CAPÍTULO 22: ¡¿QUÉ DEMONIOS?! ¡¿SU NOVIA?!

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No puedo creer que la esté besando, sus labios son tan suaves, solo quiero comerlos, pero algo que me molestó un poco fue que no correspondía el beso, así que la levanté con cuidado y abrió la boca soltando un pequeño gemido que casi me volvió loco, aproveché para meter mi lengua, sentí como se empezó a relajar, pero de repente sentí un golpe en mi entrepierna mientras ella me miraba cómo si me quisiera matar.

-¿Q-qué mie*da te pasa? ¿Por qué me pegas? —le grité furioso al caer de rodillas al suelo, j*der sí que golpea fuerte. —creo que te has pasado un poco. —murmuré levantándome con cuidado.

-¡¿Cómo mie*da se le ocurre besarme de ese modo si ni siquiera lo conozco?! —me gritó, su rostro estaba rojo de la furia. —no puede hacer eso, no me importa si está diciendo la verdad o no.

-¡Soy tu novio! —me tranquilicé un poco y la sujeté del brazo. —vamos al hotel para que veas que tus cosas están en mi habitación, puedes preguntar en la recepción para que te confirmen que llegaste conmigo.

-¡Suélteme! Me está lastimando, ¿está loco? —gritó forcejando para soltarse de mi agarré, así que la cargué en mis hombros.

-¡Basta! ¡Deja de comportarte así! Te llevaré al hotel y de allí nos regresamos a nuestra casa. —camino con ella aun en mis hombros. —tienen que terminar de revisarte, puedes tener algo grave.

-Quiere decir que yo regresaré a MI casa, ¿no? —ella trata de mirarme a los ojos, pero ahora que lo pienso puedo llevarla a vivir conmigo, no pude evitar que se formara una gran sonrisa en mi rostro.

-Mmh...es NUESTRA casa, ya que vivimos juntos. —sonreí mientras le hago la parada a un taxi, le doy la dirección de la cafetería en donde dejé el auto y en cuanto llegamos, subimos a este.

-No puede ser, no recuerdo nada de lo que me está diciendo y siento que es mentira. —me miró confundida y suspiré sin dejar de verla. —por favor no me lleve al hospital...se lo pido. —se cristalizaron sus ojos y asentí despacio, creo que ya ha pasado suficiente cómo para que la haga sentir peor.

-Bien, no iremos, pero debes de hacerme caso en todo y no estoy mintiendo, confía en mí, te estoy diciendo la verdad. —yo sé que tal vez no duré la mentira para siempre, pero por ahora puedo aprovecharme un poco. Cuando llegamos al hotel la ayudé a bajar, subimos a la habitación y la dejé en la cama para después salir llamando a Ian.

-Por favor dime que la has encontrado. —me dijo angustiado en cuanto contestó. —la estuve buscando por todos lados, sin embargo, nada...estoy por llegar a la estación de policía, espero puedan ayudar.

-Sí...ya la encontré, pero ella no recuerda nada, le he dicho que soy su novio y que vivimos juntos. —hago una mueca, porque ya se el sermón que me va a dar. —estamos en el hotel.

-¿QUE TIENES EN LA CABEZA? ¿POR QUÉ LE DIJISTE ESO? —me gritó y me separé un poco el celular, se escuchaba realmente furioso, un poco más y me quedo sordo por sus gritos.

-Bueno es que sólo quería besarla...no sé qué me pasó y se me salió, no quería venir conmigo. —suspiré recargándome en la pared del pasillo. —no podía dejarla en ese lugar, menos con esos tipos.

-Llego en 10 minutos. —mencionó molesto antes de colgar, entré de nuevo en la habitación encontrándome con una Allison dormida, me quité la camisa caminando hacia ella, y me acomodé a su lado, tapándola con cuidado de no despertarla, luego de abrazarla me quedé dormido.

*Narra Allison*

Mi jo*do jefe me besó, ¡y el muy maldito me mintió! ¡a mí! ¡¿qué demonios le pasa?! ¡un día de estos se me hará torturarlo! No puedo creer que diga que vivo con él, es un... ¡ahg! Estoy tan cabreada que quisiera arrancarle lo que le cuelga, sin embargo, tuve que calmarme, más porque llegamos al hotel. Al estar en la me hice la dormida y él se durmió a mi lado, esperé un momento hasta estuvo completamente dormido, por lo que me levanté agarrando su celular, caminé hasta el baño marcándole a Tato.

-Hey...soy Allison. —suspiré sentándome en el suelo frunciendo mi ceño al sentir. —espero que ustedes estén bien. —murmuré pasando mi mano por el cabello.

-¿Qué pasó? ¿Cómo estás? ¿Te hizo daño?? Oyeee...vimos que te besó, picarona. —escuché cómo un golpe y a Diablo decirle algo, pero no entendí que fue. —era broma, maldito agresivo.

-¡Cállate imbéc*l! El muy idi*ta me dijo que yo era su novia y que vivíamos juntos...le voy a arrancar la cabeza. —traté de hablar lo más bajito posible. — ¿puedes creer que me mintió?

-¿Y por qué te dijo eso? Se supone que nada más te secuestramos, ¿no? —me dice confundido y rodé mis ojos. —bueno...no te puedes quejar, tú le estás mintiendo y mucho peor.

-Bueno...pues yo le dije que no me acordaba de nada, ¡entre en pánico! ¿qué querías que le dijera? —sujeté mi cabello con frustración jalándolo un poco. —ya lo sé, sin embargo, yo lo hago por una buena causa.

-Ya ves lo que causas con tus pendej*das, ahora por bab*sa te iras a vivir con tu jefe, debes aprender a hacer las cosas bien. —mi boca casi está en el suelo, sólo porque esta vez cometí un error ya me está tratando así, a este lo mato.

-¡No me hables así idi*ta! No me interesa lo que digas, ahora lo que vas a hacer es llamar a Marcus y que me saqué de esto, me la debe. —bufé levantándome del suelo. —ahora resulta que me regañas, bab*so.

-Oki doky, yo le aviso y después te marco, inteligente. — ¡se está burlando de mí! Le costará caro. —te quiero mucho, no me mates, pero es que tú también te pasas.

-Pero no me vayas a marcar a este número porque es el de mi jefe, ahorita me compras otro celular porque el mío ni p*ta idea en dónde quedó y lo mandas al hotel. —me miré al espejo haciendo una mueca, doy asco.

-Querrás decir...tu novio. —se rio y me colgó... ¡ahg! ¡Lo mato! me eche un poco de agua en la cara, para después borrar la llamada mientras salgo del baño, me acosté en la cama con cuidado de no despertarlo y no estar tan cerca de él ya que esta sin camisa, esto va a traer muchos problemas, lo presiento.

Me desperté al sentí una respiración en mi cuello, pero antes de que le rompiera la cara recordé quien era...mi jefe, me iba a levantar, pero su brazo me tenía fuertemente agarrada de la cintura, ¡genial! ¿puede pasar algo peor? Después de varios intentos de querer quitar su brazo, ¡por fin lo logre! Me levanté con cuidado de no despertarlo, agarré mi maleta y me fui a duchar, me tarde lo menos posible, encendí mi aerógrafo para maquillar mis tatuajes esta cosa hace un poco de ruido así que le puse unas toallas encima, comencé primero con mis piernas, después por mi costilla y por último mis brazos, sólo faltó una que otra parte del tatuaje de mi espalda ya que no soy tan flexible como para maquillarme por completo, saqué de la maleta una blusa negra, jeans del mismo color, mi chaqueta de cuero negra, botines, cuando estaba terminando de cambiarme escuché que tocaban la así que me fui a abrir rápido.

-¿Qué haces aquí idi*ta? —salí cerrando la puerta tras de mí ya que era Tato. — ¿cómo se te ocurre venir? Si me jefe te ve empezará a preguntar y es muy irritante, harás que lo mate.

-Te traje tu nuevo celular, les pedí que pusieran tú mismo número, además le hablé a Jasón para conseguir el número de Marcus, pero no me contestó, así que estamos solos en esto por ahora. —odio mi vida, lo sabía, nada me puede salir bien.

-Estábien, intentaré más tarde y sino a ver que se me ocurre, pero vete ya, noquiero que te vean. —se colocó unos lentes de sol y se fue. Suspiré entrando ala habitación encontrándome a mi jefe sentado en la cama, sin camisa, peroparece que está en las nubes ya que ni se ha dado cuenta que estoy aquí, ¿enque pensara?

MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora