33. Te amo.

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Cerró los ojos apoyándose en el frío metal del ascensor mientras se relajaba con la música clásica del cubico.

"Por qué Kevin habla dormido sobre casarte contigo" el recuerdo la hizo abrir los ojos rápidamente y luego se dio cuenta que había llegado a su piso. Sus pies la guiaban por el pasillo corto a el apartamento mientras su cabeza estaba en todos los recuerdos compartidos con Kevin, repasó cada uno y se dio cuenta que nunca hubo algún momento en el que él pareciera interesado en ella.

Saco las llaves de su bolso y abrió la puerta con cuidado.

—¿Marco?—repetía suavemente mientras buscaba al rubio en la planta baja.

El hombre no respondió y ella se encogió de hombros pensando que él no había llegado a casa, se tiró en su cama y se sumergió en sus pensamientos mientras miraba el techo, después de varios minutos escucho unos pasos en la habitación de Marco y se sentó en la cama esperando que alguien apareciera en su habitación.

—Hola —apareció Marco con una media sonrisa, fingiendo que se había acabado de despertar, pues quería ocultar sus ojos rojos de haber llorado.

—Hola —sonrió cansada y le hizo un ademan para que Marco se sentara a su lado—. ¿Cómo te fue? —pregunto mientras jugaba con los dedos blancos y fríos del rubio.

Él dejo salir un largo suspiro y entrelazo sus dedos con los de ella. —Demasiado bien, ¿y a ti? —beso sus nudillos.

—Digamos que enseñarle matemáticas a Lenny es un poco divertido —carcajeo un poco y miro a Marco—. ¿Qué pasa?—llevo su mano a su mejilla mientras trataba de hallar su mirada.

—Nada —sonrió.

Ella lo miro y Marco junto sus labios fuertemente dejándola sin respiración, pero no le importaba, se había dado cuenta que la amaba y necesitaba demostrarlo. Ambos cuerpos ya se estaban ahogando y se separaron con las respiraciones agitadas contemplándose por un momento.

—Esta tarde fue un poco extraña para mí —coloco su brazo rodeándose su espalda baja y la recostó en la cama—. Por qué me di cuenta de muchos sentimientos que no había podido entender —se posiciono bien sobre ella para no hacerle daño con su peso—. Me di cuenta de...—beso su cuello y lentamente subió a su rostro para mirarla a los ojos. —, que te amo.

Clapton quien estaba prestando atención a cada una de sus palabras y acciones, sintió que su corazón iba a salir de su pecho como las lágrimas que ya estaban surgiendo. Sin decir nada unió sus labios en un beso apasionado, un beso que demostraba el amor que ambos se tenían, sus lenguas se estaban volviendo a sentir y sus manos estaban recorriendo las partes de su cuerpo.

La habitación empezó a llenarse de un ambiente en el cual dos personas con los mismos sentimientos se querían entregar y el calor hizo que pedazo por pedazo de ropa se fuera quitando y aventando con fuerza para terminar esparcida por toda la habitación.

—Dime que me detenga en estos momentos —pidió Marco mientras hacia una fila de besos por el vientre de la mujer que tenía los ojos cerrados sintiéndose escalando las escaleras para llegar a la cima del mundo —. ¿Estas segura? —pregunto cuando llego a su rostro y acaricio su mejilla.

—Te amo Marco, contigo siempre sentiré seguridad.

Entrelazo sus manos para luego hacer un movimiento que dejo una marca en su espalda por las uñas de Clapton.

Una, dos, tres, cuatro, cinco y más marcas siguieron junto a gemidos a medida de cada movimiento. Su cuerpo siendo uno era uno de los mejores sentimientos que ambos habían sentido. Juntos escalaron la cima poco a poco, sin dificultad alguna porque pareciera que ambos cuerpos estuviesen moldeados encajar perfectamente, al llegar a la cima dejaron salir un sonido de victoria.

Suavemente se recostó a su lado y la atrajo a él para que se descansara en su pecho, beso su cabello mientras que sus parpados le estaban empezando a pesar por el cansancio, ella lo admiro, sabía que él era la persona perfecta y lo había confirmado con el acto de amor en donde se entregaron cuerpo y alma.

—Te amo —beso sus labios suavemente y volvió a descansar en su pecho.

Sintió la respiración de Marco pesada haciéndole entender que estaba dormido, se estaba arrullando con los latidos suaves de su corazón y como los brazos de Marco la abrazaban, igualmente lo hizo Morfeo.

Te salve, ¿O tú me salvaste a mí? | Marco ReusWhere stories live. Discover now