Capítulo 15

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Gisely

Hoy finalmente era lunes y estaba mucho mas que nerviosa, no sabia que me esperaría cuando entrara a ese edificio y llegara a mi puesto de trabajo. Había pasado todo el fin de semana analizando la situación y realmente no veía ninguna manera en la cual yo pudiera liberarme de lo que estaba a punto de enfrentar.

Mis piernas temblaban como si de gelatina se tratase, podía sentir como mis manos sudaban y constantes escalofríos recorrían mi columna vertebrar.

Al atravesar las puertas del edificio y introducirme en el elevador, pude notar como mi corazón latía con mas fuerza. Mis dedos se aferraron a mi bolso con desesperación, mis dientes mordieron mi labio con fuerza.

Podía ver mi reflejo a través de las puertas metálicas del elevador, este día había preferido venir con el cabello atado a un coleta.

Me sentí fallecer cuando las puertas del elevador abrieron ante mi planta de trabajo. Revelando el personal que ya se encontraba en sus respectivos puestos, haciendo sus trabajos.

Tomando una profunda inhalación, di los primeros pasos, atravesando las puertas metálicas y escuchando como éstas se cerraban detrás de mi.

Comenze a caminar hacia mi escritorio, topandome en el camino con Daved, al cual solo salude con un movimiento de cabeza y una sonrisa forzada. No me sentía en condiciones de entablar una conversación alegre con alguien.

Deje mis cosas sobre mi escritorio, tome asiento sobre la silla giratoria y proseguía a ingresar mi contraseña en la pantalla del computador.

Mis ojos se desviaron hacia la puerta que se mantenía cerrada, obstruyendo cualquier ruido o movimiento proveniente del interior.

Debería de calmarme pero por alguna razón no podía evitar sentir una oleada entremezclada con nerviosismo y excitación.

Frunci el ceño al darme cuenta de mis emociones, esto se estaba volviendo mas confuso y contradictorio de lo normal.

-Señorita Montell, por favor pasar por mi oficina.

Mi vista se levanto rápidamente al escuchar su manera de llamarme, con un tono completamente cortante y distante. Antes de que pudiera ver las facciones de su rostro se introdujo de nuevo en su oficina, cerrando la puerta detrás de si.

Mis ojos se dirigieron a las demás personas que se encontraban en la misma planta, todos mirándome con curiosidad.

Me levante de manera rápida y tome una libreta de apuntes con las manos temblorosas y con pasos desconfiados me dirigí a su oficina.

Golpee con mis nudillos la fría puerta de madera que me impidia el paso, esperando alguna palabra por su parte. Recibiendo un seco "Adelante", me introduje en su oficina.

Se encontraba en su escritorio, con la mirada fija en unos papeles que parecía revisar con mucha calma. Pude notar como los primeros botones de su camiseta se encontraban desbotonados, dejando a la vista un poco de su pecho fuerte y duro.

Trague saliva ruidosamente, hoy se veía mucho mas atractivo y peligroso de lo normal. Pero también podía percibir su humor y eso me hacia cuestionar me si debía pensar seriamente mis palabras antes de hacerlo enojar mas.

Estaba dispuesta a preguntar le para que me necesitaba o si se le ofrecía algo, cuando su voz me corto y la frialdad de su mirada conecto con la mía, haciéndome retroceder un par de pasos y que la libreta de apuntes cayera de mis manos.

-Empaca tus cosas-demando sin mas, antes de devolver su mirada a los papeles.

-¿Que?-murmurre confundida.

AtracciónWhere stories live. Discover now