CAPÍTULO 28: EL CONTRATO.

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-Bien nos vemos... —suspiré tratando de buscar su mirada, pero no lo logré. —si necesitas mi ayuda sólo llámame...ah...otra cosa, Matt e Ian piensan que perdí la memoria, te explico más tarde. —me miró confundida y salí del lugar.

-¿Todo está bien? ¿En qué piensas? —me preguntó Bryan en cuanto subí al auto. —te vez algo...confundida.

-Sólo en cosas de trabajo, cómo dije he estado estresada. —murmuré encendiendo el auto y conduje hacia el hotel.

-Oye llamó papá dijo que acaba de comprar una casa y quiere que te mudes con nosotros. —sentí su mirada sobre mí e hice una mueca. —creo que te vendrá bien estar con nosotros.

-Por ahora prefiero estar sola y más ahora que papá sabe lo que hago. —frunzo el ceño mirándolo de reojo. —estoy acostumbrada a vivir sola.

-Sabes que papá no te dirá nada, mientras no salgas lastimada. —rodé mis ojos ante lo que dijo, porque claramente hace rato eso no le importó.

-¿Que no me has visto? Aunque no vaya a las peleas siempre terminó golpeada. —bufé mirando su celular cuando me mostró la dirección que le mandó papá.

-Pues eso te pasa por el tipo de gente con la que te metes, ¿me explicas que mi*rda te traes con ese tal Antonio? —odio que me pregunten cosas que no les incumben. — ¿por qué te golpearon?

-Me caga repetir las cosas así que cuando lleguemos les cuento, ¿bien? —bufé mirándolo y mordí mi labio con fuerza al estacionarme frente a la casa.

*Narra Matt*

Después de estar conversando y revisando todos los papeles entre Ian y yo, decidimos que no afectaría a la empresa si Antonio decidía darle un porcentaje de sus acciones, aunque hubiera preferido dejar esta empresa un poco más familiar, ya que los socios son dos amigos cercanos de mi padre con el 10% cada uno, al igual que mis dos tío e Ian también con un 10% y mi padre es dueño del 50%, pero por alguna extraña razón los dos amigos de mi padre decidieron vender sus acciones a Antonio, al principio se me hizo extraño ya que no dieron razones pero después decidieron que ya eran demasiado viejos para seguir con eso y quería tener vacaciones permanentes y Antonio fue la mejor oferta, pero en fin después de arreglar todos estos papeles llamé a Antonio y quedamos de vernos mañana en la tarde para firmar su nuevo contrato.

-Bueno esto ya quedó Matt, ¿podemos ir por unos tragos? Estar encerrado tanto tiempo me estresa. —me dijo Ian molesto y echó su cabeza hacia atrás con frustración.

-Está bien, vamos al bar del hotel, no pienso manejar, estoy muy cansado. —agarré mi celular junto con la cartera antes de levantarme y salir de la habitación.

-Está bien...ya que. —se quejó caminando detrás de mí y al entrar al ascensor se recargó en una de las paredes. — ¿has hablado con Allison? —me preguntó frunciendo su ceño y al entrar en el bar nos sentamos en la barra.

-No, por más que le llamé no me contestó. —comenté haciéndole una señal al barman. —creo que me está evitando. —pedí una botella de vodka y al servirme el trago lo bebí por completo.

-¿Pues qué te tanto lo hiciste? —me miró y bebió su trago, le conté todo lo que pasó y ahora no sé cuántos tragos de vodka llevo, pero estoy algo mareado. —no entiendo porque la tratas así, tiene un carácter fuerte y te mandara a la mierda en cuanto le llames. —me dijo Ian, creo que él está menos borracho que yo, pero se me ocurrió algo para que Allison sea completamente mía por lo menos hasta que yo quiera.

-Re...recuerdas esa estúpida condición, ¿que puso mi padre para dejarme las acciones por completo? —miré a Ian sonriendo y él asiente.

-No vayas a hacer una estup*dez con eso... ¿qué piensas hacer? —me miró confundido, no le tomé importancia y saqué mi celular llamando a Jane. —Matt, no hagas una tontería, te vas a arrepentir.

-Dígame señor Carpenter. —me contestó jane, me imagino que aún está trabajando, ella es muy dedicada a su trabajo y me responde con educación, Allison debería aprender un poco de ella.

-E-en mi escritorio, en el segundo cajón a la izquierda esta una carpeta negra, es un contrato, no me importa lo que tenga que hacer ,pero quiero que lo firme la señorita Allison a como dé lugar. —comenté molesto y pedí otro trago.

-Sí señor, enseguida la llamo para que venga a la oficina. —dijo no muy segura. — ¿algo más que necesite?

-Procura que no lea el contrato, que sólo lo firme y ya. —ordené antes de darle otro trago a mi vaso. —es muy importante que no lo lea, recuerda eso.

-Pero ella querrá leerlo...no firma nada sin leerlo antes. —me dice algo indecisa.

-Escucha bien lo que le dirás sino ve recogiendo tus cosas. —me intenté levantar de la silla, pero el leve mareo no me dejó. —le dirás que extraviaste el contrato que firmó para la empresa y necesitas que lo firme de nuevo, no dejes que lo lea y le das una copia del contrato de trabajo y ya. —espero a que me diga algo, pero se quedó callada.

-Está bien señor, ¿p-puedo saber de qué es el contrato que va a firmar? —me dice nerviosa.

-No y en cuanto esté firmado llévelo a mi casa y se los das a Matías él sabe qué hacer. —colgué sin esperar respuesta y al pedir otra botella Ian estaba negando con su cabeza.

-Eso que estás haciendo está mal, además que en cuanto se entere te cortara las bolas. —reclamó molesto. —y seré el primero que se alegre por eso, es más pagaría porque lo hiciera.

-Nocreo, porque cómo sea la tendré debajo de mí pidiéndome más. —sonreí mirándoloun poco borroso, pero seguimos bebiendo.

MI JEFEWhere stories live. Discover now