C A P Í T U L O 32

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Permanecí en silencio cinco segundos, no reaccionaba, no salían las palabras de mi boca.

— ¿ Desde hace cuánto lo sabes?— Pregunté muy serio cerrando mi puño.

—Desde el día en el que se fue.

No me podía creer que había estado recorriendo cada rincón de Seúl y él lo sabía y no me dijo nada. Sabía lo mucho que había sufrido y nunca me contó dónde estaba.

— ¿ Por qué no me dijiste nada? — Tenía ambos puños cerrados, intentaba tranquilizarme porque en cualquier momento iba a pegarle un puñetazo.

— Jungkook me lo pidió, era lo menos que podía hacer por él, pero no aguantaba más oírte llorar.— Me senté junto a Jin y apoyé mi cabeza sobre mis manos, estaba algo mareado por recibir esta noticia tan derrepente y tenía muchas dudas.

— ¿ Dónde está?

— Está con sus padres.— Noté un pinchazo en el corazón porque sabía que Jungkook no lo debería estar pasando bien.— Trabajando en el bar de su familia. Está en Busan y se llama Dionysus.—

Tras un minuto de silencio me levanté y cogí mi chaqueta rápidamente saliendo casi a máxima velocidad de mi habitación. —¡ Espera ! — Gritó Jin cuando ya casi había bajado por las escaleras.— No deberías ir pero como se que no puedo detenerte pues solo te pido que tengas cuidado, si sus padres te ven o algo Jungkook puede acabar con problemas.—



[...]



Mi cuerpo temblaba, estaba delante del bar que tenía un cartel algo oxidado donde ponía Dionysus. Desde fuera se podía ver que era pequeño, estaba en un callejón donde poca gente caminaba y se notaba que le hacía falta un poco de limpieza.

Me atreví a entrar, habían dos señores bebiendo en la barra y un hombre al otro lado de esta limpiando con un paño mientras hablaban entre ellos, bueno, mejor dicho gritaban.

Tomé asiento en una mesa cercana. Examiné un poco todo y pensé en las posibilidades de donde podría estar Jungkook. Una parte de mí deseaba que Jungkook fuera el camarero pero sabía que no era posible al ver a un hombre y una mujer trabajando en ese puesto. Ellos deberían de ser sus padres, se parecían a Jungkook. Por lo tanto, llegué a la conclusión de que él sería el cocinero.

Desde mi punto de vista conseguía ver una puerta donde se lograba  ver con dificultad una parte de un caldero pero ni rastro de Jungkook. ¿ Cómo puedo llegar hasta la cocina y ver si él está ahí?

Tiré disimuladamente la taza con café que me habían servido hace apenas unos minutos.

El hombre que supuse que era el padre de Jungkook corrió hacia mí muy serio y con las venas de la cabeza muy marcadas, me daba bastante miedo.— ¡¿ Pero qué haces imbécil?!—

— Y-Yo lo siento, fue sin querer.— Me alejé del lugar donde había surgido el desastre y fui en dirección del baño pero cuando nadie miraba entré en aquella cocina.

Me iba el corazón a mil porque no sabía si él estaría ahí dentro o si no seguiría vivo si sus padres me encontraban metido en la cocina.
Entré lentamente, las piernas me temblaban y ahí estaba él.

Se encontraba lavando unos platos, yo me quedé paralizado mirándole porque simplemente pensaba que estaba soñando y no era real que Jungkook estuviera delante de mí después de tanto tiempo.

— Ya casi he termin... ¿ Taehyung? — Ambos nos quedamos en silencio mirándonos. No tenía buen aspecto, tenía los ojos hinchados, una expresión cansada, no sé que le hicieron a mi bebé pero como yo me entere se llevarán su merecido.

Aún sin decir nada me acerqué lentamente hacia él, agarré su cara delicadamente y en sus ojos pude ver que estaban empezando a humedecerse y finalmente junté nuestros labios en un beso lento lleno del amor que sentíamos cada uno por el otro. Segundos después el beso se vio mezclado con las lágrimas de Jungkook.

Nos separamos lentamente por la falta de aire.— ¿Cómo me encontraste ? ¿ Te lo dijo Jin, verdad? N-No deberías estar aquí...— Sollozó.

Agarré su cabeza y junté nuestras frentes.— Tranquilo... lo importante es que ya estamos juntos.— Jungkook no paraba de llorar y eso me partía el corazón. Él siempre era alegre. ¿Qué le habían hecho?

— Tienes que irte.— Dijo finalmente apartándose de mí y secando sus lágrimas.

— Te vienes conmigo.

— N-No puedo... Tienes que irte antes de que te vean aquí.

— No pienso dejarte. ¿ Eres consciente de todo lo que he sufrido sin tí?

— ¿ Y te crees que yo no? ¡ No te haces una idea de todas las cosas que me han pasado! ¡ No sabes lo difícil que se me está haciendo decirte esto! A si que por favor... no hagas esto más complicado.

Me dolía la cabeza, no quería dejarle aquí, quería que se fuera conmigo y hacerle la persona más feliz del mundo para no verle llorar nunca más como lo estaba haciendo ahora.

Uní nuestros labios una última vez más antes de marcharme y le susurré. — Te quiero.— Y finalmente huí de aquel sitio, quedando separados otra vez.




[...]





Yoongi lo dijo y tuvo razón. Aquí estaba una vez más junto a él y el grupo de siempre a pesar de lo que había pasado.

Ya sabía donde estaba Jungkook pero todavía me sentía vacío, no me lo quitaba de la cabeza y me preocupaba el aspecto que tenía, pero sabía que si volvía a aparecer en aquel luegar y sus padres me veían empeoraría las cosas.

Admito que soy un idiota por estar con Yoongi una vez más sabiendo que él fue el culpable de todo esto, pero quería estar con Nam y sería egoísta por mi parte separarle del grupo solo porque ya no me llevara con Yoongi.









Me desperté de mi profundo sueño al oír el sonido del móvil, alguien me estaba llamando. Muy adormilado miré la hora en el teléfono... ¡ 3:25 ! ¿ A quién se le ocurre llamarme a esta hora?

No tenía agregado al número asi que debatí conmigo mismo si coger la llamada o no. Finalmente acepté la llamada intrigado de quién sería y qué quería a estas horas de la madrugada.

— T-Taehyung...— Los pelos se me pusieron de punta al reconocer la voz de Jungkook pero lo que más mala espina me dio fue el tono con el que lo dijo, podía notar temblar su voz y estaba susurrando.

— Jungkook ¿ Qué pasa? ¿ De quién es este núm—

— Escúchame... no tengo mucho tiempo.— oí sollozar a Jungkook. ¿ Qué se supone que estaba pasando?— N-Necesito que vengas...— Su voz temblaba cada vez más y me costaba entender lo que decía por el bajo tono de voz que usaba.— Necesito que me saques de aquí... por favor... Te necesito rápido... él va a...— Y derrepente Jungkook colgó la llamada.









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Quedan muy pocos capítulos :(

ya estoy escribiendo el final y se me hace muy triste terminar esta historia

Seoul University  -  VkookWhere stories live. Discover now