Alquiler| Herophine

24

Louis era el mejor amigo de Hero, uno de los pocos que había hecho en la universidad, por no decir el único. Él conocía sus inseguridades y miedos, era su confidente.

Pero ahora su amigo había encontrado otra persona con la cual pasar el resto de sus días, Josephine era el nombre de ls chica que el le había encontrado, había luchado tanto con su amigo para que la aceptara con todo y condiciones, pero sabía que su amigo iba a caer.

Jo no tenía padres, su madre había muerto y de su padre no se sabía nada, Hero y ella tenían una historia similar. Sabía que habia ayudado a dos almas a encontrarse. Lo sabía porque en este momento los esta viendo casarse.

Josephine

Miraba el anillo en mi dedo asombrada, ¡me había casado! Me hubiera gustado que mi madre este aquí, pero se que de donde esta ella me mira y cuida.

La celebración que habíamos tenido había sido muy pequeña, no teníamos mucha gente que invitar, solo algunos amigos, o socios, de Hero y su padre. En mi caso nadie.

Los bebes estaban demasiado adorables, Celia me había ayudado con todo los preparativos, aunque Hero haya insistido en contratar a una organizadora de bodas, yo no quería, no íbamos a tener una fiesta inmensa, solo una pequeña.

Nuestros padrinos fueron Louis y su esposa Harriet, una castaña hermosa.

— ¿Que estas haciendo aquí? Vamos a bailar. —Hero ya estaba algo ebrio, se notaba en su voz y también en que a el no le gusta bailar, por eso decidimos omitir la parte del vals.

— Estas demasiado bebido como para recordar esto. —reí mientras me jalaba a la pista de baile.

Estuvimos bailando un rato, después fui a darle de comer y acostar a los niños, ya había pasado su hora de dormir y si no quería que estuvieran de mal humor mañana cuando viajaramos tenía que acostarlos ya. Luego de darles pecho ambos cayeron dormidos al instante.

La luna de miel, pensé mientras miraba a los niños dormir. No estaba asustada, estaba nerviosa, si bien Hero y yo dormíamos en la misma cama nunca pasaba de besos subidos de tono, por el embarazo y después por el tiempo que debía dejar pasar por el nacimiento de los bebes. No soy virgen, pero igual estoy nerviosa.

•••

Al día siguiente Hero despertó con dolor de cabeza, Celia nos hizo un desayuno especial y luego Rob nos llevó al aeropuerto, por poco perdemos el vuelo.

— ¿Nerviosa? —Hero me preguntó, el tenía a Matia en su regazo mientras yo tenía a Danielle. Ambos estaban a punto de dormir su siesta.

— Es la primera vez que viajo en avión. —nunca tuve la oportunidad de hacerlo hasta ahora, antes todo lo que ganaba se iba para mi madre y sus tratamientos.

El me rodeo con el brazo y me dió un beso en la cien. Ya teníamos los cinturones abrochados y esperábamos el despegue.

Cuando por fin aterrizamos, pasé saliva para destapar mis oídos. Los bebes se despertaron de su siesta.

— Ponles sus sombreritos. —me dijo Hero, habíamos ido de compras para este viaje. Le puse a Dani su sombrero con la pequeña flor en medio y a Matia un sombrero sin nada de adorno. Ambos se veían adorables.

— Hay que tomarnos una foto. —Hero negó. — Porfi.

— Okey. —saqué mi teléfono y nos tome una selfie, nueva foto de perfil en whatsapp. — Pásamela, las voy a mandar a enmarcar para tenerla en casa.

Asentí mientras se la reenviaba. Justo el auto llegó. — Sube mientras pongo el equipaje en el maletero. —tomé a ambos niños en mis brazos y subí al auto.

Hero subió al auto después de unos minutos. El chofer estuvo manejando hasta que llegamos al hotel frente a la playa.

— Esto es hermoso. —dije una vez ya en la habitación.

— Ponte tu traje de baño, tenemos uns hora antes de almorzar. —le hice caso y en menos de veinte minutos ya estábamos en la playa.

Los niños estaban con mucho protector solar al igual que nosotros. No queríamos estar rojos como camarones.

Hero se metió al mar un ratito mientras yo me quedaba con los niños en la arena. 

— Tienes que ir al agua, esta muy buena. Yo me quedo con los niños anda. —se sentó en medio de ambos niños, los cuales estaban demasiado ocupados construyendo un castillo de arena.

Me quité el pareo y corri hacia el mar, de pequeña nadaba mucho, pero lo dejé cuando mamá enfermo. No me vendría mal nadar un poquito.

— No le tienes miedo a nada. —dijo Hero cuando llegue. Me senté a su costado y puse a Mati en mi regazo, le ayude a echar arena en su balde.

— Cuando era más pequeña mi madre y yo íbamos mucho a la playa. Hasta que enfermo y deje de ir por cuidarla.

Estuvimos un rato en silencio mientras observabamos a nuestros hijos jugar.

— Jo. —voltee a verlo. — Te amo.

Estaba segura que mis ojos estaban demasiado abiertos, no habiamos dicho esa palabra hasta ahora.

— Te amo. —el me sonrió, me acerque a darle un beso.

En verdad lo amaba, me había enamorado de él con el timpo, me enamore de sus miedo e inseguridades. Me enamoré de sus gestos, de su forma de ser. Me enamoré de su alma.

A la hora de comer, pedimos comida típica, estábamos dispuestos a probar de todo en este viaje.

En la noche los niños ya estaban dormidos en la habitación contigua a la nuestra, habiamos traído uno de esos aparatos para saber si lloran.

Después de cenar, entre al baño y tome una ducha para quitarme restos de bloqueador, sal del mar y arena. Cuando me vestí use uno de los camisones que había comprado para el viaje.

Estaba nerviosa y ansiosa.

Cuando Hero salió del baño, no supe actuar, me mostré timida, pero eso luego desapareció. No sabía que había sido, si sus besos o sus caricias. Nuestras almas se encontraron esa noche, uniéndose, completándose. Habían estado esperando nuestro encuentro por años y al fin había sucedido. Al fin somos uno.

———

Sorpresa!! Espero que les haya gustado, nos vemos en el epilogo.