Instinto

Epílogo (3)

Giré mi cuerpo sobre el colchón tratando de sentir el pesado y duro cuerpo de Harry pero no había nada, las sábanas aún permanecían cálidas.

Abrí paulatinamente los ojos y pude ver que aún ni si quiera había amanecido, así que me puse en pie y salí de la habitación a sabiendas de que Harry no estaba en el baño.

Iba a bajar las escaleras cuando vi la puerta de la habitación de Andreas entornada así que la abrí lo suficiente como para ver, gracias a la lámpara de luz pequeña de color turquesa, a Harry sentado en el suelo sosteniendo a nuestro bebé con un brazo y con la mano libre tenía un puñado de papeles que no alcancé a saber de qué trataban.

Andreas tenía sus manitas y piececitos enganchados al torso de su padre quien giró el rostro nada más verme.

"Hola" murmuré sin querer despertar a nuestro hijo.

Harry sonrió amplio con varias lágrimas cayendo por sus mejillas.

"Hola omega".

Entré por completo en la habitación y me senté a su lado.

"¿Qué pasa?"

"Andreas vino a la cama porque había tenido una pesadilla".

Asentí lentamente mientras acariciaba los rubios rizos de nuestro pequeño.

Mi mirada viajó hacia las hojas y mi estómago se encogió, oh dios.

"¿Cómo has...?"

"Tu hijo tenía la caja en su cama, la abrí porque no sabía que era y... vi mi nombre en el sobre".

Tragué duro.

"Dijo que mami se la había dado para guardarla como un secreto".

Sonreí al recordar aquel momento.

Un mes atrás...

"Mami  ¿qué hades?" 

Andreas retiró la silla frente a mí y con dificultad consiguió subirse sin ayuda alguna. Colocó sus manitas encima de la isla y se aproximó lo suficiente para que nuestras cabezas chocasen suavemente.

"Mami..., quiedo ved"  se quejaba entre pucheros.

"Estoy escribiendo amor".

"¿Qué?"

Alcé la vista del papel y le sonreí.

"Una carta para papá".

Rió mientras comenzaba a dar palmadas.

"Papi".

Asentí.

"Le digo que le quiero".

"Yo también quedo" dijo antes de fruncir sus labios.

"¿Ah sí? ¿y qué vas a escribirle bebé?" pregunté curioso.

Me levanté para coger su caja de colores y se lo coloqué frente a él junto a una hoja de papel.

Comenzó a buscar alguno con el que garabatear.

"Que le quedo muto muto y que compe helado".

Reí fuerte sin poder contenerme.

"Pero no se la vamos a dar cuando vuelva hoy de trabajar".

"¿No?"

"No".

"No, ahoda no" negó con su cabecita efusivamente, pequeños caracolillos rizados meciéndose y chochando de forma tierna con sus regordetas mejillas. "Mami..."

"¿Sí?"

"¿Cuándo?"

Me humedecí el labio inferior.

"Cuando la acabe".

Asintió y sin decir nada más volvió su vista al papel pintando más aún como si le fuese la vida en ello.

Tras varios segundos en los que solamente le miraba con detenimiento, volví mi atención a la carta para acabarla.

"¿Ya?" preguntó.

Le miré nuevamente.

"¿Ya qué mi vida?"

"¿Acabado ya?"

Sonreí.

Eché un breve vistazo a la carta y tras escribir el final asentí.

"¿Sabes? creo que mejor cuando tú acabes".

"¡Yo ya!" gritó entusiasmado levantando la hoja.

"Oh que bonito, que bien escribes".

"Lo sé mami, mejo que papi".

Una carcajada se escapó de mis labios.

"¿Y si hacemos una cosa?"

Asintió y se acercó más a mí apoyándose por completo en la mesa para dedicarme toda su atención.

"Yo te lo doy en una caja y tú la guardas".

Asintió efusivo.

"Yo guado".

"Como un secreto ¿eh? no puedes decírselo a papá aún".

"No no, sedeto" respondió tapándose la boquita con sus pequeñas y regordetas manos.

Miré nuevamente al alfa a mi lado sosteniendo a nuestro pequeño bebé trayéndome de vuelta a la realidad.

"¿Y bien?"

"Solo necesito una cosa".

"¿Cuál?"

"Que te pongas de rodillas y me coloques el anillo".

Reí bajo para no despertar a Andreas.

"¿Eso es un sí?" pregunté un poco inseguro.

"Sí omega, claro que quiero casarme contigo".

Andreas se removió incómodo sobre Harry.

"Creo que será mejor dejarle en la cama y salir para no despertarle".

Asentí.

Me puse en pie y esperé a que le acostase, tras arroparle le dimos un beso en la cabeza y cerramos con cuidado la habitación.

Me tendió la mano y me llevó hacia nuestra habitación.

Cogí el anillo de entre los cajones de mi ropa y me hinque en el suelo antes de abrir la caja.

"Harry Edward Styles ¿quieres casarte conmigo?"

El alfa se arrodilló y asintió.

"Me encantaría ser tu marido omega".

Le coloqué el anillo entre risas y nos fundimos en un efusivo beso que no pudimos controlar.

"Te amo omega, gracias por darme esta familia, no sé qué haría sin ti ni sin Andreas".

"Yo tampoco sé que haríamos sin ti".

FIN 

Esto ya ha acabado y yo solo quiero LLORAR. Gracias por todo el apoyo os prometo que jamás imaginé que lo leería tanta gente... os lo agradezco enormemente.

NUEVA FIC SUBIDA "NO TIME" espero que le deis una oportunidad (es larry y omegaverse)😉