65: Justo a tiempo

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—Colin

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—Colin.

Colin se encontraba abrazando a Emma. Estaban durmiendo. En la cama.

—Colin —insistió esa voz femenina que había sido delicada, pero de todas formas lo sobresaltó, despertando a Emma también. Faith juntó sus manos frente a la cara de ambos, disimulando el odio y el rencor que traía en sus venas—. Son las siete de la tarde. Una chica se tiene que bañar para luego cenar.

Emma cerró sus ojos otra vez, acomodando su cachete sobre el pecho de Colin. No le importaba bañarse, no le importaba cenar, estaba en el lugar exacto donde quería estar. Entonces, Faith señaló hacia la puerta, indicándole a simple vista a Colin que debía irse, pero él lo entendió mejor. Había algo afuera que necesitaba su atención. Faith se alejó para encender la luz del cuarto de baño, fastidiando a Emma con sus pisadas por la recámara y los sonidos que hacía preparando el baño.

Colin acarició el hombro de Emma.

—Mi nena tiene que bañarse. ¿Qué quiere cenar esta noche?

Faith suspiró al escucharlo desde la puerta del baño. Hubiese sonreído en otras circunstancias.

—No quiero cenar —contestó, aferrándose a la camiseta blanca. Había pasado demasiado tiempo llorando por querer acostarse al lado de él, no lo iba a soltar esta vez. Pero, de pronto, se acordó de que él sí debía comer—. Quiero que cenes —susurró como si se encontrara contando un secreto entre los dos.

—Ya sé. te bañas mientras yo pienso en qué ordenar para cenar —se desacomodó, sentándose poco a poco hasta que la obligó a soltarlo. Colin se levantó de la cama, agarrando su celular de la mesa de noche con una actitud que apuntaba a que iba a buscar el menú de un restaurante—. Regreso en seguida.

Colin cerró la puerta detrás de sí. Miró su cara de dormido en un espejo. Seguramente había sido una de las siestas más largas que había tomado desde que era un recién nacido. Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón mientras caminaba en dirección a la sala, donde se encontró con un montón de caras largas, llenas de ira. La furia dominaba donde antes se destacaba la melancolía. La familia Miller, y también Bianca y Gillou, estaban sentados alrededor de la mesa de centro. Todo indicaba a que había nuevas, pero malas, noticias. Colin no supo qué decir. Odiaba sentir vergüenza en momentos inoportunos, él no era así.

—¿Dormiste bien? —le preguntó Jake. La respuesta de Colin no le importaba, se le notaba, pero aparentemente tampoco supo cómo triturar el hielo. Colin avanzó despacio, oír el suspiro estresado de Jake le provocó náuseas—. Te lo informo de una vez. Agarraron al tipo en Los Hamptons. No ha declarado nada.

Colin tocó su reloj. Se paró frente a ellos.

—Pero eso no es lo que los tiene así —se atrevió a decir.

—No. Hallaron a Kayce Hart, y declaró cosas que aún no terminamos de procesar. Será mejor que te sientes y te tranquilices desde ahora —apuntó un sillón libre.

El Novio De Emma© #2Where stories live. Discover now