♣Enfrentamiento♣

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La tarde era magnífica, los rayos diminutos rayos de sol lograban traspasar el cristal de la ventana a pensar de que a un las calles tenían nieve.
Su trabajo en la universidad aún no reiniciaba pero tenía otros proyectos personales en los que enfocar sus conocimientos, más ahora que había conocido a su omega, y que estaría trabajando para ella.

La situación era más difícil ahora, los padres de su omega habían sido un poco duros respecto a su evaluación, pero estaba bien con eso. No quería que a pesar de ser destinado de su hija recibiera privilegios de los que no requería, ya que su conocimiento y dedicación podían hablar por el.

Lo que más lo asustaba y gustaba al mismo tiempo era conocer a su otra mitad, su complemento. Nunca creyó que eso le pudiera suceder a el, no después de lo ocurrido con su hermano y los malos momentos que vivió.

Creyó que eran cuentos de niños eso de los destinados pero cuando conoció a Hyuna sus pensamientos cambiaron.

Ahora estaba feliz.

Ambos habían pactado conocerse, convivir, y formalizar con el tiempo su relación, no querían acelerar las cosas ni mucho menos atascar sus objetivos ya trazados antes de conocer se.

Tomó el periódico que estaba leyendo la tarde anterior y se colocó los anteojos, se sentó en el sofá dispuesto a relajarse y disfrutar de los últimos días de sus cortas vacaciones de invierno.

Leyó las noticias más importantes respecto a la economía del país y una que otra de los chismes de los famosos más importantes del país, sólo por curiosidad.

Hasta que la puerta de su departamento sonó, lo que le pareció extraño, ya que no esperaba a nadie.

Sus padres estaban en casa, Hyuna en el trabajo y amigos en sus labores.

Levantándose de su cómodo asiento dejó el periódico sobre la mesa de centro y camino lentamente recorriendo lo que lo dividía de su sofá a la puerta de la entrada.

Apenas abrió la puerta se arrepintió inmediatamente.

Sus puños se cerraron en sus manos dañando sus nudillos.

Su lobo se removió furioso en su interior buscando la forma de salir y atacar a ese hombre.

—Buenas tardes señor Kim. ¿Puedo pasar? — apenas habló el alfa frente a el éste entró a su departamento sin siquiera haber respondido.

—Se me hizo un poco complicado dar con su paradero, pero siempre consigo lo que me propongo. —mantuvo la puerta abierta mientras esperaba que dos de los guardaespaldas de ese alfa terminaran por entrar a su departamento siguiendo a su jefe.

Cerro la puerta dándose cuenta de que el alfa se paseaba por su pequeña sala, analizando cualquier objeto que le pareciera interesante y tocando uno que otro.

—No entiendo que hace aquí, señor Jeon. — intento no sonar enojado pero resultó ser un fracaso.

Su mandíbula tensa y sus puños cerrados eran prueba de su banal intento. Había hecho de todo nada evitar a los Jeon por semanas y no podía entender como de la noche a la mañana dio con el.

— Iré directo al grano. — observó como Jeon tomaba asiento en su sofá cruzando una pierna sobre la otra de forma elegante y con fiereza y sus dos guardaespaldas se colocaban detrás de él. — ¿Cuantos ceros le ofrecieron de más? ¿ Dos? ¿Cuatro? ¿Cual fue la cantidad por la que rechazo mi propuesta?

— ¿De que habla? — interrogó acercándose a donde estaba sentado en alfa, podía darse cuenta de que Jeon estaba enojado pero trabaja de ocultarlo manteniendo sus facciones relajadas.

— Jeon Corporations estuvo buscando contactar se con usted desdé hace meses, y ahora resulta que en menos de una semana ya esta trabajando para Kim Corporations. Extraño ¿no? ¿Cuánto le dieron? — la voz del alfa era dura y fría lo que hizo que su lobo se mantuviera alerta y expectante al segundo paso que diera el alfa frente a el.

