Capítulo 8

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"Creo que es mejor que me vaya ya..." dije acariciando mi brazo.

Las vistas del piso eran preciosas, situada en la parte alta de la ciudad podía contemplar la playa, el olor del mar haciéndose presente en el espacio, acariciandome mientras el susurro de las olas y gaviotas me arrullaban.

Desde que Harry había aparecido me sentía extrañamente incómodo y era agobiante porque su imponente e intenso aroma ahora impregnaba todo el piso, a diferencia de esta mañana cuando desperté, al parecer hacía tiempo que no aparecía por aquí ya que no hubo rastro de su aroma para aquel entonces. ¿Habría estado en otro lugar durante mucho tiempo? ¿una semana? ¿dos o un día? ¿había tan siquiera dormido en el tiempo en el que no estuvo aquí? sacudí la cabeza evitando cualquier absurdo y ridículo pensamiento. No le conocía de absolutamente nada, ¿qié me importaba si quiera lo que hiciese?

Zayn, quien se encontraba recargado en la barandilla de su terraza con un porro entre sus labios me observó detenidamente.

"¿Volverás a clases?" quiso saber.

La primera vez que lo ví me quedé embobado observando sus masculinas y marcadas facciones de alfa, no sentí miedo sino seguridad, sabía que aunque fuese muy fuerte y dominante no me haría nada, no mientras no significase una amenaza, sentía ese aura de protección por el simple hecho de hacer reir a su omega, eso decía mucho de él.

Negué.

"No creo que me dejasen entrar ahora, he perdido casi tres horas de clase..., me iré a mi casa supongo, mi madre está trabajando así que aprovecharé para dormir un poco más tal vez...".

Mis manos cayeron a ambos lados de mi cuerpo cuando comenzaron a temblar, la vista se me fue nublando poco a poco mientras trataba de respirar pausado, sentí que mis piernas flaqueaban y mi boca se secaba, aquel aroma tan cegador me rodeó y sentí una oleada de necesidad. Cerré los ojos en busca de calma, no sabía que me estaba ocurriendo pero me sentía necesitado.

Abrí los ojos y observé el mar embravecido, quería mantener la calma, debía mantenerme sereno.

Zayn frunció el ceño al verme apoyarme en la vidriera frente a él, creí que me caería de bruces contra el suelo cuando mi cuerpo entero tembló.

"¿Todo bien?"

Traté de tragar saliva para aclarar mi garganta pero en vez de decir algo, solté un agudo y casi imperceptible gemido, aunque no para un alfa.

Zayn tragó saliva, su nuez moviéndose en un deseado y lujurioso vaivén. No, mierda. ¿Por qué mis piernas se movían hacia él?

"Louis... ¿qué haces?" preguntó el morocho con los ojos asombrosamente abiertos.

Mis orificios nasales se ampliaban a medida que aquel jodido aroma se intensificaba, mis feromonas queriendo juntarse con aquel maravilloso olor proveniente de él.

"Louis" su voz sonaba cada vez más lejana apesar de que daba un paso más cerca suyo a cada segundo.

Mi mente daba vueltas y la piel me ardía, era consciente de mis actos aunque no pudiese  controlarlos.

Frente a frente, ojos atentos a los ajenos. Yo inclinando el rostro, él queriendo alejarse.

Observé detenidamente sus facciones, queriendo enterrar el rostro en su cuello, queriendo inhalar más de ese aroma...

Ojos cerrándose, hundiendo mi nariz en aquel hueco, inhalando... no.

Me aparté bruscamente, vi como Zayn se hacía a un lado sin apartar la mirada de mí.

"¿Estás bien?"

Me llevé la mano al pecho.

"Sí-sí, todo... todo bien" murmuré no muy convincente "¿el baño?"

Con el ceño fruncido aún y no muy seguro de lo que acababa de ocurrir habló.

"Arriba justo al fondo".

Respiré hondo y me supuso un enorme esfuerzo comenzar a caminar. ¿Qué me acababa de ocurrir?

Cuando pude volver a controlar mi cuerpo corrí escaleras arriba con el rostro rojo de la vergüenza.

Una bofetada de aquel aroma me golpeó tan fuerte que solté un gemido.

Era obvio que no provenía de Zayn, él solo olía a jodidamente Liam pero mi omega quiso cerciorarse de ello, frustrado por necesitar más de aquel olor, mis instintos me jugaron una muy mala pasada, no debía repetirse.

Caminé hacia la fuente de aquel aroma, una puerta negra en las que se podía leer en grande y rojo *no pasar*.

Cerré los ojos y con un ronroneo me permití disfrutar más de aquel olor.

Cuando apoyé la frente en la puerta, ésta se abrió de golpe haciendo que mi cuerpo se moviese bruscamente hacia el interior.

"¿Qué mierda haces aquí?" su gruesa voz me hizo temblar.

"Y-yo..." no me salían las palabras, mi mente estaba en blanco y no era capaz de formular una frase coherente sin tartamudear o ponerme a llorar por aquel intenso olor. Me sentía necesitado en este momento y ni si quiera sabía por qué.

Sus ojos apenas reflejaban el verde que anteriormente vi. Negro, era un intenso color negro en el que podía ver mi reflejo. Pupilas enormemente dilatadas que debía haberme servido para comprender que nada bueno pasaría aquí si permanecía por más tiempo.

Mi pecho se movió con mayor brusquedad al comprender qué era lo que estaba pasando.

Di varios pasos hacia atrás tropezando con mis propios pies y cayendo de culo al suelo.

Me observaba desde arriba con el torso sudado y el cabello húmedo pegado a su frente, solo estaba cubierto por una toalla liada a su cintura y eso hizo que perdiese la razón, mi omega aullaba desde el interior de mi ser queriendo salir de la urna para controlarme completamente y dejarse manejar por aquel alfa que tan delicioso olía.

Pero no podía permitir eso, no era lo que yo quería, no debía ceder a los instintos de mi omega, no debía y no quería.

"¿Qué? ¿a caso no vas a hablar?" su voz más fuerte y lenta que antes.

Aún en el suelo comencé a apartarme, moviéndome hacia las escalerar, necesitaba marcharme.

A duras penas me puse en pie.

"Perdón" susurré en un hilo de voz, tenía el rostro encendido al igual que todo mi cuerpo aunque por motivos distintos.

Si permanecía un minuto más oliéndole no podría controlarme y ocurriría como con Zayn o incluso peor. Debía irme.

"Tío hueles..." Zayn subió el último escalón y al percatarse de mi presencia paró en seco. "Harry mierda" pareció darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.

"¿Qué pasa?" preguntó con la misma voz con la que me habló a mí.

"Louis baja, te espero en la calle" dijo tocándome el hombro y con un deje de nerviosismo.

Aparté la vista de Harry por primera vez en lo que llevaba de tiempo, ni si quiera me había dado cuenta de ello.

"Louis" insistió.

Mis piernas no se movieron.

Observé por última vez a Harry quien tenía el ceño fruncido pues no comprendía qué estaba ocurriendo, ¿cómo no saberlo? ¿a caso no se olía? ¿a caso no sentía que su cuerpo estaba entrando en celo? olía a necesitado, a poder, a intensidas, lujuria y sexo.

Tragué duro y salí de ahí a duras penas, jodido omega interior incapaz de alejarse de un alfa que apestaba a celo.




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