58. Mi victoria silenciosa.

2.6K 189 24
                                    

Me senté al lado del cuerpo de Fred, soltándome a llorar con las manos tapándome la cara. Noto una mano posarse en mi hombro y al mirar entre mis dedos, veo que es Tracey. Después, veo como le quita a Fred algunos trozos de la pared que aun le quedaban encima.

-No llores.- murmura Tracey.

-Está muerto...- digo junto a un sollozo.

Ella no contesta nada. Sin embargo, pone la mano sobre el cuello de Fred.

-No llores.- repite.- No está muerto.

-Le he buscado antes el pulso y no lo he encontrado. No estoy para tus bromas de mal gusto.

-No es broma.- me dice, cogiéndome la mano para ponerla sobre el cuello de Fred.- Estabas temblando. Seguro que la paranoia de pensar que está muerto, te hizo creerlo.

-¿No está muerto?- dice el chico pelirrojo que estaba con él. Se estaba secando las lágrimas sentado cerca nuestro.- Aun así, tenemos que llevarlo a la enfermería. No estamos lejos, dos podemos cogerle y una que nos proteja por el camino.

El chico, que después se presenta como Percy, coge a Fred por los hombros, mientras yo le cojo por las piernas y Tracey iba unos pasos por delante por si acaso. Por suerte, no nos encontramos con nadie, ni de un bando ni otro. Unos diez minutos después, Fred ya estaba sobre una camilla y un medimago le atendía.

Percy quería ir a seguir luchando por la zona en la que estaban antes, así que nosotras también decidimos seguir ayudando. Aquí no podía hacer nada por Fred, solo quitar espacio a los demás heridos.

Cuando llevamos una hora luchando, la voz de Voldemort resuena por todos lados. Nos felicitaba por nuestra valentía, dándonos una hora para atender a los heridos. Al final, que si Harry Potter no aparece ante él, la guerra se reiniciará, uniéndose él mismo a la lucha.

Tracey y yo nos miramos cansadas. Los dos últimos mortifagos que se nos habían cruzado, nos hirieron antes de que los dejáramos inconscientes. Olíamos a sangre y sudor.

-¿Vamos a ver a Fred?- le pregunto.

-Claro...- murmura Tracey, con una sonrisita misteriosa.- Así que te has decidido por el Gryffindor.

-¿Decidido?

-La última vez que hablamos de tus amoríos, fue hace unos años por la Amortentia. Dijiste que Nott estaba excluído, el chico-gato era un pesado y que Fred era Fred, por lo que no contaba. Pues para no contar...

-Las cosas cambian.

-Tendrás niños con el pelo color zanahoria, ¿has pensado en eso?

-Ni siquiera he pensado en niños... ¿Y tú qué? ¿Algún amor que no me has querido contar?

-Si salimos de esta, te lo contaré. Hasta entonces, quédate con la duda y tus hijos zanahorias.

Me río en bajo, ya que estábamos entrando a la enfermería. La familia Weasley se encontraba alrededor del cuerpo de Fred, que seguía tendido en una camilla. También me fijo que hay unos cuantos cadáveres por la sala. Seguro que mi familia no está ahí, estarían muertos por algún pasillo de Hogwarts o esperando para seguir matando.

-¿Qué tal está?- le murmuro a George, acercándome a la camilla.

-Dicen que bien. Pero hasta que no se despierte y haga un chiste malo, no me creo nada.

Unos gritos provenientes de fuera, hicieron que giráramos la cabeza hacia la puerta. Algunos curiosos salían fuera y, como yo también lo soy, salí a la entrada.

-¡Harry Potter está muerto!- gritaba una y otra vez Voldemort, mientras sus seguidores le vitoreaban.

Ron, Hermione y Ginny se encontraban llorando y gritando. Yo no me lo creía, hasta que veo como Hagrid llevaba el cuerpo sin vida del elegido. Todos están consternados, nadie se cree lo que está pasando.

En un instante, Neville Longbottom mata a la serpiente de Voldemort, a Nagini. Por esto la guerra vuelve a comenzar, con un montón de hechizos por el aire. Tracey me coge del brazo para meterme dentro del castillo poniéndonos a cubierto.

Hacemos la misma técnica que habíamos hecho durante todo el día, espalda contra espalda. Intento reconocer a la gente a la que disparo, pero de momento no he matado a nadie a quién quiera, gracias a Merlín. A veces, hasta miraba a quién disparaba Tracey, por si acaso.

Oigo un grito de sorpresa, para descubrir a Harry Potter vivo. Este empieza a gritar que nos alejemos, ya que la guerra era entre Voldemort y él. Ambos empiezan a girar en círculos, mientras Harry le decía algo sobre que la varita que usaba el Señor Tenebroso no le era fiel.

Voldemort ataca a Harry con un Avada Kedavra, y simultáneamente Harry lanza un Expelliarmus. El hechizo de Voldemort rebota por culpa de la varita, así que el Señor Tenebroso muere instantáneamente.

Yo no puedo abrir más los ojos. ¿Esto es real? No debo ser la única anonadada, pues un silencio inunda el Gran Comedor. Luego todo el colegio suelta un grito de victoria y algunos felicitaban a Harry. 

-Hemos sobrevivido.- dice Tracey, abrazándome y riendo como una loca.

-Por Salazar, lo hemos hecho.- ¿Pero lo habrán hecho los del otro bando? pienso.

-Parece que lo van a celebrar a lo grande. ¿Nos unimos?

-Necesito buscar algo. Luego vengo.

-¿Estás bien?- me pregunta preocupada.

-Sí, tranquila, ahora vengo.

Salgo del Gran Comedor dirigiéndome hacia los pasillos. Voy andando lentamente mirando los cadáveres abandonados de los mortifagos. Los conozco. Quizás no crucé más de cinco palabras con ellos. Pero sabía cómo se llamaban, de quiénes eran familia o por qué luchaban junto a Voldemort.

Busco a mis padres, a Eric, a Igor, a Draco... A quién sea que por un momento me llegó a importar.

Sin embargo, no encuentro a nadie. Puede que hayan huido, sobrevivido o muerto en otro sitio.

No sé qué ha sido de ellos. No sé si Fred despertará. No sé si soy huérfana. No sé si todos mis amigos están bien. Y no sé qué va a pasar conmigo.

Pero sí sé una cosa: durante toda mi vida he estado buscando algo mejor. Y no voy a dejar de hacerlo...

La Slytherin de dos carasWhere stories live. Discover now