se metieran con lo mío.

¡Y Katherine era mía!

Se atrevieron a interrumpir con balas el espacio donde estaba cenando con ella y mi socio. Habría querido reventarlos con mis propias manos, pero la preocupación por ella me hizo dejarles ese trabajo a mis hombres. Ellos siempre estaban cerca. Y esa, fue la primera alarma que sonó en mi mente. Nunca habría dejado que otros impartiesen justicia por mí. La preocupación de que ella estuviera herida o asustada en algún rincón del lugar me retorcía el estómago.

Donde las habíamos encontrado era el mejor lugar en el que podían haber estado, de solo pensar que no hubieran salido de nuestra mesa y que una bala la hubiera alcanzado me dejaba con un frío en el pecho que nunca había sentido.

Me asustó mucho y ese tipo de desequilibro emocional me llevó al borde. La quería alejar, pero a la vez nunca soltarla. Vine a ser capaz de controlarme cuando la tenía entre mi cuerpo y el auto, devorando su boca como un adicto a la cocaína tomando todo lo que podía obtener, sin miedo a la sobredosis.

No quería despegarme de ella. La quería llevar a mi cama esta noche, pero no tenía una puta casa todavía y la idea de llevarla a un hotel cualquiera me parecía aberrante.

Me le quedé mirando rozando mi pulgar con su labio hinchado. La besé de nuevo, siento que algo por fin se sentía bien en mucho tiempo. Era perfecta, encajaba en mis brazos de una forma que ninguna otra mujer lo había hecho. Mis manos bajaron hasta su cintura apretándome más a ella dejando que esa corriente pequeña y vibrante me llenara el cuerpo.

―Lo siento. ― murmuré y ella se tensó. ― No por el beso, sino por ser frío y distante hace un rato. No estoy acostumbrado. Soy nuevo en esto de querer que una chica pase más de un rato conmigo. Se que ya no es solo lo que quiero yo. Solo tenme un poquito de paciencia.

Su cuerpo se relajó contra el auto y me miró con esos ojitos, los cuales quería que nunca vieran mi verdadera cara. Esa que sé que la asustará. Soy un hijo de puta masoquista. Mira que venirse el diablo a interesar por un ángel.

«Enamorarse es el peor suicidio de todos.» la voz de mi abuelo me vino a la mente haciendo que me separara un poco de ella.

Absolutamente no, esto es algo carnal y sí, me interesa para tener algo estable por primera vez, pero es solo eso. Explorar ese campo y disfrutar de los beneficios. Nada más. Enamorarse no estaba en la ecuación.

Marcada Por Un Mafioso©Where stories live. Discover now