Gisely
-No existe ningún Carter Philips, al menos no con las características que usted nos indico-dijo el detective Watson, sentandose en su escritorio con un expediente en sus manos- Me temo que la persona que buscamos podría ser un experto. Debemos esperar por más movimientos de su parte. Cuando menos lo espere, el caerá.
Mire de reojo a mis dos amigos, los cuales habían estado en completo acuerdo en acompañarme.
-Entonces, ¿Eso es todo? Un hombre tiene mi número, sabe donde trabajo y ha entrado a mi casa. ¿Y tan sólo no hay rastros de el? Tal vez fue él el agresor de mi amiga ¿Y usted sólo me dice que debo esperar?-espeto- Hay un hombre desaparecido detective, un hombre inocente que no tenia nada que ver en este asunto. Mi amiga se encuentra en estado crítico ¿Y usted sólo me pide esperar? ¡Ese bastardo intento matarme! ¿Cuánto más debo esperar para que lo logre? ¿Qué me asegura que no soy yo la siguiente o alguna de las personas cercanas a mi? El tiempo corre y ustedes no me otorga las respuestas que quiero escuchar.
La mano de Jennifer se desliza sobre la mía, otorgándole un leve apreton a esta a modo de apoyo y comprensión. Noto como Daved se levanta bruscamente de su silla y sale de la oficina sin decir nada, cerrando la puerta ruidosamente.
Estos no era fácil. No era fácil para ninguno de nosotros.
-Señorita puedo comprender su temor y preocupación en estos momentos. Y de verdad me gustaría poder decirle las respuestas que espera pero me temo que no es así-dijo el detective con expresión seria-Y si, para usted y los suyos sólo queda esperar. La persona que esta obsesionada con usted se ha mostrado muy cautelosa con no dejar pistas por ninguna parte. No hay direcciones, ni números que rastrear o incluso huellas dactilares. Es un experto y probablemente un asesino serial. Así que si, no tan sólo les pido que tengan paciencia sino que mucho cuidado. Esta persona puede ser muy peligrosa. Y por favor manténgame informado de cualquier cosa sospechosa. Cualquier cosa, por más mínima que sea, puede servir de mucho para encontrar al autor de todo esto.
Si antes tan solo tenia temor, ahora me encontraba completamente aterrada. La idea de un acosador obesionado era mucho más sencilla ¿Pero la posobilidad de un asesino serial? Esto se volvía mucho más peligroso de lo que quería aceptar.
Todos estábamos corriendo un gran peligro mientras ese hombre estuviera suelto.
* * *
-Debemos guardar la calma-murmura Jennifer mientras nos encontramos en la sala de espera-Unidos saldremos de esto y Scarlet también lo hará.
Toma la mano de cada uno y las coloca una encima de la otra. La miro a ella y a Daved intentando sonreír ante el gesto pero la verdad que nada podía causar una sonrisa en aquellos momentos.
Y lo entendía a él más que a todos. El amor de su vida se encontraba en una línea muy fina entre la vida y la muerte y parecía que su agresor jamás caería como todos lo estábamos esperando.
Luego de la comisaría todos habíamos guardado silencio de camino al hospital. Siendo consientes de la atmósfera cargada que se cernía sobre nosotros. ¿Cómo de ser una chica tan ordinaria había pasado a ser tan importante como para que un hombre se obsesionara conmigo? ¿Qué había hecho yo para captar su atención? ¿Era Carter después de todo? ¿Cómo lo había tenido en mis narices sin haber notado nada? Pero bastantes cosas no me cuadraban. Yo jamás lo había visto y tampoco recordaba haber tropezado con él.
No entendía nada de esto y cada vez eran demasiadas cosas para asimilar. Demasiadas cosas estaban en juego en estos momentos. No tan sólo mi vida sino que también la de mis seres queridos. ¿Qué pasaría después? ¿Cuál sería su siguiente movimiento? El tan sólo hecho de analizar lo que podía pasar hacía que escalofríos sacudieran mi cuerpo y mi respiración se alterará. No podía soportar la idea de que otra persona saliera herida por mi culpa. Debía poner un alto a todo esto o de lo contrario todo acabaría de mala manera. Tenía que hacer algo.
-Debemos idear un plan-espeto de la nada.
Dos pares de ojos me miran sin compresión.
-Tenemos que hacer algo para que ese bastardo caiga-vuelvo hablar- No podemos seguir esperando a que el aparezca y lastime a otra persona. Debemos idear un plan para atraparlo. Scarlet merece justicia al igual que el hombre que se encuentra desaparecido.
Daved me regala una mirada como si hubiera perdido la cabeza.
-¿Acaso te has vuelto loca?-pregunta con brusquedad, causando que algunas personas posen su atención sobre nosotros- ¿No escuchaste lo que dijo el detective? Ese tipo puede ser un asesino serial y tu quieres jugar a ser policía ¿Cuál será tu plan Gisely? ¿Ser la carnada para luego terminar muerta al igual que Scarlet?
Lo fulmino con la mirada para levantarme con violencia del asiento.
-¡Ella no esta muerta! Ni siquiera se te ocurra decir algo como eso otra vez- siento como la rabia se esparce por todo mi cuerpo ante el hecho de que se refiriera a ella de esa manera.
-Chicos, deberían calmarse. No es un buen lugar para una discusión-interviene Jennifer con un tono bajo.
Ni me inmuto ante su petición, ignorando por completo que las personas estaban mirándonos.
-Ni siquiera puedo creer que hayas tenido el valor de decir algo como eso-acuso sin calmarme- ¿Qué esta mal contigo?
-Por mucho que no querramos aceptarlo, ella esta muriendo- pronuncia Daved esta vez en un tono más débil, dejando ver como las facciones de su rostro cambian por completo y como sus ojos comienzan a cristalizarse- Queria guardar la esperanza pero debo ser realista, mientras más rápido nos hagamos a la idea será mejor para todos y no dolerá tanto.
Sus palabras me golpean de una manera dolorosa. Él estaba rindiendose.
-No necesito escuchar esto, al diablo con ustedes- escupe Jennifer, marchándose con aparente enfado.
Me siento impotente, herida y furiosa. El caos apenas estaba creciendo sobre nosotros y él ya se estaba dando por vencido.
-¿Cómo puedes decir algo como eso?-murmuro- Es a ti a quien ella más te necesita ¿y tu simplemente te rindes? Sin dar la pelea, sin dar tu apoyo ¿Cómo puedes tan siquiera estar aquí si piensas de esa manera?
Las lágrimas bajan sin reparo por sus mejillas mientras me regala una mirada dolida y furiosa.
-¿Tú como no puedes ponerte en mis zapatos? ¿Crees que no duele el hecho de saber que quizás jamás podre volver a sostenerla en mis manso? ¿Que quizás jamás volveré a escuchar su voz? ¡Yo la amo por un demonio!- grita de una manera que hace que mi pecho duela- Ella no debería estar aquí, ella no debió estar en tu maldito apartamento ¿Por qué permitiste que se quedará si sabías que había un bastardo enfermo detrás de ti? ¿Por qué no pudiste ser tu? Respondeme eso Gisely.
¿Por qué no pude ser yo? Pero por mucho que costara decirlo él tenía razón.
Intento decir algo pero mis palabras se ven calladas por un repentimo sollozo que escapa de mis labios. No lo tolero un segundo más y me marchó de la sala de espera topandome con un par de ojos tan conocidos observandome desde la esquina.
¿Él había escuchado todo eso? No me quedo para averiguarlo cuando me encuentro caminando con pasos apresurados por los pasillos, sintiendo mi alma quebrarse ante las palabras de el que era mi mejor amigo.
