26. Caroline.

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Bajo las escaleras para acomodarse otra vez en la sala, tomo el control de la Play y luego un sorbo de su Coca-Cola y luego dio un suspiro.

— ¿Pelearon? —dijo Marcel saliendo de la cocina con algunos snacks en sus manos, lo había visitado porque sabía que su amigo se sentía mal ¿quién no se sentiría mal con su equipo a dos puntos de ser eliminados?

—No lo sé —suspiro y coloco la lata en la mesa de vidrio.

—¿Qué ocurrió? —tomo asiento a su lado tomando el control para volver a colocar play al partido que jugaban.

—Va salir con un chico que la invito a cenar. Es del Hannover —dijo concentrado en el juego y apretaba los botones con fuerza.

— ¿Y qué tiene? ¿Te molesta se salga con ese chico? —pregunto como siempre y movió el control bruscamente tratando de colocar el balón en el arco.

—No lo sé, dice que necesita salir con personas de su edad —suspiro.

—Oye —paro el juego—. Claro que ella necesita salir con personas de su edad, tiene que conseguir nuevas aventuras —Marco le lanzó una mirada fatal a Marcel y él sonrió rodando los ojos—. No de ese tipo de aventuras, necesita caer y volver a levantarse como todo adolescente, lo necesita hacer sola sin alguien teniéndola de muleta porque, si es así, luego le va a venir más duro todo, déjala tener amigos de su edad, necesita un aire nuevo, no con personas 5 años mayores que ella —carcajeo— ¿Me entiendes?

—Trato de entenderte, pero mis celos irracionales son más grandes que los pensamientos racionales tuyos.

—Confía en ella —le dio una palmada en la espalda y volvió a colocar el juego.

Así pasaron la tarde y parte de la noche. Marco perdió los cuatro partidos que había jugado, vaya suerte que tenía.

—Se me hace tarde tengo ensayo —miro su reloj. —, en este mismo instante.

—Es mejor que yo vaya a descansar —se pararon del sillón y el teléfono de Marco empezó a sonar.

—Nos vemos —se despidieron con un abrazo típico y Marcel se fue.

Tomo el celular ilusionado de que fuese ella, frunció el ceño al ver que era un número sin identificación.

"Hallo" contesto con un cierto tono de pregunta.

"Marco, Hallo", dijeron a la otra línea. Reconoció la voz y su circuito sanguíneo se congeló, su memoria lo hizo llevar al pasado, trago saliva y luego tratando de que saliera algo por fin dijo.

 

"Caroline", musito casi en un susurro con voz dolida y con el alma en las manos.

"¿Cómo estás?", pregunto animadamente pero luego su voz se fue apagando "Lamento lo que le está pasando al equipo"

Te salve, ¿O tú me salvaste a mí? | Marco ReusWhere stories live. Discover now