Falsa esperanza

2K 165 43
                                    

Las acciones y las decisiones por lo general estaban estrechamente relacionadas no sólo porque en general una precedía a la otra, sino por el motor que las motivaba a existir.

Sin embargo, este motor podía variar. Cuando tomamos decisiones, por lo general usábamos el combustible de la razón, es decir, pensamos detalladamente las ventajas y las desventajas que nos podría traer cierta situación. Pero, a pesar de que la acción también se servía de la razón, muchas veces esta se alimentaba de las emociones.

Por norma general, actuar por impulso o sensaciones tiende a ser fatídico en la mayoría de ocasiones, pero aun así parece un modelo que usamos la mayoría de seres pensantes. ¿Por qué A lo largo de mi vida, siempre procuré medir cada paso, identificar cualquier problema y en general actuar sin dejar que mis sentimientos interfieran. Sin embargo, hacer eso tenía un problema y era que, a la larga, todo parecía volverse más monótono, rutinario. Aburrido.

Caía de nuevo en una contradicción al odiar las sorpresas, pero añorar también cierta emoción. ¿Desde cuando había sucedido eso? ¿Desde que conocí a Natalie? No tenia ni idea, pero sin duda, desde que lo hice, habían aumentado mis acciones impulsadas por emociones. Sólo esperaba que no eso no me trajese consecuencias fatídicas...

—Quería dejar las cosas claras —miro mis rodillas.

—Creí que ya habíamos hablado de ello en tu casa —no la veo, pero casi puedo sentir que ha puesto una sonrisa triste sobre sus labios.

—Y también quería verte... —mi voz tiembla, como si le costase vocalizar.

—¿Verme? ¿Por qué?

—Has estado desaparecida durante dos semanas. Ethan y yo estábamos preocupados por ti. ¿Qué ha pasado?

—Me he sentido... cansada —suspira —. Solo necesitaba tiempo para reponerme.

—¿Encerrada en tu casa? Bueno, realmente no sé si has estado sólo aquí, pero me entiendes. Desaparecer así... Ethan no sabe siquiera como preguntar.

—Sé que actué como la peor persona del mundo, pero ¿acaso no ya lo soy? Es decir, salgo con un chico que no me atrae, me gusta su hermana pequeña, rompí una importante promesa... ¿qué más da hacer cualquier cosa? Igual las cosas no van a ir a mejor.

—Creo que estás viendo las cosas con demasiada negatividad, y mira que yo tiendo a verlas del mismo modo, pero tan malo es ser siempre positivo como negativo. Además, si ya nada importa ¿por qué oí que arreglabas tu habitación y te preparabas antes de que yo entrara?

—Porque tú si me importas, Jordan.

Se hace el silencio durante unos segundos. Sus palabras, esa manera de decirlo que logra desarmar cualquier cosa que pudiera creer o decir. ¿Podría lograr aguantar sin desatar mis sentimientos durante más tiempo? ¿Cuánto más me quedaba antes de ponerme a llorar a su lado mientras le decía que estaba ya completamente enamorada de ella? ¿Cuánto más iba a poder mantenerme serena?

—¿Qué harás ahora?

—¿A que te refieres? —pregunta. Ninguna de las dos nos miramos.

—La escuela, mi hermano, tus padres... ¿Dejarás pasar esto como una mala experiencia y seguirás con lo mismo?

—Volveré a lo mismo de siempre. Ya sabes, hasta terminar la escuela. Tan sólo me quedan dos semestres.

—Escucha, estoy segura de que no conozco ni la mitad de tu historia, ni los motivos certeros más allá de que ocultes que te gustan las mujeres, pero no está bien que sigas así. ¿Quién soy yo para decir eso? Te preguntarás. Nadie, no soy nadie y quizá solo es mi propio egoísmo queriendo que estés bien a la fuerza. Créeme, ni yo lo entiendo. Se supone que debería de estar de lado de mi hermano, pero a pesar de que la culpa me está destrozando, deseo ocultar tu secreto, quedármelo para mí, sentirme cómplice contigo. ¿Es eso malo? ¿Comprendo del todo por qué lo hago? No lo sé, pero cuando pienso en ello ahora mismo, solo veo los mismos motivos que me llevaron a tocar el timbre de tu casa.

La elección de amarte | LESBIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora