Capítulo 26

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Harry:

Me despedí de mis tíos y salí al exterior, en el momento en el que lo hice un frío viento me azotó la melena por lo que decidí recogérmelo con una goma que siempre llevaba en la muñeca.

Me alcé el cuello del abrigo para no pasar más frío del necesario mientras caminaba hacia casa.

Las farolas alumbraban las casi vacías calles y el único sonido que realmente se apreciaba, a parte del viento, eran mis botas retumbando en el asfalto a cada paso que daba formando una melodía que no tardó en surgir por mi cabeza.

El sonido de mi móvil me sacó de aquel trance y me lo saqué del bolsillo de mi gabardina negra.

"¿Quién es?" pregunté habituado a no mirar nunca el nombre de la persona que me estaba llamando por pantalla.

"Mmmm, ¿Harry?"

Me paré un momento en una esquina, ahora mismo me encontraba un poco aturdido porque realmente no me esperaba que me llamase después de todo.

"Sí, hola, soy yo".

Escuché una leve sonrisa al otro lado de la llamada que automáticamente causó que mis labios se curvasen un poco hacia arriba.

"Yo... eh... me preguntaba si ¿podíamos vernos ahora?"

Continué mi camino mientras meditaba la pregunta.

"¿No es muy tarde? ¿qué hora es?" silencio.

"No, no realmente. Son las once de la noche".

"No creo que sea buena idea"

"También lo pienso pero creo que tenemos que hablar ¿no crees?"

Hice una mueca.

"¿Sabes qué? mira sí, hablemos, vayamos a tomar algo, ¿voy a tu casa a recogerte?"

"No, esta noche no trabaja mi mujer así que está en casa con los niños".

Respiré hondo. Golpe de vuelta a la realidad.

"Sí claro, es verdad, pues..."

"Puedo recogerte yo en tu casa".

"No..., no lo creo, mi amigo se pondrá muy pesado"

"Mmmm ¿y si nos vemos directamente en el bar del hotel de siempre?"

"Está bien, pero..., solo hablar, nada más. Luego cada uno a su casa".

"Claro, solo... hablar".

"Nos vemos en... ¿quince minutos?"

"Perfecto, nos vemos Harry". Colgué.

Observé la calle y me di cuenta de que ahora estaba yendo por el camino contrario, así que di media vuelta y deshice todo lo que había andado para ir hacia el hotel.

Miré la pantalla de mi móvil y descubrí que llegaba cinco minutos tarde pero no le di mucha importancia porque Dan no me mandó ningún mensaje.

Justo frente a la majestuosa entrada del hotel que tan buenos y amargos recuerdos me habían traído, me sentí un poco estúpido. ¿Y si Dan no sólo quería hablar? me mordí las uñas de la mano derecha mientras pensaba en qué decirle si acababa sugiriéndolo.

Decidí que ya era hora de entrar, me observé en un cristal que se encontraba al lado de la entrada y me deshice de la goma para hacerme un moño más decente.

Las ojeras eran notables y mi cara estaba más pálida de lo normal, dios estaba hecho un asco, a lo mejor y con suerte Dan no intentaría nada.

Fui a la recepción y giré a la derecha para entrar al bar donde no tardé mucho en dar con Dan.

InstintoWhere stories live. Discover now