CAPÍTULO 72: EL SECUESTRO.

36 2 0
                                    

-Eres una maldita mentirosa...nada que salga de tu boca lo voy a creer...espero que todos ustedes se pudran, son unos malditos delincuentes...aléjate de mí, no quiero a un asqueroso monstruo cerca de mí. —me soltó aventándome bruscamente lo que me hizo caer y rápidamente Carmen me ayudó a levantar.

-Ni crea que te puede tratar así. —dijo Tato a punto de salir tras él, pero negué despacio. —no me jod*s, él se tiene que arrepentir de lo que te dijo.

-Hey no...déjalo...ya le hemos causado bastante daño. —sollocé caminando a la oficina encerrándome y me senté en el suelo abrazando mis piernas recordando cada palabra.

-Por favor abre...hablemos hija. —escuché la voz de mi papá detrás de la puerta y negué despacio, aunque no pudiera verme. —abre por favor, si no voy a tumbar la puerta.

-Solo déjenme sola...encárgate de Alexey, por favor y que alguien vaya a revisar que Matt llegue a su casa. —si lo sé no debería, pero no puedo evitar preocuparme por él. No obtuve respuesta por lo que supuse que me hizo caso. —soy un monstruo para él hombre al que amo y lo seguiré siendo para protegerlo...

Ni siquiera sé qué me pasa, pero estoy segura de que estoy más llorona que nunca...tal vez ya perdí la poca estabilidad emocional que me quedaba, lo digo porque llevaba cómo una hora llorando si no fuera porque Diablo entró a la fuerza lo seguiría haciendo. Ahora me encuentro en su regazo mientras me abraza, me gusta que él me abrace se siente...bien.

-¿Estás más tranquila? —dijo limpiando mis mejillas con un pañuelo y lo miré asintiendo despacio. —debiste dejar que le dieran su merecido, pero él se va a arrepentir de todo lo que te dijo.

-Supongo que sí, no me esperaba que pasara todo esto tan pronto, sabía que iba a reaccionar así...pensé que estaría preparada para eso, pero no... ¿sabes? Lo que siento ahora no tiene comparación a lo que yo creí que era sufrir cuando pasó lo de Troy...me siento tonta. —no me di cuenta en qué momento me convertí en esto...no me gusta para nada.

-No lo eres, ellos son los tontos por no darse cuenta de lo increíble que eres y no le rompí la cara solo por ti...pero no voy a permitir que ni él ni nadie te lastimen de nuevo. —besó mi mejilla, pero me separé al ver entrar a Pedro cómo loco. — ¿Qué pasó? ¿estás bien?

-Tenemos un problema...Noah fue detrás de Matt para vigilarlo, pero él se dirigía hacia un bar, cuando Noah se dio cuenta que no era el único siguiéndolo nos llamó...estábamos hablando, pero la llamada se cortó...antes de eso se escucharon unos golpes muy fuerte y Noah ya no responde. —sentí un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo ante las palabras de Pedro. —unos se fueron al almacén de Joel, otros al hotel y nos toca ver el lugar en donde estaba Noah, nos alcanzó a decir porque calles estaba. —me levanté de inmediato sacando del cajón mi arma.

-Diablo necesito que tú y Tato vayan a la casa, tomen todas las armas que puedan, por favor no se separen...cuídense mucho, nos vemos aquí. —levanté mi celular del suelo y salí rápido subiendo al auto de Tato, le puse seguro mirando a Pedro por la ventana y negué despacio. —ve con ellos, necesito que rastrees el celular de Noah o de Matt. —aunque no quería aceptó de mala gana y me dio la dirección que le dio Noah antes de cortarse la llamada. Aceleré sintiendo un leve dolor en mi abdomen...mi*rda no es momento de sentirme mal.

Conduje lo más rápido que puede hasta llegar, me estacioné a un lado de la carretera y al bajar corría hasta los autos los cuales se encontraban volcados, revisé ambos, pero en estaban vacíos. Al ver el auto de Noah comencé a desesperarme ya que había demasiada sangre en el asiento. —mi*rda...porque no salí tras él. —caminé revisando el pavimento notando unas machas de las llantas que se forman al acelerar y cuando sonó mi celular conteste de inmediato.

-Hola hija...me alegro de que contestaras mi llamad,a ¿cómo estás? Espero que muy mal ya que tengo a tu noviecito o mejor dicho esposo y también a tu hermanito, si quieres volver a verlos tendrás que subir a la camioneta que pasara por ti, más vale que vengas sola o no tendré consideración con ellos. —apreté mi mandíbula cuando escuché a Joel y fruncí mi ceño acercándome al auto de Matt cuando me colgó, me acerqué a una de las llantas delanteras y mentí mano para sacar un gps que habíamos puesto antes, lo metí en mi zapato para después esperar sentada en el cofré de mi auto.

Lo más seguro es que me quiten el celular así que busque el número de Frank para llamarlo, pero la camioneta llegó parándose frente a mí, de ella bajaron tres sujetos los cuales me pusieron una tela en la cabeza, me quitaron el celular y me metieron al auto. Solo espero que se les ocurra revisar mis zapatos.

-No quiero ser aguafiestas ni frustrar su secuestro...pero tengo hacer del baño, de verdad que tengo que hacerlo o me haré encima. —llevamos cómo una hora y estos inútiles no conducen más rápido. —vamos no sean así, les juro que no les voy a romper las pelotas, ¡solo necesito hacer pis!

-Ya cállate estamos llegando y créeme que aun así te harás encima en cuanto veas lo que te espera. —dijo un tipo lo que me hizo rodar los ojos, ¿los secuestradores no se saben otras frases o qué?

-Serás el primero que le rompa las pelotas. —solo se escuchó su risa burlona y cuando la camioneta se detuvo me bajaron a jalones. Seguí caminando atenta a cada sonido, me di cuenta de que al entrar pasamos por una reja o alguna puerta de metal, bajamos unos cuantos escalones y me aventaron. —de verdad tengo que hacer del baño. —fruncí mi ceño quitando la tela de mi cabeza y al mirar a mi alrededor corriendo hacia Noah al verlo tirado en el suelo. —Noah despierta por favor...dios que te hicieron. —lo abracé a mi pecho sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.

-Que hermoso momento y que pena que es el último. —sentí un nudo en la garganta al revisar su pulso. —no aguantó mucho, tranquila no sufrió...tanto. —apreté mi mano en la camisa de Noah escuchando las estúpidas palabras de Joel, dejé un beso en su frente antes de levantarme y acércame a Joel, pero puso un arma en mi cabeza.

-Claro...cobarde cómo siempre, sin un arma o tus perras no eres nada, ¿verdad? —me sonrió burlón y dio unos cuantos pasos hacia atrás. —no te imaginas lo que voy a gozar acabar contigo. —uno de los tipos ató mis manos y me hicieron caminar detrás de Joel hasta entrar a otra habitación en la cual estaba Matt colgado de sus manos.

-¿Qué? ¿Te quedaste muda o acaso se te quitó lo valiente? —mis lágrimas comenzaron a salir al verlo golpeado y sonreí mirando a Joel. —qué bueno que sonríes porque de esta no saldrás viva.

-¿Crees que tenía planeado eso? No papi, si muero tú te irás conmigo...no pienso salir viva de aquí, pero tampoco dejaré que tú lo hagas...es una promesa. —su expresión se endureció y me dio un golpe en el estómago con su puño para después atar mis manos en los brazos de la silla con unos alambres de púas, respiré hondo frunciendo mi ceño y tratando de aguantar el dolor en mis brazos al sentir las púas enterrarse en mi piel.

-Créeme que cuando veas quién quiere saludarte te darán ganas de matarte. —salieron del lugar dejándonos solos y miré a Matt.

-¡Matt! Tienes que tratar de salir de aquí...jod*r por favor despierta. —me removí soltando un quejido y al ver que Jane entró parándose frente a mí solo la miré. —vaya...a la perrita le soltaron la cadena para dar un paseo.

-Allison no estás en condiciones de hablarme así, solo date cuenta en dónde estás. —reí apretando mis manos en un puño.

-No tienes idea de lo que te haré cuando salga de aquí. —la puerta de abrió de golpe y un hombre vestido con una camisa blanca y pantalón gris oscuro se paró a lado de Jane tomándola de la cintura. —me imagino que tú eres el noviecito de está, les diré una cosa si piensan que esto me va a detener están muy equivocados. —ese tipo me sonrió...siento que lo he visto en algún lugar.

Se acercó apoyando sus manos sobre las mías y apretándolas con fuerza lo que me hizo hacer una mueca. —no Anahí...esto no te va a detener, pero yo sí, ¿acaso ya me olvidaste, princesa...?   

MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora