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Eddie esperaba por Richie, no llegaba y presentaban un examen sorpresa, su idea de que el bocazas lo ayudara pasándole las respuestas no era muy cercana, pero lo más preocupante era que Richie por más difícil fuera llegar jamás se perdería una clase como esta para recuperar sus horas perdidas.

El asmático se baja las mangas de su camisa rosada, había decidido volver a usarlas, por más que Henry lo usaba de burla por lo estereotipado que era ese color sus camisas, no dejaba de ser su tono favorito de usar, le encantaba y sabía que a Richie le parecía lindo cuando llevaba las camisas que le gustaban, entonces las usaría sin importar el qué digan los demás.

Bill le hizo varios cumplidos que lo hicieron sentir mejor, se veía super extra espectacular según sus palabras, quizá frase la tomó de algún tomo de historieta y era espectacularmente divertida. Pero en su interior le era imposible no pensar en Richie y sobre qué estuviera haciendo.

Terminó el examen con el miedo encima suyo, pudo haber pedido salir fingiendo tener un ataque de asma de los muchos que frecuentaba, pero fue demasiado tarde para pensarlo. Una vez el timbre sonó Eddie salió junto al tartamudo.

—E-Entonces t-tu y R-Richie están...

—Saliendo—completó Eddie—. No se lo digas, aun no quiere decírselo a los demás, si mi mamá se entera que salgo con alguien como Tozier me mata—dijo Eddie.

—P-Pero eres su h-hijo—dijo Bill—, ¿porqué no te a-apoyaría?

—Si le digo que me gustan los chicos lo entendería, pero cuando ya sea un universitario, ¿y sabes Bill? Toda mi vida pensé que me gustarían las chicas, ni yo sé como me conquistó ese idiota.

—Y-Yo también me lo pregunto —soltó una risa.

—¿Te parece si voy al baño? Debo cambiarme para deportes —dijo Eddie.

—P-Pensé que tu mamá d-dijo...

—Eso no me va a detener, tengo que tomar la clase sino repetiré el año —respondió respecto a las quejas de Sonia Kaspbrak sobre que Eddie tenía prohibido hacer deporte por ser pequeño y frágil.

—Espérame con Ben luego los alcanzo.

—C-Cuidate K-K-Kaspbrak.

Denbrough se retiró de ahí y Eddie fue hacia los sanitarios, dejó de tenerle miedo a ese lugar, de todos modos Henry solo lo amenazaba desde lejos con esas miradas inquietantes, ahora los rasguños fueron reemplazados por curitas en sus rodillas.

Abrió la puerta y fue primero al lavabo a lavarse las manos y echarse agua en el pelo, acomodando aquellos flequillos desordenados que caían sobre su frente, Observó su reflejo, las pequeñas pecas rodeando sus pómulos y lo vivaz que se veía, estaba como un hombre nuevo, de corazón amado y sanado de heridas.

—Pss... Pss...

Escuchó a alguien detrás suyo, un murmuro que el erizó la piel, trató de acercarse al cubículo donde pertenecía la voz.

Al abrir una de las puertas encontró a Richie sentado sobre el retrete, su rostro estaba morado, con varios golpes y la nariz sangrando, un labio roto, un ojo hinchado.

Tozier estaba casi consciente de lo que sucedía, sus lentes estaban completamente rotos, así que se le dificultó reconocer a Eddie hasta que se acercó a él preocupado, pasando sus manos por su rostro.

—¡M-Maldición Richie! ¿¡Estas bien?!

—¡OHHH claro que si Eddie Spaguetti! —canturreó —. Pup Pup Pup, tartamudeas como el gran Bill, ¡mi gran Billie!

—Te volviste idiota, deja te saco de aquí.

—Shh shh no, ven, dame un besito —dijo frunciendo sus labios—. Besito besito...

—¡Estás sangrado Richard! ¿¡No te miras?! Tendré que ayudarte ahora, vamos a reportar a Henry y-

—Nopiti nope, Edward, no lo hagas —lo interrumpió —. Por favor Eds...

—Richie...

Antes de poder decir otra cosa se inclinó a besar sus labios suavemente, colocando esa chispa de amor que sólo Eddie lograba sentir.

El asmático correspondió pasando sus manos sobre los rizos ajenos. Richie jadeó, su labio sangraba, y el sabor a sangre mezclado con la tentación se volvió su delirio, le hacía olvidar sus problemas, sus dolores, sus heridas...

Las palabras quedaron cortas, Eddie se volvió capaz de callarlo cada que decía algo de más, ese sabor a pastillas mezclado con la eficiencia de la boca sucia de Tozier, estaba tan enamorado, ambos eran un par de locos.

—Bendita sea tu gorda madre por esos labios tan apetitosos que tienes.

—Beep Beep Richie...—dijo avergonzado.

—Te amo Eddie—sonrió.

—Y yo a ti Richie—respondió, tomándose las manos una vez salieron de ahí, sin importar qué dirá el mundo.

Porque ellos crearon el suyo.








***

Si quieren seguir haciendo preguntas a los personajes sin miedo, cuando tenga un número razonable de preguntas haré este pequeño especial 💕 (pongan su respectiva pregunta en el respetivo nombre)

Beverly Marsh

Henry Bowers

Richie Tozier

Eddie Kaspbrak

Stanley Uris

Bill Denbrough

pink shirt.➸ reddie;Where stories live. Discover now