Ambos eran alfas pero sabían a que categoría pertenecía cada uno.

— ¿Por qué tanto interés en mi decisión? Tiene todo el dinero del mundo para reclutar a los mejores arquitectos del país y del mundo entero. ¿Por qué encapricharse por un simple y sin sentido como yo? — espeto observando los orbes negros del alfa Jeon.

Su lobo se inquieto más al ver como Jeon se levantaba del sofá y se acomodaba el saco del traje.

— ¿Cuánto quieres para que dejes a los Kim y firmes con nosotros? Te doy el doble o el triple de lo que ellos te ofrecen. ¿Qué dices? — apretó los puños tratando de tranquilizar su respiración y evitar acciones de las que se arrepintiera en un futuro.

—No estoy interesado en su oferta por más ceros que agregue. Y no es por el dinero que rechace su oferta, si hubiera sido así, nunca hubiera firmando con los Kim — observó la mirada confundida de Jeon pero no le importó.

—¿Entonces de qué de trata? — Jeon se colocó a su altura intentando intimidarlo pero ni siquiera un segundo lo hizo titubear.

— ¿De verdad quiere saber lo, señor Jeon Jungkook? — interrogó acercando su rostro un poco más al de Jeon, la altura de ambos era la misma por lo que para ninguno había desventaja.

—No estaría aquí sino fuera por saber el porqué de su negación. Ha sido difícil pero no imposible. — informó Jeon mirando sus ojos con dureza.

— Si hubiese sido así realmente sabría quien soy. Pero me alegra tenerte frente a mi sin saber quien soy, no sabe cuantos días rogué por tenerlo así. — apretó sus puños sintiendo la sangre arden en sus venas y sus músculos tensar se aún más con la cercanía del alfa.

— ¿A que te refieres? —la voz del alfa sonó indecisa y un tono más baja de lo que había sido anteriormente.

—¿Le suena el nombre de Kim Taehyung? —la cara de Jeon se descompuso al instante. Sus ojos temblaron y su cara cambió a una pálida y tensa.

—¿ T-taehyung? —sonrió burlón odiando el hecho de acudir a esos medios nada éticos.

Rogaba por que Taehyung no se enterará de eso.

— Taehyung es mi hermanito menor, y mi mayor tesoro al igual que mi familia. — escupió con orgullo y sintiendo a su lobo perder la calma. — No tienes idea de lo mucho que me con tuve cuando me entere de lo que le habías hecho. Y del dolor que le causante a mi familia. — sintió sus ojos llenarse de lágrimas cuando recordó los sucesos que su hermano le contó y sus padres.

— Ya he dejado claro eso con tu hermano, le dije que no tenía que insistir más.

—¡Como si todo fuera así de fácil! — escupió estampando su puño contra el rostro del alfa.

No lo pensó, siguió soltando más golpes secos contra el alfa que no tuvo oportunidad de meter las manos.

Su lobo gruño furioso descargando su furia contra el alfa que era protegido por sus guardias.

Sentía la adrenalina correr por sus venas y su lobo tomar las riendas de su cuerpo y razón.

Fue separado por uno de los hombres de seguridad y arrastrado lo más lejos que podían llevarlo dentro de la habitación.

—¡Eres un maldito bastardo! — gruñó furioso soltándose de los dos hombres que lo sostenían de los brazos.

— ¡Hijo de puta! — Maldijo Jeon escupiendo la sangre de su boca.

—No más que tu, imbécil. — protesto jaloneandose con todas sus fuerzas siendo detenido por los dos hombres que evitaban que siguiera golpeando a Jeon.

— ¡¿ Sabes quién demonios soy?!

Sonrió amargamente. —Eres el maldito hijo de puta que casi mata a mi hermano. Y agradece a dios que llegó Yoongi a su lado para salvarlo sino yo mismo me hubiese encargado de matarte, ¡Ahora largo de mi casa! — Explotó observando todo a su alrededor pintarse de rojo.

BLUE 💜 Yoontae💜Where stories live. Discover now