CAPÍTULO 47: RENDIDA ANTE LA TENTACIÓN. (+18)

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-Amor...Matt, él es Richard mi papá y él es Frank mi hermano. —mi*rda...el sueño me hace decir babosadas... ¿en serio le dije amor? Trágame tierra...más por cómo los tres me están mirando.

-Le ofrezco una disculpa a los dos, me tomó por sorpresa verlos aquí en su habitación, pensé que eran ladrones. —dijo después de aclararse la garganta...hijo de su...estoy segura de que pensó que estábamos a punto de hacer un trio. —es un placer conocerlos. —estrecharon sus manos y no pude evitar sonreír al ver su mueca de dolor cuando mi papá y Frank apretaron su mano fuertemente.

-El placer es nuestro...hija, te espero esta noche en casa, tenemos que hablar y espero que a tu prometido no le importe que está noche te quedes a dormir con la familia. —miré a mi papá sonriendo amplio.

-Está bien papi, tranquilo estaré puntual en la casa, Matt no tendrá ningún problema con eso. —sentí cómo Frank me abrazo por los hombros y besó mi cabeza. — ¿verdad, Matt?

-Nosotros nos tenemos que ir, cualquier cosa nos llamas. —asintió caminando detrás de ellos cuando salieron de mi habitación, apenas iba a cruzar la puerta cuando sentí un tirón en mi blusa lo que me hizo retroceder mirando a Matt con el ceño fruncido.

-No creas que no hablaremos de esto. —me dijo molesto y asentí caminando en cuanto me soltó, pero eso no duró mucho porque me abrazó por la espalda lo que me hizo incomodar. Al bajar los vi rodando mis ojos porque estaban tratando de no reí.

-Te esperamos en la noche, hija, por favor se puntual. —mi papá quitó las manos de Matt bruscamente para abrazarme y besar mi mejilla. —evita el contacto físico mientras estén en mi presencia. —lo amenazó y solo moví mis labios diciéndole "gracias."

-Nos vemos más tarde, enana, señor un gusto conocerlo. —dijo Frank después de besar mi frente y estrechó la mano de Matt sonriendo, quise reír porque de hecho creo que mi tarado jefe es más joven que Frank.

-El placer es mío. —dijo Matt tratando de sonreír y en cuanto ambos se fueron cerró la puerta fulminándome con la mirada...estoy en problemas. — ¿por qué no me dijiste que vendrían? hice el ridículo frente a ellos.

-Porque no lo sabía, también me sorprendieron con su visita. —y eso es verdad, no me los esperaba. —no intentes culparme de tus impulsos, además... ¿no conoces a mi familia? Creí que sí ya que estamos comprometidos.

-Uhm...está bien, te lo dejaré pasar solo porque me llamaste "amor." —sonrió amplio y yo fruncí mi ceño...me da más miedo verlo feliz que enojado. —y no, no los conocía porque no habíamos tenido la oportunidad.

-SÍ...sobre eso solo se me salió, lo siento. —murmuré desviando la mirada. —tengo que ir a ducharme, tenemos que ir a trabajar. —no esperé su respuesta y corrí por las escaleras hasta entrar a mi habitación, quité mi ropa dejándola sobre la cama para después entrar a la ducha.

Abrí la llave dejando que el agua caliente recorriera todo mi cuerpo relajándome, cerré mis ojos soltando un suspiro para después comenzar a enjabonar mi cuerpo, no sin antes cerrar la llave porque obvio hay que cuidar el agua, no soy tan inconsciente. Unos minutos después termine de bañarme, pero cuando estaba a punto de cerrar la llave unas manos se posaron en mis caderas haciendo que soltar un pequeño brinco sorprendida, al mirar hacia atrás Matt estaba desnudo...mi*rda.

-Matt... ¿qué haces aquí? deberías salir... —relamí mis labios mientras se apega más a mi haciéndome estremecer al sentir su miembro duro en mis posaderas. —n-no, no creo que debas estar aquí.

-Solo déjate llevar...déjame darte placer. —susurró en mi odio mientras un delicado toque recorría mi cuello, su lengua salivando la zona de mi yugular. Sentí su mano deslizar a mi feminidad, estimulaba tan bien, sus dedos moviéndose sobre mi clítor*s. Jod*r...quiero gritarle que pare y se largue, pero no me salen las palabras, ¿tendrá que ver con la falta de sexo? No lo sé, pero creo que no quiero que pare.

En un giro fui golpeada contra la pared, pero no supe cuándo ni cómo, me hallaba sobre la cama, tan abierta para él y él tan dispuesto para mí. Su boca absorbía mis pezones, sentía dos de sus dedos entrar y salir, frenéticos en mi zona intima. Colapsaría en cuestión de segundos...estaba en el jod*do cielo. Sus ojos me miraban con sed, con deseo. Y yo correspondía a duelo de miradas, cómo si no quisiera gemir su nombre y él buscase lograrlo...jod*r en definitiva quiero tenerlo dentro de mí.

-Ahhh...si si, joder más. —lamió sus dedos con intensidad cuando los sacó de mi feminidad al hacerme llegar al orgasmo gimiendo fuertemente su nombre, se veía tan ardiente con su cabello alborotado y sudado, mientras yo, yo solo estaba perdida, agitada. Mis dedos deslizaban por la piel de su espalda, un pestañeo y él seguía allí, sobre mí en la cama, apreciándome...me sentía querida. Sus dedos viajaban en mis curvas prominentes, aquellas que buscaban una sentencia de ser descolocadas. Apoyando sus rodillas en el colchón, tomando impulso desde mis manos, su hombría entró lentamente en mí para después comenzar a embestir cada vez más rápido, se siente tan bien, sentía la absorción de mi vag*na en su miembro. Jadeaba en su oído al estar tan cerca, de mis labios se me escapaba su nombre y pequeñas maldiciones que lograba murmurar.

-Me gusta que me chupes así. —dijo con su voz ronca haciéndome estremecer, mis uñas se enterraron su piel y mi espalda se arqueó al sentir los golpes en mi punto, Lo admito Matt me está llevando al paraíso.

Los gemidos de ambos se hacían presentes en la habitación al igual que los golpes de la cama contra la pared, su boca buscó a la mía con desesperación, un beso que simplemente no sé cómo explicar, mordió mi labio para después adentrar su lengua a mi boca, su mano bajó hasta mi pierna apretándola con fuerza lo que me hizo gemir en medio del beso. Se separó para llevar su labios a mi cuello, besó, lamió y mordió la zona, seguramente estaré llena de marcas, pero eso es lo que menos me importa en estos momentos. Me sujetó con firmeza para así girarse y dejarme encima de él, entreabrí mis labios gimiendo sobre los suyos, sus dedos se enterraron en la piel de mis caderas, mis piernas quedaron a sus costados, una de mis manos se posó en su mejilla mientras la otra quedó en su nuca, empecé a mover mis caderas lentamente y mis gemidos fueron callados por sus labios.

-Matt...jod*r. —hice mi cabeza hacia atrás gimiendo fuertemente al sentir mi vientre contraerse, mis dedos se enredaron en su cabello mientras él se encargaba de succionar mi pezón y ayudarme a mover más rápido, después de unos cuantos saltos más me corrí gimiendo su nombre, apoyé mi frente en su hombro respirando agitada, jadeando al sentir cómo se corría en mi interior gimiendo bajo mi nombre. Tragué saliva aun con mis ojos cerrados.

-Eres mi pequeña princesa, mi princesa. —esas palabras me hicieron abrir mis ojos de golpe y sentir como si un balde de agua fría hubiera caído sobre mí. Lo miré fijamente mientras él acomodaba mi cabello.

-Matt...es tarde debemos ir a trabajar. —susurré levantándome despacio y mordí mi labio inferior al sentir una leve punzada, no solo en mi zona intima, sino en mi corazón al escuchar ese maldito apodo.

-Tienes razón es la primera vez que voy a llegar tarde. —dijo mientras se levantaba, besó mis labios y salió de la habitación dándome una muy buena vista de su trasero.

-Maldición Allison... ¡¿qué acabas de hacer?! —murmuré tirándome a la cama boca arriba y cerré mis ojos unos instantes. Después de unos minutos de estar reprochándome y de descansar porque si me duele todo, me fui a dar una ducha rápida, obvio no iré a trabajar sudada.

En cuanto estuve lista, me puse lo primero formal que encontré, una falda negra y una blusa de manga larga color blanca, lo bueno es que no tengo que maquillarme, bajé de inmediato no sin antes tomar mi bolso. Al ver a Matt esperándome me acerqué a él, besó mis labios y salimos subiendo ambos al auto.

Desdelo que pasó con Matt en la mañana «follaron, di lo que hiciste puerca» Tucállate, no te metas conciencia estúp*da. Como decía...ha estado más pegado amí, me pide cualquier cosa para que lo vaya a ver a su oficina y cuando voy me sujetade la cintura para besarme y lo peor no es eso, sino que él quería quitarme la ropa,pero no lo he dejado porque recordé las cámaras, además cómo si no fuerasuficiente Antonio y Troy entraron sin tocar...mi vida es un asco, pero el ladobueno es que...pues...debe de tener un lado bueno, ¿no?

MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora