La Slytherin de dos caras

32. Un futuro para mí.

Que Fred y George se fueran, fue un poco triste. De más joven pensaba que el día que llegara esto sería la más feliz, pero no. Se le coge cariño a esas cabezas huecas...

Además, desde que Tracey y Derek estaban juntos, ambas nos distanciamos. No quería tampoco molestarlos, metiéndome en medio, ahora que estaban consolidando su relación.

Nott pasaba de mi tanto o más de lo que pasaba yo de él. Si pensaba que lo había hecho bien con Daphne, estaba equivocado. Viendo como podía llegar a comportarse me asqueaba.

Daphne, Pansy y Millicent iban siempre a otro compás de mi canción, tenían una mejor amistad entre ellas y lo entendía.

Con los chicos, al estar siempre Nott, pasaba menos tiempo. Salvo con Zabini, el ajedrez mágico después de comer nunca nos lo saltábamos.

Y Eric... Era difícil vernos. En forma humana, claro. Las chicas no salían mucho de la habitación ni de la Sala Común, así que Eric no se fiaba de transformarse.

Todo parecía cambiar...

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Entré al despacho del profesor Snape nerviosa. Me había llamado para las reuniones de orientación vocacional que todos los alumnos de mi curso teníamos que tener con nuestro Jefe de Casa.

-Bien, Moon, siéntate. ¿Qué tienes pensado hacer en el futuro?

Ni un saludo ni nada. No sabía qué responder, ¿qué quiero hacer o qué quieren que haga?

-Nunca he pensado en ello...

-Pues ya es hora de que empieces.

-Solo quiero sobrevivir a lo que venga.- murmuro.

Snape se me queda mirando. Por lo que he oído, sabe de lo que estoy hablando.

-Se te dan bien las pociones, podrías trabajar preparando en el Hospital. O sustituyéndome en un futuro.

Snape empezó a rellenar una hoja, donde iba apuntando las asignaturas optativas que tendría que estudiar más para llegar a ser eso.

Todo el mundo parece que tiene derecho a decidir mi vida... Pero me alegro de que Snape lo haya hecho y me haya enseñado una vocación que me guste.

Al tener un poco más claro que camino quiero seguir (al final Snape me ayudó mucho), fui a los TIMOs decidida a sacar las mejores notas, o al menos intentarlo.

Al terminar, tenía una buena sensación... A ver si era verdad y podía seguir adelante con todo aprobado.

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Cerraba los ojos con fuerza mientras esperaba que me dieran el resultado de los TIMOs. Por fin sentí un pergamino ponerse en mis manos y, con miedo, abrí un ojo.

-¡Por Salazar! ¡Lo he hecho!- empecé a gritar.

Algunos me miraban mal, pero me daba absolutamente igual. Había aprobado todas, algunas con peor nota sin embargo eran todas. Pasaba al siguiente curso perfectamente.

Y así, terminó mi quinto curso...