LIVING IN SIN © Lesbian

11. Más Rápido

No puedo sentirme más incómoda, pero a la vez sumergida en el dulce recuerdo de mis diecinueve y veinte años; hablando de cosas superficiales y sofisticadas con modelos en un lindo auto, planeando el lugar donde ir a bailar en la noche y con qué personas hacer un trío, evitando las drogas porque no me gustan pero observando como los demás se ponen muy locos.

En el camino dejamos a Delgado en una casa gigante de los suburbios, "¡Te vas a casar MARICON! " le gritan, va a hacer un tipo de despedida de soltero pero con varios días de anticipación, seguramente después del Photoshoot Rose caiga justo aquí. No puedo creer que él se case, es absurdamente raro.

Seguimos nuestro camino hasta un edificio abandonado dónde harán fotos con pintura y polvo de color.

Me quedo en un lugar estratégico para poder ver todo lo que sucede, al fin y al cabo no puse resistencia para venir porque me gusta mucho ver a la gente haciendo cosas.

Todo el photoshoot es tal como recuerdo que son, muy divertidos y con un fotógrafo una maldita obra de arte. Alcanzo a notar que Rose se comporta mucho más profesional o tal vez más segura de sí misma.

Se ve hermosa y feliz, a veces me lanza miradas rápidas que me provocan un rubor infantil en las mejillas. Thomas parece demasiado entretenido, hubo un punto en el que el tipo alto le dijo que se acercara porque quería una foto para Instagram con él.

— Paso, además no tengo una cuenta — se cruza de brazos.

Pero le insisten y bueno, hasta yo tengo ganas de tener alguna evidencia de Thomas, sí es verdad lo que dijo Delgado, es igual a Rose, ni siquiera Adam se le parace tanto, recuerdo que él tenía un cuerpo muy rudo, como de alguien que hacía trabajo pesado.

Thomas tiene la piel color crudo, un corte de pelo Fringe y corto a los lados, hombros anchos, ojos verdes y grandes, y a diferencia de Adam unas manos de nunca haber reparado ni una ventana atascada en su vida.

— ¿Tú eres?

Un hombre de tal vez más de treinta años y ropa fina me habla.

— Skyler Grey.

— Vaya nombre, yo soy Anthony — él sonríe — ¿Te he visto por acá? — yo niego — una lástima, he estado observandote y hay algo bastante fascinante en todo ese castaño — me toca el pelo — te daré mi número.

— Oh no, lo siento, no soy modelo, no es lo mío — pero él me da una mirada de esas como si perdieras la mejor oportunidad de tu vida — Seguramente nunca llamaré.

— ¿Cuál es el miedo?

Decido decir la verdad.

— Estoy retirada.

Él quiere insistir pero la charla se acaba porque lo llaman y yo aprovecho para escapar.

— Tengo que ir a la mini bodega ¿Te vas a quedar? — le murmuro al oído a Thomas.

— ¿Por qué? ¿Estás cansas? — pregunta con mucha ternura.

— No planeaba quedarme tanto tiempo, es eso.

— ¿Estás incómoda por ella cierto? — abro los ojos y a la vez escondo la cabeza. — No soy cotilla pero...

— La conozco hace como tres días, nada que ver. — miento.

Él entrecierra los ojos.

— Que rápido se meten las lesbianas — él sube los hombros, lo miro con desprecio — Obvio ¿No?

— Estás puto loco, sabes lo que es amistad...

— Pero le tienes ganitas... — niego — que mentira, yo sé que es bonita pero es que le hablas así mira — pone su mano frente al rostro y hace un gesto con la lengua, bajo la cabeza aún más — y ella te da sonrisitas...