17. Os noto... más maduros.

3.6K 279 3
                                    

Estuve hablando con Igor durante la cena y resultó ser un chico muy simpático, aunque un poco reservado. Entonces, Dumbledore fue a hablar otra vez y nos interrumpió.

El conserje Filch sacó un cofre muy grande y con joyas. Mientras, Dumbledore explicaba todo lo relacionado con el Torneo. Según él, el juez imparcial será el cáliz de fuego. ¿Qué era eso? ¿Cómo sería capaz de elegir a los campeones?

Los que querían participar, tenían que escribir su nombre e introducirlo en el cáliz. Yo, por la edad, ya no podía participar; aunque, si hubiera podido, tampoco me vería capaz de hacerlo.

Los aspirantes tenían hasta mañana, el día de Halloween, por la noche y el cáliz estaría en el vestíbulo. Para evitar menores de edad, Dumbledore trazó una raya de edad que no se podía pasar a no ser que seas mayor de 17. Terminado su discurso, nos mandó a dormir.

El director Karkarov vino a nuestra mesa para llevarse a sus alumnos al barco.

-Espero que nos volvamos a ver.- me dijo Igor guiñándome un ojo y yéndose detrás de Viktor Krum, sin dejarme tiempo ni siquiera a contestarle.

-¡Vaya, con la remilgada!- oigo una voz venenosa a mi espalda, haciendo que me dé la vuelta y me encuentre con Pansy.- Pero bueno... me alegro por ti. Eso de que estuvieras enamorada por alguien que no te quiere, te iba a hacer daño.

Todo mentira. Su sonrisa falsa me lo confirmo. ¿Qué rayos le pasa este año a Pansy conmigo? Esto no hizo que me sentara mal. Igor era genial y puede que en un futuro me llegara a gustar. Puede que el padre de Igor no sea de fiar, pero seguro que Igor piensa lo mismo del mío.

Me fui a dormir y, por primera vez desde hace tiempo, no pensé en mi rencor hacia Nott. Sinceramente, no pensé en él...

Al día siguiente, aun siendo sábado, todos parecíamos de acuerdo en levantarnos pronto. Tracey y yo nos fuimos al Gran Comedor a por unas tostadas, pero nos quedamos desayunando en el vestíbulo, donde estaba puesto el cáliz. Por lo que nos contaron, todos los de Durmstrang ya habían introducido su nombre.

Tracey me dijo que iba a ir a la Sala Común a por el ajedrez mágico, para salir a jugar al jardín todo el día. Le iba a acompañar, pero me dijo que no tardaba y me quedé sola en uno de los pasillos para esperarla.

Algo pasó en el vestíbulo porque se oyeron risas, pero yo me quedé en el pasillo. Ya me enteraría por Pansy, alias "la que se entera de todo".

Por el final del pasillo, el que da al vestíbulo, vi venir a los gemelos, aunque diferentes. Puede que sea porque cada uno lleva una barba. Esta es una buena ocasión para meterme con ellos por una vez...

-¡Hola!- les dije, con una sonrisa malvada.- Hoy os noto diferente... No sé... Más maduros.

-¡Qué graciosa!- dijo uno de ellos.- Yo pensaba que los de Slytherin erais demasiado serios...

-Bueno, hay de todo.

Me lo estaba pasando bien, pero siempre tiene que venir alguien a fastidiarlo...

-Iris, no sabía que te juntabas con los Weasley.- dijo Pansy, escupiendo la última palabra.- Son inferiores, no deberías ni mirarlos. Son pobres y, además, traidores a la sangre.

-Pansy, no te muerdas la lengua que te envenenas.- le dije sin pensar. Se quedó bastante sorprendida porque debía de creer que pensaba como ella.

-¿Los defiendes?- me preguntó Pansy, boquiabierta.

-No, solo que tú eres la menos indicada para menospreciar la sangre de los demás. Los Parkinson tenéis buena sangre, pero los Moon somos mejores. Bueno, a no ser... A no ser que te cases con Malfoy, algo bastante imposible siendo que te ignora. Tiene que ser muy triste estar enamorada de alguien que no siente lo mismo, ¿verdad?

-¡Supera lo de Nott!- me gritó, mientras se iba roja de la furia.

-¡Lo tengo superado!- le grité, aunque debía ya de estar muy lejos.

Yo solo había dicho la verdad y ¡que ganas tenía! Era a la que más odiaba. Pansy es una víbora y por fin se la he devuelto. Me sentía muy bien conmigo misma.

-¿Nos has defendido?- me preguntó uno de los gemelos, sacándome de mis pensamientos.

-No, solo me quería meter con ella.

-Sí, claro... Lo que pasa es que nos has cogido cariño.- dijo el otro gemelo, haciéndome rodar los ojos.

-Deberíais ir a la enfermería pronto.- les espeté.- El hechizo os ha dañado el cerebro.

Me di la vuelta y me fui, recordando que estaba esperando a Tracey. Cuando la encontré, salimos fuera y estuvimos jugando al ajedrez mágico durante todo el día.

-¿¿Qué le has dicho qué??- me gritaba Tracey, después de contarle lo sucedido con Pansy.- ¿Sabes que te acabas de meter con la abeja reina de nuestra Casa?

-Eso tengo entendido...- le dije indiferente, mientras observaba mis fichas.

-Recapitulemos...- empezó Tracey.- Primero, se lo merecía. Segundo, ahora cree que eres una traidora a la sangre por defender a esos. Tercero, se lo merecía.

-Eso ya lo has dicho.

-Es que se lo merecía mucho.- no pude evitar reírme por el comentario de Tracey.- Ahora en serio... Puede que algunos de Slytherin estén en tu contra.

-Mierda... Pero bueno, jaque mate.

Por la noche, fuimos al banquete de Halloween. Iban a decir quiénes iban a participar en el Torneo.

Cuando me senté en la mesa de Slytherin, vi varias caras de odio. Normal, me he metido con la "princesa" de Slytherin. El caso es que me daba igual. Estuve un poco atenta a como susurraban y me miraban, hasta que Igor llegó y se sentó enfrente mío como la noche pasada. Para saludarme, solo puso su típica sonrisa que anunciaban problemas.

El primer campeón en salir fue Viktor Krum, de Durmstrang. Sabía que Igor había participado, pero no se le veía ni decepcionado ni sorprendido. Viendo como el profesor Karkarov trataba a Krum, supe que era de esperar. Luego me entristecí. Le trataba mejor que a su propio hijo, aunque este no parecía molesto.

El segundo campeón en salir fue Fleur Delacour, de Beauxbatons. No la conocía, por lo que no sé nada de ella.

Y, por último, Cedric Diggory, de Hufflepuff. Me hubiera gustado que hubiera salido un Slytherin, pero... que se le va a hacer.

Se suponía que el Torneo de los Tres Magos estaba compuesto por tres magos, pero no. No si Potter también podía participar. Y eso mismo fue lo que pasó.

La Slytherin de dos carasWhere stories live. Discover now