55: La frágil florecita

Start from the beginning
                                    

—Eso fue lo que pasó, madre. Trataron de asaltarme y me resistí. Eran dos, creo.

—La persona que llamó me dijo que te asaltaron —señaló, nerviosa.

—Hola. Disculpen. —Un enfermero ingresó al cuarto, acercándose hasta la camilla.

El celular de Theresa interrumpió, sonando con una llamada del trabajo. Sonrió penosa.

—Regreso en seguida —avisó y se marchó, tomando la llamada.

El enfermero sonrió también. ¡Era Theresa McClain!

—Colin —se puso serio de nuevo—, la doctora pasará en diez minutos. Te dará el alta. ¿Cómo te sientes? ¿Alguna molestia más allá de lo normal?

—No.

—De acuerdo. Entonces, regreso en diez minutos con la doctora.

El hombre dio media vuelta para marcharse, y en Colin se desató el pánico.

—Espera —vio a su padre de reojo.

El corazón comenzó a latirle a toda máquina. No deseaba estar ahí, en esa camilla, con su cuerpo lleno de hematomas, en compañía de su abusador número uno. Bradley siempre había sido discreto con el abuso físico por razones simples. Ningún abusador con una vida exitosa quiere que se le note la verdadera cara. No daba a menos que estallara. De hecho, la última vez que le había dado una verdadera paliza fue cuando abandonó su primer grado de química.

—¿Sí? —El enfermero regresó a verlo.

—Eh, ¿diez minutos? —comenzó a sentir taquicardia.

—Sí, la doctora está haciendo su recorrido por el piso —explicó.

—Ah...—miró hacia la puerta.

¿Dónde estaba su madre?

—Sí —sonrió amable.

—Eh, ¿puedes subir la temperatura del cuarto?

—Claro.

El enfermero se acercó al termostato exactamente cuándo Theresa regresó al cuarto. Colin respiró, cerrando sus ojos por un momento. Los latidos de su corazón repercutían hasta su garganta, parecía que tenía algo obstruyéndola. Tenía miedo. Sabía que era imposible que su padre lo golpeara en ese preciso momento, en ese preciso lugar, pero de todas formas le temía hasta los huesos.

—Bueno. —Theresa suspiró cuando el enfermero se marchó, se acercó totalmente a la camilla—. ¿Ya nos contarás lo que realmente te pasó? ¿Ya nos contarás cómo terminaste internado en un hospital por veinticuatro horas porque te violentaron? Desapareciste, tu hermano de once años nos contó en la cena que te fuiste a Jamaica, y al final te regresas para meterte en una pelea. ¿Cuál es tu problema últimamente? ¿Tiene que ver con Emma Miller? ¿Te encuentras en estas condiciones por algo relacionado con esa chica?

—No la metas en esto —sus ojos se aguaron.

—Que se hayan dejado es la única cosa buena dentro de todo esto —frunció su ceño. Él nunca había mencionado el rompimiento frente a su familia, pero cada día era más evidente como para no notarlo.

Colin mordió con fuerza, tensando su mandíbula. No quería estallar.

—No sé qué pasó —continuó diciendo—, pero me siento agradecida porque se hayan alejado. Esa chica tiene serios problemas y tú no tienes porqué cargarlos. Pronto encontrarás a la mujer que te mereces.

Algo estalló justo en medio de su pecho.

—Vete —empezó a lagrimear—. Quiero que me dejes en paz. Maldita sea.

El Novio De Emma© #2Where stories live. Discover now