XLVIII: Lo necesito

Start from the beginning
                                    

El féretro bajó lentamente y sentí como si me estuviese ahogando en ese momento, no podía entender cómo alguien lleno de vida hace una semana, ahora estaba siendo sepultado frente a mis ojos. No quería aceptarlo, no podía.

— Esto lo hice para ti – le dije al padre de Frank una vez que todos se habían acercado a él para darle las condolencias. Él aún con lágrimas en sus ojos lo aceptaba e intentaba sonreírme, me acerqué torpemente a él para abrazarlo.

— Lola – la mamá de Frank me hablaba por la espalda – ¿Te vas con nosotros?

— ¿Qué quiere decir con me voy con ustedes? – pregunté sin comprender.

— Iremos a mi casa, obviamente estarás allá ¿no?

— Yo...

¿Cómo le decía que Frank y yo no estábamos juntos? De seguro no sabía, quizás él no había tenido tiempo para decirle.

— Irá Hope, iremos todos – las palabras del padre de Frank me calmaban.

— Sí, pero creo que me iré con mamá

— Al fin la conoceré – decía Linda con una sonrisa.

Se sentía raro, todo era extraño. La casa de Linda estaba repleta de gente que no conocía aparte de mi círculo de amigos. Intenté quedarme lejos de él.

— Al fin nos conocemos – le decía Linda a mamá.

— Si, un poco tarde – el sentido del humor de mamá no me agradaba, no en ese momento.

— Lo sé, pero no creo que sea algo duradero – supuse que se referían a la ruptura.

Yo estaba ahí, junto a ellas y podía escuchar todo lo que hablaban, pero simplemente hablaban como si estuviesen solas.

— Frank está pasando por un mal momento, todo se arreglará Lola – me decía Linda con una sonrisa en su rostro.

¿Qué mierda? Le sonreí sin ánimo alguno y me alejé de ellas. De lejos podía ver a todos conversaban con Frank en un improvisado círculo donde yo no estaba incluida.

— ¿La sostienes por un segundo? – era Amelie que tenía a Lena, la hija de Jo mientras ella y Ray hablaban con Frank.

— Seguro – tomé a Lena, estaba grande, tenía al menos unos tres meses.

En segundos Amelie desapareció por completo y me dejó ahí, con mis manos ocupadas en Lena que dormía plácidamente en mis brazos.

— Gracias – decía el padre de Frank acercándose a mí mientras mecía al bebé.

— De nada

— Lo guardaré por siempre – sonreía complacido – La hija de Ray es adorable – pasó su mano por el claro cabello de Lena – algún día tendré nietos o eso espero – suspiró

No dije nada, me pareció incomodo su comentario.

— Está molesto, confundido. Y no sólo contigo, ya viste como me trató ese día, que yo era mal padre... – arqueó sus cejas – pero esto de ustedes, no sé cuál fue la razón del término de su relación pero sea lo que sea, hay algo seguro y es que ustedes se quieren– suspiró hondo – tú lo quieres mucho, lo he visto, he sido testigo de eso hace un mes, vi cómo sin necesidad alguna cuidaste a Frank por más de un mes, dejaste tu vida de lado para dedicarte a... él, tan sólo dale un tiempo.

¿Darle un tiempo? Si ya le había dado mucho, y ya pensaba que no había futuro entre nosotros. Ahora podía comenzar a aceptar que se había terminado para siempre.

𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐃𝐎𝐎𝐌𝐄𝐃Where stories live. Discover now