Capítulo 37

26.6K 2.8K 3.2K
                                    

Caminar por las calles de madrugada era algo que me gustaba hacer de vez en cuando, sobre todo para pensar o huir de mis problemas, el aire era frío y ayudaba en ocasiones en las que la ducha no era suficiente. 

El silencio que reinaba a altas horas de la noche era pacífico, mi mente siempre había sido caótica, siempre escuchaba poco y pensaba demasiado así que cuando mis pies no tenían ningún rumbo fijo y las farolas alumbraban el asfalto, mis pies chocando con un ritmo definido y algún que otro pájaro canturreando, me hacía transportarme a otro mundo en el que yo no era realmente yo, en el que ningún mal ocurría y donde mi mente al fin estaba en calma.

Me gustaba estar solo en ocasiones, porque a pesar de no agradarme en lo absoluto, era un tiempo de intimidad donde lograba conocerme cada vez un poco más porque, en cierto modo, para mí era un completo desconocido y eso era frustrante. 

Pero todo eso no se comparaba en lo absoluto a tener una compañía igual de caótica, confusa y desordenada que yo. Hablaba lo justo y suficiente en el momento oportuno y eso era lo que estaba ocurriendo en este preciso instante.

Harry caminaba a pasos lentos a mi lado, manos en bolsillos y mirada gacha. El traje que llevaba realzaba mucho su figura y su pelo suelto transmitía poca preocupación a pesar de no ser verdad.

Había subestimado a Harry, creía que era igual que Josh y todos los alfas sin darme cuenta que en realidad, era más parecido a mí que hasta era preocupante.

No conocía su historia, no sabía lo que ocurría por su cabeza y tampoco entendía la relación que él y Dan mantenían, estaba ciertamente intrigado y quería saberlo, pero este no era el momento, a lo mejor nunca lo era, pero tal vez y solo tal vez, algún día tendría la suficiente confianza y atrevimiento como para explicármela. 

Después de contar hasta diez se limitó a apagar el móvil y a caminar, decidí darle su espacio y no decir nada, comprendí que quería estar conmigo en el momento en el que pasó su brazo por mi cadera pero a los minutos pareció pensárselo mejor y me soltó, mi cuerpo extrañamente echando de menos aquel contacto.

"No hay rastro de la luna" rompió el silencio Harry.

Le miré varios segundos, analizando su expresión hasta que decidí observar el cielo.

"Estará escondida tras los edificios" me encogí de hombros.

"O a lo mejor se siente tan sola que busca a alguien".

Tragué duro y me humedecí los labios antes de mirar nuevamente a Harry.

"¿Y tú a quién buscas cuando estás solo?"

"Creo que es obvia la respuesta" paró en seco causando que yo también lo hiciese.

"Tú no eres la luna Harry".

"Ya lo sé pero..."

"Ni Dan es una estrella a la que acercarse para tener consuelo".

"¿Entonces qué quieres que haga? él es el único que me entiende, él me ha ayudado siempre".

Me posicioné frente a él.

"¿Desde cuándo te ayuda?"

Los ojos del ojiverde observaba todo menos a mí.

"Si no me lo quieres decir no pasa nada".

"Desde los quince años".

"Harry..." mis ojos se abrieron en asombro, abrí la boca para decir algo más pero nada salía.

Fijó su mirada en mí como si esperase algo.

"¿Cómo te ha ayudado Harry?" mis ojos humedeciéndose.

InstintoWhere stories live. Discover now