7 pecados capitales (el crimen de los dragones)

損失の絶望 (Sonshitsu no zetsubō)

Definitivamente ellas dos eran muy cercanas y se demostraba con su forma de ser y actuar que ambas se amaban casi cómo hermanas. Ambas charlaban de manera tan familiar que hasta Wendy, Happy y Natsu se dieron cuenta de su cercanía.

- Parece que Lucy-san y Levy-san son muy cercanas - Afirmó la dragon slayer del cielo soltando una risilla al mismo tiempo que colocaba su mano sobre su boca para disimular la risa.

- Supongo que las raras se entienden entre sí - afirmó Natsu entre cerrando sus ojos al mismo tiempo que hacía una mueca extraña con su boca. Pero en el fondo el peli rosa estaba feliz.

- Natsu-san - dijo apenada la peli azul de cabellos largo ladeando levemente su cabeza al mismo tiempo que una leve sonrisa se dibujaba en sus labios.

- ¡Hey pulga! ¡Salamander! ¿No vais a saludar a un viejo amigo? - bromeó una voz más graba y masculina. De la esquina salió Gajeel Redfox, el dragon de hierro. Él tenía una gran sonrisa socarrona de sus lados.

El peli negro alzó una mano a manera de saludo con el pulgar de su otra mano dentro de su cinturón metálico. La peli azul de largo cabello sonrió juntando las llenas de sus dedos en frente de ella.

- ¡Gajeel-san! - gritó Wendy.

- ¡Hola cabeza de tornillos! - saludó el dragón del fuego alzando su mano a manera de saludo imitando la acción de su compañero.

- Espera - Rápidamente la maga de escritura soltó las manos de la princesa para después girar a ver hacia ambos chicos los cuales lentamente se acercaban el uno al otro.

- Natsu y Gajeel - Continuó Happy quedando en silencio un rato al mismo tiempo que la peli azul de cabello corto comenzaba a caminar hacia atrás acercándose a Wendy. De paso Levy también arrastró a Lucy hacia allí arrastrandola de la mano.

- Se acaban de juntar - finalizó la dragon slayer del cielo abriendo de par en par sus ojos con sorpresa.

- ¡Esto va a acabar muy mal! - gritaron los tres descolocado aún más a la confundida maga celestial la cual no entendía lo que pasaba.

- Ya va a pasar - afirmó Levy acercándose a la pequeña Wendy para después abrazarla por los hombros. Por otro lado la la menor abrazó a la maga de escritura.

- Veo que has cambiado nada flamitas - afirmó el peli negro frunciendo notablemente su ceño. Se podía ver cómo una de sus cejas comenzaba a temblar a causa de ello.

- Lo mismo digo hierritos - dijo con una sonrisa cínica el peli rosa juntando su frente con la de el dragon de hierro.

Y en menos de unos 5 segundos ambos se golpearon entre sí. Pegando un puñetazo al otro en el rostro del otro sin previo aviso.

- ¿Pero qué?

Fuera de la Cárcel se podía ver a un grupo de magos reunidos mirando a aquel gran edificio el cual se encontraba restringido. Los soldados y distintos magos que deberían estar dentro de el edificio.

Pero habían cinco personas que destacaban cuando mirabas a simple vista.

Primero un hombre llamado Ichiya. Es un hombre de baja estatura con una apariencia elegante, su rostro es de forma rectangular y anguloso, con una nariz grande y plana la cual parece siempre reflejar luz, pómulos prominentes y quijada cuadrada. Sus ojos son oscuros con un par de líneas que apuntan hacia la nariz por debajo de ellos y posee cejas bien delineadas, además de poseer una barbilla prominente y partida. Su cabello de color naranja en un estilo ondulado con muchos picos curvados hacia el exterior de forma sobresaliente con uno que actúa como un mechón en el lado izquierdo de su rostro. Parece poseer las piernas ligeramente peludas.