Brandon
Podía recordar a la perfección la calidad de su boca y el sabor de sus labios. Eran la cosa mas deliciosa que podía haber probado jamas, por mas que intentará negarlo, se me apetecía probarlos a cada rato. Su piel era tan suave que aun podía sentir su textura en la palma de mis manos. Su aroma era algo que lograba embriagarme con tan solo llegar a imaginarlo. Su mejillas un poco sonrojadas eran una de las cosas mas adorables que había podido lograr notar en aquella mujer adictiva. Sus curvas eran mi perdición y su mirada mi salvacion. No podía quitar la imagen de ella sobre mi escrito, con los labios hinchados, con el cabello desordenado y conmigo entre medio de sus piernas. Había estado a punto de hacerla mía en mi propia oficina pero el destino se había puesto en mi contra aquel día.
Maldije en un gruñido al sentir el problema que comenzaba a crecer en mis pantalones, no podía evitar que mi cuerpo reaccionará ante ella y eso en ciertas ocasiones, comenzaba a ser algo fastidioso.
-Brandon deja de estar en otro lado y concentrate-gruño Marcos, molesto por mi notable distracción -Tenemos cosas importantes de las cuales hablar.
Frunci mi ceño al notar su tono al hablarle, no le preste mucha atención.
-¿Que sucede? ¿Que te tiene tan alterado?-pregunte otorgándole toda mi atención.
Lo escuche soltar un suspiro mientras comenzaba a pasar las manos por su cabello con un gesto cansado y lleno de frustración.
-Tenemos problemas, grandes problemas de hecho -confeso.
Mi semblante cambio por completo al escuchar sus palabras.
-¿A que te refieres? ¿Que tipo de problemas tenemos?
-Alguien se a infiltrado en la empresa y a estado haciendo grandes transacciones a las afueras de la ciudad con grandes cantidades de dinero. Aun no logro descubrir quien es y a donde esta parando todo ese dinero.
Mis ojos se cerraron y apreté las manos con fuerza.
-¿De cuantas pérdidas estamos hablando?
-Muchas, a este paso, dedusco que a menos de un año podríamos perder todo esto sino logramos pararlo-admitio-Alguien nos quiere destruir Brandon y lo esta logrando.
-¿Alguien mas sabe de esto?
-Solo tu y yo.
-Bien, que se mantenga así hasta el momento.
Gisely
Mi ceño se encontraba levemente frunciendo mientras que mis brazos se encontraban cruzados sobre mi pecho. Miraba cada detalle de la nueva oficina en la cual trabajaría. Era espaciosa y sobretodo lujosa, con artefactos de buena calidad. Tenia una vista increíble he envidiable sobre los edificios y las calles de la ciudad.
Todo era tan. . . diferente.
Y lo mas importante era que mi pequeña área de trabajo se encontraba justo en la misma oficina de Brandon. Lo cual significa que estaríamos juntos casi las veinticuatro horas del día, solos, en un espacio de cuatro paredes, donde nadie podría vernos y donde ninguno se perdería de la vista del otro.
Habían transcurrido tres días desde el incidente en su antigua oficina, donde no se había vuelto hablar del tema y donde ambos actuábamos de la manera mas normal, como si nada hubiera ocurrido y todo hubiera sido parte de mi imaginación.
Pero sabía que no era así, que sus caricias habían sido reales al igual que el contacto de sus labios. Sabía que todo había sido real porque, desgraciadamente, en las noches, en la oscuridad y calidad de mis sabanas, no podía evitar evocar el recuerdo de lo ocurrido, deseando muy a mi pesar, que vulviera a ocurrir.
