Hace más de 10 años uno de los magos más fuertes de Ishgar fue asesinado. El gran Gildarts Clive.
Era una escena horrenda y la gente inculpo a un grupo de magos, a los usuarios de la magia dragon slayer. A éste grupo se les conocía cómo los 7 pecad...
La princesa, el pecado capital de la ira y un pequeño neko se encontraban caminando a través de de un árbol. Estaban en un bosque cubierto casi totalmente por la niebla que no permitía ver correctamente lo que sucedía a su alrededor.
La rubia ya no se encontraba en tan mal estado, y de hecho habían ido a buscar a aquél pecado todos juntos ya que la rubia se negaba a dejar solos a Happy y a Natsu. Ella sostenía entre sus brazos a un pequeño gato de pelaje azulado el cual se había aficionado a estar en los pecho de la maga celestial.
Por otro lado el mago de fuego caminaba en frente de ellos con su mano izquierda extendida hacia delante con una llama de fuego sobre la palma de su mano, esa llama permitía que ambos se guiarán de mejor manera a través de la espesa niebla.
— Oye Natsu, tu magia es increíble, conseguiste descongelar todo el pueblo en poco tiempo. Eso ¡Es increíble! — afirmó la rubia con una sonrisa de oreja a oreja tan dulce cómo ella puede ser.
De cierta manera, todas las leyendas sobre aquél grupo de magos poderosos eran ciertos, por lo que ha visto con los de Raven tail y con el hielo del pueblo. La princesa admiraba demasiado al dragon slayer.
— ¿eh? Te sorprendes con muy poco — afirmó el peli rosa entre cerrando sus ojos al mismo tiempo que giraba su cabeza para ver a Lucy. Su expresión mostraba duda.
La rubia se sorprendió y deseaba aprender más de aquél peli rosa ¿Que tan fuerte puede llegar a ser?
— Ouh vamos, no todos los días se conoce a uno de los magos más fuertes — comentó ella de manera divertida.
— Bueno, en eso tienes razón ¡Soy muy fuerte! — comentó con orgullo el peli rosa alzando su brazo cómo si estuviera enseñándole los músculos a la rubia.
Inmediatamente una gota cayó por la cien de la chica. Por dios no sabía lo infantil que podía ser uno de los criminales más peligrosos.
— y veo que también eres muy creído — comentó la rubia con algo de cansancio al mismo tiempo que una pequeña gota de sudor caía por su cien.
El peli rosa giró su cabeza para ver a la rubia entre cerrando sus ojos en blanco al mismo tiempo que fruncia notablemente su ceño haciendo una mueca divertida de enojo.
— ¡Oye! ¡Tu misma dijiste que era el más fuerte! — dijo con soberbia el peli rosa cerrando su puño con su pulgar alzado al mismo tiempo que presionaba ma llena de su pulgar sobre su pecho.
Una sonrisa llena de soberbia y orgullo se dibujó en los labios de el chico al mismo tiempo que un extraño brillo aparecía en sus ojos destellando cierta inocencia.
— ¡No pongas en mi boca cosas que no he dicho! — gritó alterada la rubia al mismo tiempo que la piel se le erizaba. Su ceño está fruncido con molestia mientras apretaba con fuerza sus puños.
Casi inmediatamente alzo su mano y le pegó con el dorsal de su mano sobre su cabeza.
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