ix. el huevo y la segunda prueba

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«Frescura de pino.»

La puerta chirrió al abrirse. Harry se deslizó por ella, seguido por Cassiopeia, luego que entrara echó el cerrojo después de entrar y, mirando a su alrededor, se quitaron la capa invisible.

La reacción de Cassie, fue pensar que merecía la pena llegar a prefecta sólo para poder utilizar aquel baño. Estaba suavemente iluminado por una espléndida araña llena de velas, y todo era de mármol blanco, incluyendo lo que parecía una piscina vacía de forma rectangular, en el centro de la habitación. Por los bordes de la piscina había unos cien grifos de oro, cada uno de los cuales tenía en la llave una joya de diferente color. Había asimismo un trampolín, y de las ventanas colgaban largas cortinas de lino blanco. En un rincón vio un montón de toallas blancas muy mullidas, y en la pared un único cuadro con marco dorado que representaba una sirena rubia profundamente dormida sobre una roca; el largo pelo, que le caía sobre el rostro, se agitaba cada vez que resoplaba.

– ¿Qué hacemos aquí, exactamente? –Cassie intentaba despertar a la sirena, fracasando en el intento.

– Cedric me dijo que trajera el huevo hasta acá y me diera un baño.

– Quizás pensó que no te bañas, Harry... ¡Qué haces, cochino! –el azabache comenzaba a sacarse la ropa, Cassie tapó sus ojos, dejando un hueco con los dedos.

– ¿Qué esperas, Cassiopeia? Debo entrar a la bañera de algún modo.

Myrtle apareció agitando sus pestañas, ignorando por completo la presencia de Cassiopeia.

– ¡Myrtle, podría estar desnudo! –exclamó Harry intentando cubrir su cuerpo, Cassie sólo rodó los ojos.

– ¿Por qué no te vas a llorar a los rincones, Myrtle? –comentó Cassie despojándose de su ropa.

– ¡Sólo quería ayudar! –chilló atravesando el cuerpo de la castaña y desapareciendo por las tuberías.

– ¿Por qué me miras así? que Myrtle esté muerta, no significa que no sea acosadora –Cassie arrugó la nariz. La chica se encontraba en ropa interior y Harry intentaba pensar en la vez que sorprendió a su tía Winona bailando I want to break free con su esposo, Joe. Ambos pasaban por una etapa hormonal, sus cuerpos no eran los mismos que antes y ello era bastante notorio, a Cassiopeia le comenzaban a crecer las caderas, busto y trasero, sin mencionar las horrendas espinillas que debía tratar, ¡y la menstruación, la menstruación era lo peor de todo!

– ¿Q-qué haces? –tartamudeó Harry agarrando el huevo con fuerza.

– ¿Acaso crees que me quedaré como idiota, mientras que tú te das un baño de burbujas? ¡Ni loca, Potter!

– ¿Qué p-pensaría S-sirius si supiera que estuvimos desnudos en una bañera, solos?

– Primero, ¿por qué Sirius se enteraría de algo así? –Cassie alzó una ceja mientras se sumergía en las cálidas aguas– segundo, estaremos en ropa interior. No seas idiota, Potty.

Harry imitó las acciones de Cassie y se sumergió junto a ella. Las burbujas cubrían gran parte de sus cuerpos, Potter intentaba ignorar que el brasier de Cassie se encontraba mojado y sus pechos quedaban un poco al descubierto.

– ¿Y el huevo? –preguntó la castaña con obviedad.

– ¿Ah, qué? –respondió con desconcierto.– ¡Claro, claro! –tomó el huevo como si supiera lo que debía hacer, pero claramente, no tenía idea.– ¿Ahora qué?

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 ✓Where stories live. Discover now