Capítulo 55: Cena Navideña

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Llegó la víspera de Navidad y todos estábamos emocionados. Pueden imaginárselo, yo amaba la festividad con todo mi corazón desde siempre y esa sería una ocasión especial y hasta cierto punto lo sentía irrepetible. Desde temprano, el señor Tumnus me buscó para entregarme secretamente el pedido. Procedí a ir a mi habitación para abrirlo a escondidas. La pasta era preciosa, era muy resistente y de un color azul zafiro, la portada tenía exactamente la figura que pedí pintada de dorado y el nombre de la historia grabada en letras moldes del mismo tono que el águila. Muy debajo venían mis iniciales como marca de autor y las páginas estaban perfectamente pegadas.

-Es impresionante- murmuré.- ahora sólo falta envolverlo-.

Busqué papel para envolver e hice un moño con listón que encontré. Ya envuelto,lo escondí en mi armario hasta la hora indicada. No desayunamos mucho, fue algo ligero y empezamos a recorrer todas las torres, pasillos, jardínes, salones y estancias de Cair Paravel para asegurarnos de que estuviera en orden. El Gran Salón tenía un aroma a pino y roble( pues estaba decorado con esferas, los candelabros relucientes y muérdagos en cada pilar) mientras que la cocina era una fábrica de olores, sabores y colores (los cocineros estaban como locos horneando pasteles y pavos así como lomos)

-Puede decirme si hace falta algo- pidió un adorable enano mientras extendía la cuchara hacia mí.

-Un poco más de sal, de ahí en fuera todo está en orden- sonreí.

El enano se apresuró a ir por el salero y le agregó una pizca, la volvió a probar y su gesto cambió.

-Mucho mejor- dijo triunfante- gracias, Alteza-

Y así siguieron pidiendo opinión a los demás.

-Reina Lucy, pruebe aquel glaseado.- pidió otro.

-Rey Caspian, ¿Qué tal la ensalada?- preguntó otro cocinero.

-Rey Peter, ¿Cómo ve la sopa?. Reina Susan, ¿Cree que el adobo está en su punto?. ¡Por la Melena de Aslan, alguien pase al Rey Edmund una cuchara para que pruebe la salsa!- ordenó el Chef a cargo.

Era muy divertido ver a todas esas personas corriendo de un lado a otro y haciéndonos probar un poco de todo. Al salir de la cocina estábamos sumamente llenos que pensamos que no sería necesario el almuerzo y probaríamos otro bocado hasta que el último invitado llegará en la noche. Los jardínes estaban blancos porque había caído nieve la noche anterior y hasta ese momento seguía de manera leve. Pasamos horas y horas caminando juntos por Cair Paravel que fue uno de los días más divertidos de mis momentos en Narnia. Como los invitados comenzarían a llegar hasta las 6, decidimos que estaríamos listos a más tardar a las 5:30 de la tarde y esperaríamos en el gran Salón para recibir a todos.

Y así se llevó a cabo el plan. Todos vestíamos elegantemente y con mucha postura, los chicos habían pulido sus espadas y las conservaban envainadas en su cinturón. Muy al contrario nuestro, no podíamos tener nuestros arcos porque sería extraño.
Yo usaba un vestido azul rey muy bonito con detalles dorados.

 A partir de las 6 de la tarde, llegaron los Narnianos, Enanos, faunos, Minotauros, centauros, semi-gigantes, águilas, Driades, Osos, tejones, ardillas, perros, y cualquier especie de animal parlante

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A partir de las 6 de la tarde, llegaron los Narnianos, Enanos, faunos, Minotauros, centauros, semi-gigantes, águilas, Driades, Osos, tejones, ardillas, perros, y cualquier especie de animal parlante. También parte del pueblo Telmarino (porque recuerden que el pueblo Telmarino ahora pertenecía a Narnia) y criaturas como las sirenas cantaban tan fuerte desde el mar que se escuchaba y sentía su presencia en cada rincón del castillo.
El banquete daría inicio a las 7 y habían mesas alargadas que se unían para formar una sola al rededor del Gran Salón. Era algo impresionante. Después de recibir a todos los invitados, cada uno tomó su asiento y luego Peter hizo sonar su copa golpeándola suavemente con su cuchara de plata, el tintineo hizo que los presentes guardaran silencio para escuchar el discurso del Sumo Monarca. Peter estaba en el centro, a su izquierda Susan y a su derecha Edmund. Al lado de Edmund estaba Lucy y junto a Susan estaba Caspian yo me encontraba al lado de este último.
Después de brindar, trajeron la comida y la cena había dado comienzo. Había demasiado vino y quesos de diferentes tipos, también panes crujientes y demás cócteles. Y ni decir de los postres.
Estaba probando un pastel de vainilla cuando el siempre oportuno Caspian casi hace que la comida se me atore.

-A puesto a que ese bizcocho está delicioso, pero no tanto como aquel- comentó bajo y señaló a Edmund.

Jajajaja, casi me atoro y comencé a darme golpes en el pecho. Caspian luego tuvo que pasarme una copa con agua y llamé la atención de los demás Reyes y algunos presentes. Qué vergüenza.
Cuando el sentimiento pasó me sentí tan avergonzada como aliviada. Terminé de reírme con fuerza y golpeé el brazo de Caspian.

-No vuelvas a hacer eso cuando tengo el pan a media garganta- amenacé riendo.

-Caspian- le llamó Susan- ¿Qué le hiciste a Arely?-

-Te voy a acusar- dije.

-Anda, pero cuenta el chiste completo- rió Caspian.

Me ruboricé un momento.

-No fue nada, Susan. Sólo hizo una mueca.- comenté.

Caspian reía disimuladamente y los demás Pevensie nos miraban extrañados. Sólo les sonreí.
Hubo danzas tan alegres y elegantes. Observamos a los presentes durante varias piezas hasta que alguien tocó mi hombro.

-¿Jace?- pregunté sorprendida.

-Hola, Arely- sonrió y me abrazó.

Jaló una silla con mucho esfuerzo y se sentó a mi lado.

-No puedo creerlo- dije.- tenía tanto tiempo que no te veía.-

Y era verdad, por alguna razón no recordaba que Jace estuviera presente en mi cumpleaños o alguna otra festividad después de nuestra ida a Calormen.

-Sí- dijo rascándose la nuca- he estado algo perdido.- sonrió.

-Jace, qué gusto- saludó Caspian- ya no saludas, eh- rió.

-Amigo, Caspian- gritó Jace- mi condición no me permite ser tan ágil ahora- dijo aún sentado.

Los Pevensie voltearon hacia nosotros y lo saludaron con la mano.

-Hola, chicos- saludó con la mano.

-¿Condición?, ¿Te pasó algo?- pregunté en voz baja.

-No me digas que no lo sabes- intuyó.

Moví la cabeza negativamente.

Se acercó a mi oído y me susurró.

NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)Where stories live. Discover now