Gisely
Mis ojos examinaban el lugar con un poco de aburrimiento. Hace un buen rato había perdido de vista a mi mejor a amiga Jennifer. Ella me había convencido de que vinieramos a esta fiesta de ricos de la alta sociedad. Nos habíamos colado gracias a un amigo suyo que se podría decir siempre esta invitado a este tipo de evento de gente rica gracias a sus contactos.
Estaba en la barra de bebidas, viéndo como las personas hablaban entre si.
Era un poco gracioso porque ellos no aceptaban a las personas como yo, es decir de bajo estatus y estaba aqui en una de sus fiestas usando un vestido que costaba mas que mi salario en tres meses.
Mire la pantalla de mi telefono por quita vez en toda la noche, ya se estaba haciendo demasiado tarde y mañana tendría que ir a trabajar.
Decidi mandale un mensaje a Jennifer informándole que me marcharía y que disfrutara de lo que quedaba de la noche. No podía enfadarme con ella por haberme dejado sola en este lugar con tanta gente que me desagradaba.
Camine a la salida con mi pequeño bolso en mano, tenía las llaves de mi coche lista para escapar de este lugar.
Estaba apunto de llegar a mi coche que se encontraba un poco apartado de los demás para que pareciera desapercibido, cuando una voz un poco dificultosa captó mi atención.
—¿Quieres un poco de compañia?—la voz del hombre que arrastraba las palabras con mucho esfuerzo, hizo que me diera la vuelta para mirarlo.
Apenas podía mantenerse correctamente de pie, daba pequeños pasos hacia al frente dando la posibilidad de que se caería en cualquier momento.
Estaba completamente borracho.
Solte un resoplido. Estas cosas me las hubiera podido evitar sino hubiera aceptado la alocada idea de Jennifer de venir a este lugar y mezclarnos con este tipo de personas.
Me di la vuelta decida a ignorar completamente al hombre borracho para asi seguir mi camino.
—¡He! Que te estoy hablando—escuche sus pasos acercarse a mi.
Apresure mas el paso, no quería problemas. Solo quería llegar a la seguridad y calidad de mi apartamento y entrar en las sabanas de mi cama.
Llegue hasta mi coche donde rápidamente coloque la llave en la cerradura para abrir la puerta pero la mano agresiva del hombre en mi brazo me detuvo.
—Maldita zorra, estoy hablando contigo. A mi no me gusta que me ignoren—gruño—¿Porque no mejor te subes el vestido y abres tus piernas para mi? Prometo pagarte muy bien—su asqueroso aliento llego hasta mi nariz haciendo que hiciera una mueca de asco.
Esta era la gota que derramó el vaso.
En un rápido movimiento, me decise de su agarre para tomar su brazo y retorcerlo llevándolo a su espalda para luego estrallar su cara con la bella pintura de mi coche.
—Jamas vuelvas a ponerme una mano encima maldito bastardo borracho—hice mas precion haciendo que su brazo crujiera— Ahora largate de aqui.
Lo solte y rápidamente se llevo la mano a su brazo herido. Me miro con rabia dispuesto a lanzarse encima de mi pero por su estado lo unico que logro fue caer al suelo.
Tan patetico—pense.
No le preste atención y prosegui a entrar a mi coche para hacer rugir el motor haciendo que el tipo se levantara del suelo rápidamente.
El no se movía del miedo y yo estaba perdiendo la paciencia.
Acelerando y frenando de golpe hice que pegara un brinco y rápidamente se aparto del camino, dandome paso libre.
Sali de ahi rápidamente perdiendome en las calles de la ciudad.
Vaya noche la de hoy.
Brandon
Miraba por la ventana de la habitación por donde hace unos momentos esa chica había desaparecido en su coche.
Había visto como ese borracho la habia persiguido hasta su coche y como la había tomaba por el brazo. Había llegado a sentir un poco de preocupación pero al ver como ella lo toma del brazo como si fuera toda una experta en auto defensas hizo que me sintiera un poco exitado.
—Señor ¿Me ha llamado?—me pregunto Randall mi guardaespaldas y chofer.
Hice un movimiento con la mano para que terminara de entrar a la habitación.
—Necesito que me hagas un favor—le dije—Quiero que me consigas informacion lo mas pronto posible sobre esa chica.
El simplemte asintió y salio de la habitación sin decir nada. No necesitaba que le dijera de quien se trataba, el sabia como me le habia pasado mirandola toda la noche con discreción sin que ella lo notara. Tenía algo que me llamaba la atención, era una mujer muy atractiva y esta completamente decidido a hacerla mia, costase lo que costase.
No podía evitar la imagen que se creaba en mi cabeza al recordarla con ese vestido que hacia que se marcaran sus apetecibles curvas.
Estaba decidido esa chica seria mi nuevo objetivo.
