Capítulo 18

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Sentado sobre la taza del inodoro me era inevitable cerrar los ojos ante el dolor que sentía en la nariz cuando Liam me la trataba de curar.

"Si no te estás quieto no voy a poder hacer nada" se quejó.

"¡Es que duele!" grité adolorido.

Liam resignado respiró hondo y se apartó de mi lado.

"Eres imposible, si sigues así me salgo y te las arreglas tú solo" me advirtió un tanto molesto.

Rodé los ojos antes de alzar el cuello para poder verme en el espejo que tenía en frente.

Mi móvil sonó al recibir un mensaje, no me hizo falta desbloquearlo para saber que se trataba de mi madre, estaba tardando mucho y ella tenía que irse a trabajar.

Respiré hondo y me rocé la nariz con la yema de los dedos, como dolía.

Liam miraba atento cada uno de mis movimientos en absoluto silencio; me lanzaba miradas que no quería interpretar de ninguna manera.

"Mira, déjalo, me tengo que ir ya, mi madre me espera" me puse en pie y recogí mis cosas, agarré un poco más de papel y me lo coloqué en la nariz una vez hube tirado el otro que se encontraba empapado de sangre.

"Pero aún te gotea la nariz de sangre" avisó mi amigo.

"Da igual, mi madre me está esperando y de verdad que tiene que irse".

"Pero Louis..."

Bajé las escaleras con cuidado y abrí la puerta principal sin realmente despedirme, agradecí que no hubiese nadie en la planta baja con el que me hubiese podido topar.

Caminé por el largo pasillo hasta posicionarme frente el ascensor, pulsé el botón y esperé a que las puertas se abriesen, el dolor no se apaciguaba ni un poco y eso me molestaba. ¿Cómo iba a explicarle a mi madre lo que ocurrió? obviamente no iba a decirle que el compañero de piso del novio de Liam, un alfa, me había dado con la puerta en las narices. No le diría que dormí en el piso de unos alfas mayores que no conocía, pero... ¿me creería? tal vez y por suerte, estaría tan ocupada en salir corriendo al trabajo que no se daría cuenta ni sospecharía de absolutamente nada.

"¡Hey! ¡espera Lou!" Liam abrió la puerta del piso y se acercó corriendo hacia mí.

"¿Qué pasa?" estaba agitado, como si hubiese corrido.

"No puedes irte a tu casa solo y así, además, te pilla muy lejos".

"Cogeré un taxi o el autobús, no importa".

"No es justo, Harry te ha hecho eso y ni te ha pedido disculpas"

Rodé los ojos ante su mención.

"Me da igual ese chico" me encogí de hombros.

Las puertas del ascensor se abrieron y le eché un vistazo a mi amigo antes de entrar y pulsar el número cero.

"Pero a mí no me da igual que te vayas solo" dijo molesto "¿qué pasa si ahora te mareas o te desmayas?" se podía notar la angustia en su voz.

"Liam por dios, ha sido solo un golpe, ¿me duele? sí, pero nada más, no me va a pasar nada de eso" dije hastiado.

Las puertas comenzaron a cerrarse, pero Liam consiguió colarse antes de que se cerrasen por completo.

Ambos comenzamos a bajar.

"Me da igual lo que digas, Harry va a llevarte a casa en su coche ahora mismo".

Mis ojos se abrieron de inmediato, ¿qué? no, no pensaba subirme con él a ningún lado, menos que me llevase a casa, me negaba. No quería verle nunca más.

InstintoWhere stories live. Discover now