19. Camilo.

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*Marco POV*

Las puertas de la caja gris se abrieron dejándome ver la puerta de mi departamento, camine a ella y trataba de hacerme una imagen de cómo sería verla de esa manera. Suspire y de repente se abrió la puerta de caoba, Kevin me vio y levanto la comisura de sus labios.

—Hola hermano —me abrazo.

—Hola —musite suavemente—. Lo lamento —dije mientras nos soltábamos del contacto.

—No tienes por qué hacerlo —sonrió sabiendo de lo que hablaba—, se cómo son los celos —guiño el ojo e hizo que sonriera.

—¿Como esta? —por fin pregunte. Su rostro se puso serio, frunció su ceño y suspiro mordiendo el interior de su cachete.

—Ella... No lo sé —ladeo su cabeza mientras seguía pensativo —, me dijo que no te llamara —trague saliva mientras sentía como si me golpean —. Va a tomar un vuelo para el entierro —dejo salir un suspiro.

—Quiero acompañarla, pero me da miedo de... —Kevin me interrumpió.

—Marco, los sentimiento que tiene Clapton hacia ti son los más puros que he visto, créeme, eres como su primer amor y ya sabes cómo es el primer amor, le perdonas todas las cosas a la persona a la cual estas enamorada sin importar que daño hizo en ti —paro un segundo, vio la sonrisa que tenía en mi rostro y bufó ladeando la cabeza—. Pero Clapton, es una chica madura, ella no te va perdonar fácil —soltó sonando sincero—. Voy a conseguir el avión —se marchó sin decir nada más, dejándome pensando, siempre hacia lo mismo, maldije bajó mientras me frotaba la cara tratando de que palabras decirle a ella.

Abrí la puerta con la mano temblando y sudando, entré al departamento y mi mirada se posó en su pequeño cuerpo que no emitía ningún movimiento.

—Clapton —dije casi en un susurro, ella no me miro y su cuerpo no emitió ningún movimiento, sólo dejo salir un suspiro pesado. Me acerque a ella y me senté a su lado, tenía su vista perdida en los troncos de madera prendiéndose con el fuego, una taza de té estaba en sus manos; la quite suavemente de las suyas. Tome su mano y seguía sin mirarme, pase mi brazo por sus hombros y la atraje hacia mí, abrazándola, ella escondió su cabeza en mi cuello dejando salir las lágrimas sin querer controlarlas, trataba de calmarla con suaves sonidos mientras acariciaba su cabello, bese la coronilla de su cabeza y ella me abrazo más fuerte.

Tal vez quedamos así por más de dos horas, quizás.

Kevin entro al departamento con algunas hojas en sus manos, Clapton se separó de mí suavemente y se dirigió a él.

—Ya los tengo —dijo sonriendo y mostrando dos tickets de avión.

Perdí la cuenta de las tantas veces, que Clapton le susurraba a Kevin del por qué me había llamado y también del por qué la iba a acompañar. Pero estoy aquí, con ella viajando hacia su país natal, la contemplaba mientras dormía plácidamente en su silla, mientras que la frase de Kevin "no te va a perdonar fácil" se repetía una y otra vez en mi cabeza. Mis pensamientos estaban revueltos pensando en cómo volver a ser lo mismo de antes, tal vez ser una pareja, esa idea era mi favorita, pero tal vez la que menos alcanzaría fácilmente.

Clapton buscaba a alguien con la mirada mientras salíamos del aeropuerto, alzo la mano tímidamente al ver a un chico castaño, de mediana estatura, y bien parecido, una oleada de celos paso por mí.

Hola hermosa —la abrazo fuertemente, y luego me dirigió la mirada— ¿Este es el tal Marco Reus? —me señalo y ella asintió, lo único que había entendió fue mi nombre mal pronunciado—. Un gusto, Camilo —me dio un apretón de manos y reí en mi interior por su ingles combinado con un acento extraño.

Nos montamos en una camioneta negra con vidrios polarizados. Camilo iba manejando mientras que Clapton y yo estábamos en la parte de atrás del auto, en el camino ella admiraba la ciudad que no tenía nada parecido a las calles de Dortmund, el clima era sereno por la madrugada, en un minuto caí en cuenta que ella no me había dado ninguna mirada, ni tampoco me había dirigido ni una sola palabra, tenía su mano en la mitad del asiento y la tome tratando de llamar su atención, lo hice, pero sólo miro las dos manos entrelazadas y volvió a posar su mirada al paisaje.

La casa era a las afueras de la ciudad, era grande y hermosa, al entrar Clapton suspiro y trato de retener algunas lágrimas que quieran salir de sus ojos.

—Marco esta es la habitación que vas a compartir con Clapton, es la de ella —abrió la puerta, era espaciosa con algunas fotografías y posters en las paredes, sonreí al ver uno mío.

—¿Por qué va a compartir mi habitación? Hay más habitaciones Camilo —pregunto ella en su idioma natal, se escuchaba enojada.

—Mi vida, algunos familias de tus padres se van a quedar aquí, y van a ocupar las demás habitaciones, lo lamento —contesto en su idioma, y le dio un beso en la frente, ¿Acaso mis celos se van a controlar algún día? —.Voy a averiguar a qué horas salen mañana al entierro —dijo él ya en un idioma que en tenía y sus palabras salieron con cuidado se su boca, los dos asentimos y se fue.

El silencio reino en la habitación, ella miraba el suelo alfombrado y yo la miraba a ella, levanto su mirada y se unió con la mía, balbuceó algunas palabras pero no salieron, miro a una puerta blanca que estaba en una esquina y se dirijo a ella, pero sin antes mirar algunas fotografías que estaban en la pared, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver una fotografía tal vez familiar, la fui a abrazar pero ella se negó, y entro al baño.

Estaba recostado en la cama contestando algunos mensajes del equipo, Camilo entro a la habitación calmada mente.

—¿Y Clapton? —pregunto mirando al alrededor.

—Está en el baño —respondí y señale la puerta.

—¿Hace cuánto está allí? —cuestiono dirigiéndose a ella con rapidez.

—Creo que desde que te fuiste.

—¿No has tocado la puerta? —negué con la cabeza—. Clapton, Clapton mi vida, abre la puerta —toco y no recibió ninguna respuesta —, Clapton.

Toco más fuerte esta vez y trato de abrirla, hubo un silencio y se dejó escuchar un jadeo dentro del baño, Camilo trataba de empujar la puerta para abrirla y yo simplemente lo veía, no sabía qué hacer en ese momento, la puerta se abrió y su cara fue de sorpresa, entro al baño rápidamente pronunciando algunas palabras que no entendía y salió con Clapton enrollada con una toalla mientras lloraba desconsoladamente, sus cabellos mojados cubrían parte de su rostro, me miro rápidamente con sus ojos que ya no parecían los que me habían producido alegría desde la conocí, ya no tenían su brillo.

—Necesito que salgas ya de aquí —Camilo musito dejando a Clapton en la cama apartando algunos cabellos de su cara—. Ahora. 


Te salve, ¿O tú me salvaste a mí? | Marco ReusWhere stories live. Discover now