Te salve, ¿O tú me salvaste a mí? | Marco Reus

35. Ponle cuidado a tu chica.

Se sentó en el pasto de la cancha de entrenamiento mientras se ataba los guayos, quito su camisa y dejo todo su torso descubierto dejando ver algunas marcas que había hecho Clapton en su espalda pero él no se había dado cuenta de ellas.

—Te divertiste ayer ¿no? Reus —dijo Aubameyang riendo mientras hacía pequeños pases con Kevin.

—¿De qué hablas? —pregunto sin entendimiento mientras se levantaba y empezaba a trotar lentamente donde estaba Auba pues Kevin no alcanzo a tomar un pase poderoso que le hizo Pierre y mando el balón al final de la cancha.

—De tu espalda —dijo con una gran sonrisa el africano—. ¿Te divertiste ayer con Clapton? —rio y Marco negó con la cabeza gacha mientras se sonrojaba, luego el gabonés sintió un balonazo en  su espalda y ambos voltearon a ver quién había golpeado al número 17. Kevin estaba parado a unos metros de ellos con sus puños apretados y mirada seria.

—No digas esas clases de chistes, Pierre —dijo Kevin mientras lo empujaba haciéndolo caer al suelo pues no se esperaba la reacción de Kevin.

—¡Grosskreutz! —grito Klopp llamando la atención de todo el campo—. ¡Pierre ve a trabajar con Ramos! ¡Reus y Grosskreutz trabajen juntos! —ordeno y Auba miro a Kevin con cara de confusión.

—No debiste hacerlo Kevin —dijo Marco mientras le lanzaba el balón.

—No voy a permitir que se refiera a Clapton así —levanto los hombros.

Los dos se quedaron callados. Marco concentrado en su entrenamiento y Kevin pensando y analizando la imagen de la espalda de su compañero.

—¿Enserio lo hiciste? —pregunto Kevin sumiso mientras mordía su labio y trataba de actuar como si no le importase.

Marco lamio sus labios y solo sonrió, el brillo en sus ojos lo delataban y Kevin sintió mucha más frustración.

 —¿¡Pero y como si ayer te viste con Caroline!? —grito y Marco abrió los ojos mirando a su alrededor.

—Grítalo más duro Fisch —se quejó y ambos se fueron trotando con un balón—.Descubrí que debo seguir mi vida —remojo sus labios—. Me di cuenta que ahora amo a Clap.

— ¡Como podes amarla si sabes bien que seguís amando a Caroline! —grito mucho más fuerte y toda la atención fue hacia ellos—.  ¡Joder Marco! ¡Si la lastimas te juro que te destruyo! —grito frustrado y pateo el balón fuertemente. Luego se fue.

Marco se quedó sorprendido por el comportamiento de su amigo, bufo varias veces y se dio la vuelta viendo que seguían mirándolo y solo sonrió, Jürgen ordeno que siguieran en su entrenamiento y Marco siguió con el balón.

—Ponle cuidado a tu chica —dijeron a sus espaldas, se volteo y se encontró con Hummels.

—¿De qué hablas?

—Kevin empieza a interesarse por Clapton, me di cuenta cuando estamos ayer en su casa —dijo y a Marco se le congelo la sangre—.  Pero no tiene ninguna posibilidad con ella, te ama —le brindo una sonrisa para calmarlo, pero fue imposible.

—Le seguiría diciendo cosas hermosas, como lo es usted. Pero nos vemos interrumpidos  por alguien —susurro a su oído y luego se giró.

—Veo que ya conociste a la nueva chica, Samiel —dijo una pelirroja con ojos verdosos, mayor de edad tal vez la misma edad de Marco—. Y veo que tú ya conociste a uno de los mejores guionistas que tiene es universidad —dejo mostrar su sonrisa blanca—. Un gusto Genovinne Bournissen —estiro la mano y Clapton la tomo mientras seguía en transe por lo que había sucedido con Samiel.

—Un gusto Clapton —dijo ya en sí, segura.

—Todos hablan de ti, eres la chica Dortmund —sonrió burlescamente y Clapton arqueo las cejas— Por tu auto, está lleno de cosas de las abejas.

—Oh bueno, soy gran fan de ellos —sonrió.

—Hablando de las abejas, me tengo que ir a entrevistarlos —miro su reloj, tomo una cámara y sonrió.

—Ya es normal en ti que siempre te vayas a entrevistarlos —dijo Samiel sonriendo de lado.

—Es mi trabajo querido —guiño su ojo—. Clapton, no caigas en la trampa de sus lindas palabras, es un idiota.

—Este idiota tiene corazón, que algún día lo va a tener alguien —miro a Clapton.

—Como te lo dije es un idiota, nos vemos —salió de la habitación.

Samiel miraba a Clapton asombrado pues su belleza no era típica de su continente.

—No eres de por acá ¿cierto? —pregunto buscando algunas cosas en los estantes del sótano.

—No —mordió su labio y volvió a buscar las cosas que necesitaba.

Ambos en silencio empezaron a buscar lo que necesitaba. Samiel ya tenía lo que necesitaba pero seguía esperando que ella encontrara lo que necesitaba pues ahora no quería alejarse de ella.

—No me he presentado bien no me resistí, lo lamento —arrugo sus labios—. Samiel Kruczynski.

—Clapton —él se acercó y beso la mejilla de la mujer quedándose por un momento ahí.

—Tienes el nombre como el apellido de uno de mis cantantes favoritos, eso te hace aún más especial —susurro a su oído.

—Tu tampoco eres de por aquí ¿cierto? —pregunto Clapton ya cuando ambos y más personas estaban en un salón de clases, se habían sentado juntos.

—No, nací en Inglaterra pero mis padres son rusos —sonrió y luego el profesor Lekker entro.

Clapton sin querer volvió a colocar su cara de coqueta al verlo pues los pelirrojos le causaban pasión.

—No le coquetes tanto —le susurro Samiel. —, tuvo que huir de Rusia por su orientación sexual.

Clapton lo miro y se sonrojo, luego llevo sus manos a su rostro para tapar su vergüenza.

—Espero que Reus te haya dicho lo hermosa que eres, Clapton —dijo Samiel.

Clapton lo miro sorprendía pues nadie sabía la relación de ella y Marco solo amigos muy cercanos. Iba a hablar pero fue interrumpida por el profesor.

— ¡Proyecto jóvenes adultos! —dijo exaltado y feliz.

Las horas de clase se pasaron rápido, Clapton no le dirigía ninguna expresión a Samiel, mientras que él siempre la admiraba por el rabillo de su ojo. Se montó en su auto y suspiro, aunque el tiempo de clases se pasó rápido estaba agotada.

Abrió la puerta del apartamento y vio a Marco que estaba en su sillón jugando algún video juego, ambos se sonrieron y cuando sus cuerpos se encontraron se besaron.

Tanto como Clapton, Marco tampoco decidió hablar sobre lo que había pasado hoy.