CAPÍTULO 55: LA FIESTA.

2.7K 142 2
                                    

¿Qué malo podría pasar en una boda? Por lo general nada, todo el mundo estaría feliz conviviendo, festejando, lo típico en una boda, pero cómo ya hemos dejado muy en claro que la vida me odia obviamente este día no sería una excepción para que me tratará mal. En primera porque en una de las mesas está Troy, Antonio y la tarada de Maggie, me pone inquieta que ellos estén aquí, solo espero que no se atrevan a hacer una tontería, obligada o no...es mi boda, en estos momentos ya me resigne, así que no tengo porque estar con mala cara, esto no durará mucho, máximo tres días después de eso pienso desaparecer, pero está vez me iré con mi familia, no quiero volver a dejarlos. Un suave apretón en mi brazo me hizo voltear hacia Matt frunciendo mi ceño.

-¿Conoces al chico que está con Jane? —preguntó un poco molesto y seguí su mirada. —estoy seguro de que es él. —susurró frunciendo su ceño y mordí mi labio inferior con fuerza.

-Sí, es mi mejor amigo, ¿por qué? —lo miré cruzándome de brazos. —¿yo no podía invitar a nadie o por qué lo dices? —encaré una ceja observando lo tenso que estaba.

-Lo digo porque ese chico me golpeo en el hotel, estoy seguro de que es él. —mordí mi mejilla interna y rasqué el dorso de mi mano. — ¿tienes algo que ver con eso?

-Es una larga historia para contar ahora, pero no le tomes rencor, es una buena persona, además solo hizo lo que le pedí. —me encogí de hombros tomando su mano y caminó hacia ellos.

-Tato quiero presentarte a Matt. —sonrió estrechando la mano de Matt, el cual tenía una mueca en el rostro. —Matt, él es Tato mi mejor amigo y es como un hermano. —fruncí mi ceño al ver que Jane se alejó saliendo de la carpa. — ¿los puedo dejar solos unos momentos? Tengo que hablar con ella. —Matt besó mis labios y me fui tras de Jane, la cual se recargó en un árbol.

-¿Qué quieres? No tengo ánimos de hablar contigo. —me dijo en cuanto me pare frente a ella. —déjame sola, ¿podrías escucharme solo una vez? —su actitud me está cansando demasiado.

-¿Quiero que me expliques por qué me golpeaste? no recuerdo haberte hecho algo, ¿o sí? —me cruzo de brazos mirándola. —además tu eres la menos indicada para estar enojada conmigo, te recuerdo que está boda es gracias a ti.

-Por favor... ¿de verdad lo vas a negar? —me miró molesta, aunque sus ojos estaban llenos de lágrimas. —los escuché, se querían ir juntos...

-Sí te refieres a lo que dijo Tato, sí me propuso irnos lejos porque él sabe que yo no quería esto, pero no nos fuimos, ¿estás celosa? —rodé mis ojos negando despacio. —no jodas, te lo dije y te lo repito, él es como mi hermano, en caso de que algún día nos vayamos de aquí te vamos a avisar y se te quieres ir con nosotros puedes hacerlo, no creí que nuestra amistad se rompiera tan fácil por un chico, pero te diré que ese chico no es capaz de romper nuestra amistad por una chica, que te quede claro que no me va a cambiar por ti, como tú me has cambiado por él a pesar de que te he dicho que no hay nada entre nosotros y ni siquiera lo conoces.

-¿Me rio? He visto cómo se miran, parece tu perrito faldero, no hace nada sin consultarte antes y sin contar que siempre te desvistes frente a él. —ella limpió sus lágrimas y se acercó más a mí. —te quieres hacer una santa, pero no lo eres, estás arrastrando a todos los que se te acercan a tu mi*rda.

-Parece que no me conoces Jane, porque nunca he dicho que soy una santa, soy una id*ota, más por querer a personas cómo tú, Tanto Tato cómo los demás saben lo que es la lealtad, saben que nuestra amistad de años esta antes que nada, nos hemos salvado la vida los unos a los otros tantas veces que no te las puedes imaginar, ninguno pondrá a una mujer o un hombre antes que nuestra amistad, eso hasta ellos te lo pueden dejar muy claro. —apreté mis manos en un puño mirando de reojo que Diablo y Tato se acercan.

-No Allison, tú eres la que no me conoce, estoy cansada de ti y estoy segura de que ellos también, ¿o me van a decir que les gusta que los trate así cómo basura? —levanté mis cejas mirando a los chicos.

-¿Los estás tratando de poner en mi contra? De verdad tan cagada estás de no tener lo que quieres, no eres una niña ni Tato es un objeto para que te pongas así por él. —no me quiero alterar, pero me está sacando de quicio.

-Solo digo la verdad, no puedes estar por la vida tratando cómo la mi*rda a las personas más si se supone que son tus amigos, Tato no es tuyo, no puede estarte diciendo que puede o no hacer, ustedes deberían alejarse de ella antes de que les haga daño...vámonos. —solté una carcajada mirándola.

-Me estas jodiendo, ¿cierto? Dices que yo no puedo decirles que hacer, pero tu si les ordenas que se vayan contigo...ay no. —me coloqué a lado de Jane mirando a los chicos. —se las voy a poner muy fácil, pueden irse con Jane si quieren, saben que no los voy a obligar a estar a mi lado, nuestros asuntos de negocios no tienen nada que ver con esto. así que pueden irse tranquilos si quieren.

-Bien, espero tengas palabra y no te arrepientas después queriéndoles hacer algo. —ella tomó la mano de Tato jalándolo para caminar mientras yo me acomodaba a lado de Diablo al ver que no se movió y se veía bastante molesto.

-Jane...yo no quiero ir contigo. —le dijo Tato quedando unos pasos frente a nosotros, pero retrocedió hasta mi lado. —no voy a ir contigo, ¿lo entiendes? —la incomodidad de tato se nota en su rostro.

-¿Cómo qué no? Ella ya dijo que no te dejará sin trabajo...por favor vámonos, no me siento bien aquí. —él negó despacio y fruncí mi ceño al verla sujetar su cabeza. —por favor acompáñame a mi departamento, no creo poder manejar así. —uhm... ¿por qué cree que usar chantajes funciona?

-Que te quede muy claro que no voy a dejarla,ella jamás me ha tratado mal, siempre ha estado para mí, cuidándome cuandotengo lesiones o estoy enfermo, lo siento mucho, pero yo ni te conozco, sihubiera sabido que estas así de loca nunca me hubiera metido contigo, pero teadvierto que sí por tu culpa ella se mete en algún problema con su jefe yo seréquien vaya por ti para hacerte pagar, nadie se mete con ella. —él pasó su brazopor detrás de mis hombros y no puedo negar que yo estaba sonriendo.

MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora