CAPÍTULO 26: REGAÑADA.

4.3K 167 1
                                    

*Después de unas horas*

¡Jod*r! Mi cabeza duele horrible, me levanté del suelo y busque unas pastillas, las tomé escuchando que tocaron la puerta...Ese maldito tipo me golpeó, revisé la habitación, pero la maleta de Allison no estaba, volvieron a tocar la puerta y la abrí de mala gana encontrándome con Ian.

-Qué carita, ¿qué te pasó? —me preguntó riéndose de mí. — ¿no me digas que Allison te golpeó por revisar su maleta? —negué despacio haciéndome a un lado para dejarlo pasar.

-Un tipo estuvo aquí para llevarse la maleta de Allison, no se la di y me golpeó con algo en la cabeza. —le dije sentándome en la cama. —ella no ha regresado desde que discutimos en el hotel.

-Uhm...sobre Allison, le llamé a un amigo para que investigará, se regresó a New York, supongo que regreso a su casa, ¿sabes hasta dónde recuerda? —me miró levantando una ceja. —no debiste mentirle, es una buena chica.

-¿Que? ¿Cuándo se fue? No lo sé, no le pregunte, pero tal vez olvidó algunos meses. —debo de aprender a controlar estos malditos celos, no sé qué me pasa. —ya lo sé...sin embargo, no puedo decirle la verdad, no ahora.

-¿Cuánto estuviste inconsciente? —se ríe sentándose a mi lado. —hermano, ella te va a matar, ese golpe no será nada a comparación con lo que te hará cuando se entere.

-¡Cállate! No tengo ni idea, pero no me puedo ir ahora tengo que arreglar unas cosas con Antonio y me tienes que ayudar. —le dije agarrando unos papeles.

-Está bien, ya que. —bufa mirándome y se sentó a mi lado quitándome algunas carpetas para revisarlas. —sabes que sí, ¿ahora que pasó?

-¿Sabes si Allison se fue sola o con alguien? —gruñí de sólo pensar que un hombre está a su lado. —te contaré con detalle, pero primero responde lo que te pregunte.

-Uhm creo que iba con un amigo. — ¡joder! Espero que no sea el mismo tipo. —no exageres, debe de ser el hombre que mandó a recoger la maleta, por lo menos no se fue sola, así nadie la atacará de nuevo.

-Si claro...un amigo. —mi sangre está que hierve... ¡jod*r! ¿por qué se fue con él y no conmigo?

*Narra Allison*

Después del largo viaje por fin llegamos a mi departamento, pero antes de bajar del taxi recibí una llamada de Marcus diciendo que me quería ya en el hotel, puff...yo que quería dormir, tardamos cómo 20 minutos en llegar, Tato pagó y yo me fui directo al elevador, sólo espero no tener más problemas, no estoy de humor para pelear, aún me duele todo mi cuerpo por los golpes y aunque parezca que no, si duele, quisiera llorar, pero no puedo, más bien no me permito llorar por esas estupid*ces.

-Hey...en qué piensas, has estado muy rara últimamente. —me preguntó Tato, ¿a qué hora entraron? — ¿pasó algo más que no nos estes contando? Vamos sabes que puedes confiar en nosotros.

-Pues pienso para que me quieren ver y pues sí, soy rara qué más da. —hago una mueca y ellos ríen. —no pasó nada grave, solo estoy estresada, no me gusta que ellos estén aquí.

-Espero que no sea por algo malo. —se abren las puertas del elevador y salimos, no quiero entrar.

-Yo igual, pero si no es así ya que. —toqué la puerta y luego de unos segundos abrió Pedro. —hola feo. —murmuré sonriéndole levemente y se hizo a un lado dejándonos pasar.

-¿Por qué regresaste tú sola? —me dijo mi papá algo molesto en cuanto entre a la habitación. —no debiste dejarlo solo, tienes que estar con él en todo momento.

-¡Porque el muy maldito de mi jefe después de que me golpearon me llevó a comer por negocios y me insultó! —le dije enojada, ahora yo tengo la culpa, no puedo creerlo.

-¡Aun así no debiste volver sin él! ¿Tienes que ser su novia no lo entiendes? —se paró frente a mí frunciendo su ceño y lo mire seria.

-¿Que no escuchaste que me golpearon? ¡Jod*r te importa más que sea su novia que mi maldita salud! —le dije furiosa levantando más mi rostro hacia él, no me va a intimidar.

-Pero ya debes de estar acostumbrada a eso o, ¿no? —si yo estoy furiosa él está mucho peor. — ¿acaso no te dan palizas todo el tiempo? —su pregunta en serio me tomó por sorpresa.

-No sé de qué hablas. —lo miré confundida cruzándome de brazos. —no me cambies el tema, te importa más que sea su novia y no que me hayan golpeado.

-¿No sabes? ¿Y las malditas peleas qué? ¿Es una jod*da doble? ¡No me digas que no eres tú y para el colmo también carreras! ¿Qué tienes en esa maldita cabeza, niña? —mi*rda...pero a mí nadie me grita.

-¡A mí no me grites! ¿Quién te crees para regañarme? —bien...mi paciencia se fue a la mierda. —no tienes derecho a juzgarme, ni a comparar mi trabajo a algo que estoy haciendo por ti.

-¡Soy tu padre y no me hables así! ¿Cuándo pensabas decírmelo he? —se acercó más a mí ¿pero quién le dijo? —estás metida en cosas ilegales, ¿crees que eso está bien? Somos de la CIA.

-¿Cómo te enteraste? —gruñí...obvio ya sé quién fue el chismoso. — ¿ya me puedo reír? Lo que hago no es más ni menos ilegal de todo lo que hacíamos y lo que ustedes siguen haciendo.

-¡Eso no importa y contesta lo que te pregunte! — ¡el único que sabía era Pedro! Hijo de puta, lo voy a matar, lo miré y me tiré encima de él ignorando los reproches de mi papá.

-¡Maldito traidor! —le di un puñetazo en la cara. — ¿por qué abriste tu maldita boca? —le di otro golpe y otro, después sentí como me levantaban. — ¡suéltame! Le daré su merecido por bocón.

-¡Yo no le dije nada! ¿Qué te pasa bab*sa? —dijo levantándose y le di una patada en la entrepierna. —hija de...maldita sea, yo no dije nada. —susurró cayendo de rodillas y agarrando su entrepierna.

-¡Bab*sa tú, estúp*do! —Iván era el que me tenía agarrada y lo miré mal. — ¡tú suéltame! Te juro que te irá mucho peor, suéltame ya. —no soporto que me agarren por la espalda.

-Sólo si te controlas, Allison. —me mira haciendo pucheros y yo solo rodé los ojos sin dejar de removerme para zafarme de su agarre.

-Él no me dijo nada, yo estuve averiguando TODO lo que has hecho en estos años. — ¡estoy jod*da! ¡¿Maldita sea porque se meten en mi vida así?!

MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora