Capítulo 26

2.7K 166 13
                                    

Gisely

Paso las manos por mis cabellos mientras dejó escapar un bajo suspiro de cansancio. Habían sido tantas emociones en tan poco tiempo, que sentía que el cualquier momento estallaría y perdería el control de todo.

—Gisely—su tono es ronco.

No necesitó girarme para mirarlo, se que esta detrás de mi, observándome, analizandome con esos ojos tan característicos suyos.

—Brandon—respondo en un tono bajo, no apartando la mirada del enorme ventanal que se encuentra en su despacho.

Cierro los ojos con fuerza al escuchar el sonido de sus pasos al acercarse a mi. Cruzó mis brazos por debajo de mi pecho, abrazándome a mi misma, intentando darme ese apoyo que tanto necesitaba.

No sabía si sería capaz de mirarlo a los ojos pero tampoco quería lucir débil he indefensa ante el. Debía mantener la calma y cuando llegara el momento preciso, estallar sin impedimento alguno.

—Gisely—su voz llamó mi nombre, esta vez haciéndome notar que estaba mucho más cerca que antes—Tenemos que hablar.

Una sonrisa amarga se formó en mis labios mientras giraba sobre mis talones, enfrentando su mirada cautelosa. Viendo sus facciones por primera vez, después de nuestra discusión en el hospital.

—¿Y de que quieres hablar Brandon?—mi voz salió fria—¿Quieres hablarme de como te revolcabas con otra? ¿O simplemente quieres reírte en mi cara?

—¿De que demonios estas hablando?—fruncio el ceño con confusión.

—No seas sínico—masculle, apartando la mirada, sintiéndome incapaz de poder mirarlo un segundo más —Sabes perfectamente de que estoy hablando. Ni siquiera tuviste problemas en conseguir a otra que fuera más fácil de abrir las piernas ¿No?

Tenía tantas ganas de descargar toda esa impotencia y dolor guardado en mi pecho. Quería dejar salir todo y no sentir más esa opresión molestosa.

Su rostro se tiñe de sorpresa y rápidamente intenta acercarse a mi pero retrocedo, rechazando su cercanía.

—No es lo que crees, no me acosté con ella.

—Pues no es lo que parece Brandon—sonrio con tristeza, sintiendo como mis ojos comienzan a cristalizarse una vez más —Me enviaron una foto, los vi. Ni siquiera intentes negarlo.

—Te juró que no es lo que parece, no me acosté con ella. Jamás podría, no ahora que te conozco.

—¡No me mientas!—grito al borde de las lagrimas—¡Ni siquiera había pasado una semana cuando ya te lanzabas a los brazos de otra zorra!

No tengo tiempo de reaccionar cuando sus manos han tomado mi rostro con fuerza, obligándome a mirar sus ojos, esos que arden con furia.

—No me acosté con ella—gruñe con ferocidad, causando que su aliento golpee mi rostro y que la intensidad de su mirada se me sea imposible de aguantar—No pude hacerlo.

La confusión se refleja en mi rostro mientras lo observó con detenimiento, intentando descifrar si sus palabras eran una mentira o si simplemente decía la verdad.

AtracciónWhere stories live. Discover now