Brandon
-¿No crees que estas llegando muy lejos con esto?-pregunto Marcos examinando el lugar.
Me quite mi chaqueta y la coloque sobre el respaldal de la silla negra.
-Sabes muy bien que nunca me doy por vencido-mire el lugar examinando al igual que el-Y esto no se compara con lo que soy capaz de hacer y lo sabes mejor que nadie.
El bufo y prosiguió a sentarse enfrente de mi nuevo escritorio.
-Espero que esto no cause problemas-entre cerro los ojos.
Sonreí.
-No te preocupes, tengo todo calculado.
Gisely
Caminaba hacia mi trabajo con una sonrisa radiante y una pequeña canasta repleta de diferentes tipo de galletas para mi nuevo jefe como un tipo de agradecimiento.
Esta mañana me había levantado un poco mejor, no perfecta pero si lo suficientemente bien como para poder trabajar. El maquillaje fue de gran ayuda para esconder las marcas
de los dedos que aun estaban en mi barbilla. Nadie los notaria si no se acercaba lo suficiente a mi rostro.
Tenia un nuevo estacionamiento mucho mas cerca de mi trabajo que el anterior lo que me facilitaba no tener que caminar tanto. Además de que llevaba un vestido negro junto con unos tacones demasiado altos, quería causar una buena impresión.
Al entrar pase por el escritorio de Daved para saludarlo. Con una sonrisa me despedi de el para ir a la oficina de quien sería mi nuevo jefe.
Me acerque a su oficina y con los nudillos toque la puerta.
Un ronco "Adelante" se escucho de su parte.
Entre con una enorme sonrisa dispuesta a presentarme y entregarle la canasta de galletas.
-Buenos dias señorita Montell.
La sonrisa se borro de mis labios.
-¿Que hace usted aqui?-espete al ver al señor O'Conner en el escritorio muy cómodamente viendo unos papeles.
El no aparto la mirada de los papeles para mirarme.
-¿Asi se le trata a su nuevo jefe?-pregunto elevando una ceja.
Entonces todo hizo sentido, había sido el todo este tiempo. Como no pude darme cuenta desde un principio.
-Todo este tiempo fue usted ¿Cierto?-pregunte con rabia.
El dejo de mirar los papeles para mirame a mí por primera vez desde que llegue.
-Te quiero trabajando para mi-se encogio de hombros-Ahora si me disculpas, agradecería que fueras a tu puesto y comenzaras a trabajar.
Me mordi la lengua para evitar que salieran todos los improperios que estaban pasando por mi mente en ese momento para insultarlo.
-No me acostare con usted-espete para dejarselo en claro desde un principio-Ahora si me disculpa, estare trabajando en mi escritorio, Jefe.
Sali se su oficina sin esperar que dijera nada mas.
Mire la canasta que llevaba en la mano.
Camine de nuevo a donde Daved y se las di.
-Te las regalo.
El me miro confundido pero no le dije nada.
Llegue a mi escritorio y comenze a revisar algunas cuantas cosas que había dejando pendiente. Eso si, el dia se me había dañado completamente.
