♣ Kim Hyuna♣

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Las primeras clases pasaron realmente bien–en lo que cabía–, su examen fue algo no tan difícil pero tampoco tan fácil.

Más o menos.

El profesor de su tercera clase, no fue por lo que un poco alegre salió de su salón directamente a la cafetería.

No era de los que compraban ahí, pero siempre acompañaba a sus campaneros o amigos cuando estos tenían hambre y le pedían que fueran a comprar.

En esta ocasión si tenía hombre y no quería salir a fuera del campus, se sentía muy cansado para ello. Sus pies torpemente le guiaron al pasillo que conectaba su facultad y la de arquitectura a la cafetería.

El sol había disminuido notablemente y el atardecer haría su aparición muy pronto.

Era realmente una tarde bonita y tranquila.

Dando un vistazo rápido a su facultad camino un poco más, varios chicos y chicas permanecían sentados platicando y riendo entre ellos, realmente apestaba su situación.

Varios chicos que no conocía se iban riendo delante de él de cosas que no quería saber.

Sus pensamientos divagaban entre sus tareas, proyectos y los exámenes que tenía al día siguiente.

Un paso más y por poco choca contra la espalda de una alfa que yacía de espaldas a él. Parpadeando rápidamente lo esquivo antes de meter se en problemas.

Inspiró aire rápidamente una vez que sus pasos rodearon una jardinera y subieron los escalones que daban a la entrada de la cafetería.

Sólo unos cuantos estudiantes ocupaban las mesas y sillas, realmente contados, la mayoría bebía café o bebidas energizantes para soportar los días de exámenes.

Compró un sándwich de pollo y un jugo de naranja, rogaba para que no devolviera su comida, por que realmente no tenía fuerzas para terminar su día.

Comió lentamente en una esquina de la cafetería, el jugo fue lo único que realmente le hizo bien a su estómago.

Trozo a trozo obligó a su cuerpo a comer, sabía que si no comía enfermaría –más de lo que ya estaba–, miró la hora en su teléfono dándose cuanta que pronto su última clase iniciaría.

Realmente no quería entrar pero tenía que hacerlo, lo más seguro era que el profesor Choi diera fecha y temas de estudio para su examen.

Con un poco más de energía obligó a sus pies a caminar.

Con pasos lentos y cansados se dirigió a la salida de la cafetería, el poco viento que hacia golpeo su rostro. Respiro un poco más antes de que el aroma ya conocido de aquel alfa que tanto daño le había y le seguía haciendo llego a él. Su cuerpo se estremeció cuando el aroma llego más cerca de donde estaba. Su omega levanto rápidamente las orejas y su cola la empezó a mover con más intensidad.

Odiándose así mismo buscó con la mirada al dueño y culpable de su dolor.

Sus pasos tomaron vida propia guiándolo a donde se supone estaba el alfa. Las jardineras quedaron atrás mientras caminaba rumbo a los pasillos de las salas de profesores y la biblioteca.

Detuvo sus pasos obligándose otra vez a alejarse, a dejar de buscar a esa misma persona que tanto le lastimaba, que tanto dolor seguía causando a su ser.

Un error más y su omega no lo resistiría.

No necesitaba ser médico para saber que su cuerpo y omega se iban muriendo lentamente, sólo era cuestión de días. Tal vez meses para que su cuerpo no resistiera y se dejara morir.

Tenía miedo de escucharlo de un doctor, por ello siempre lo evitaba. 
Siempre buscaba escusas y pretextos para no ir.
Quería vivir con todas sus fuerzas lo poco o mucho que le quedaba de vida.

No quería que sus padres se preocuparan más por él si sabían que tan mal estaba.

Dándose fuerzas así mismo retomó su camino a su edificio.

Ya no rogaría.

Ya no se humillaría más delante de ese alfa, ya no más de lo que ya lo había hecho.

Mantendría su orgullo, el poco que le quedaba intacto.

Cuando llego a su salón, varios de sus compañeros estaban ahí. Unos estudiado y otros en su mundo.

Mirando la hora nuevamente se dio cuanta que aún quedaban un par de minutos para que su clase iniciara.

Se sentó en su lugar dispuesto a descansar un poco antes de que su profesor llegara.

—Kim— la voz ya conocida de aquella chica resonó en sus oídos.

Como si su día no pudiera ir más mal de lo que ya estaba.

—¿Ocurre algo, Kim? — trato de sonar un poco desinteresado, reincorporándose en su lugar.

La cabellera pelinegra de ella apareció en su campo de visión, vistiendo una sudadera rosa con Kiss Me en letras grandes y brillantes al centro.

—Creo que esto te puede servir. — observó como de entre su bolso saco unos papeles de diferentes colores y tamaños para después colocarlos sobre su butaca.

—¿Qué es esto?— preguntó confundido tomando entre sus dedos un volante de color azul cielo con letras amarillas y verdes.

—El otro día escuche que estabas buscando trabajo. —la vio cerrar su bolso y dejarla colgar de su mano izquierda.

— ¿Como..

—No tienes que agradecer Taehyung. Espero que te sirva y vuelvas hacer el mismo de antes. Ya sabes...

Antes de que pudiera decir algo, Hyuna rodeo su butaca yendo directamente a la suya cuando vio al profesor Choi entrar al aula.

Él estaba buscando trabajo pero sólo le había dicho ha SeokJin ha cerca de eso, a nadie más.
Uno de sus planes para no pensar en el alfa y permanecer lo suficientemente ocupado cuando saliera de vocaciones.

Observó una última vez los demás volantes y los guardo entre sus cosas.

Más tarde hablaría con ella.

Hyuna realmente lo había sorprendido. No es que ella fuera mala con él o que la odiara  realmente no lo hacia.

Eran compañeros de clases y rivales; siempre compitiendo por demostrar quien de los dos era mejor en las clases –eso antes de Jungkook –, pero no amigos.

Ambos eran diferentes.

A veces no se soportaban o toleraban pero lo dejaban pasar, porque todavía les tocaba un año de convivir juntos.

BLUE 💜 Yoontae💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora