Seoul University - Vkook

C A P Í T U L O 15

Dos días habían pasado desde aquel incidente con Tyler. No le he visto desde entonces pero no por lo que pasó sino porque estaba muy ocupado con los exámenes.
Después de aquello había recibido varios mensajes de él.

Tyler:
-Lo siento mucho. -11:04

Tyler:
-Si no estabas preparado lo siento. -11:04

Tyler:
-Espero verte pronto. -11:05

Jungkook:
-No pasa nada, está todo bien.-13:22

Él pensaba que yo era virgen, pensé que hacerle creer eso era lo mejor para poder librarme de una conversación incómoda.

Ahora mismo me encontraba en secretaría junto a cinco personas más en fila esperando nervioso por la nota de un examen. Necesitaba aprobarlo, me había esforzado mucho para conseguirlo.

El tiempo de espera se me hizo eterno. Ya no me quedaban más uñas que pudiera morder. Al cabo de quince minutos por fin me entregaron aquel sobre.

Me retiré de la fila para que el siguiente pasara. Tragué saliva e intenté tranquilizarme pero no surgió ningún efecto. Desplegué el sobre con cuidado y miré la nota... ¡ Aprobado!

Aguanté todo los chillidos que quería soltar en ese momento, la gran sonrisa no la pude contener, era muy feliz.

Levanté  mi mirada sin todavía creerme lo que acababa de ocurrir y me encontré con Taehyung mirando su móvil, el corazón me empezó a ir a mil, más de un mes había pasado desde que no le veía . Estaba muy cambiado, ya no era el Taehyung que siempre tenía una mirada prepotente, con sus pelos perfectamente peinados y su ropa siguiendo un estilo increíble.

Levantó su rostro al notar una mirada sobre él y tras tanto tiempo nuestras miradas se juntaron provocando un cosquilleo dentro de mí. Que me mirara me permitió analizarlo mejor, tenía el pelo peinado pero sin ganas, en su cara pude ver unas claras ojeras y un tono de piel pálido como si no hubiera visto el sol desde hace tiempo, eso explicaría el no a ver visto ninguna vez abrir su puerta.

— Taehyung... — dije un poco tímido con una amigable sonrisa.

— Jungkook.— No sabría describir su expresión en estos momentos. Era una mezcla entre sorprendido y desganado.

— ¿ Cómo estás?

— Bien.—Había mentido, lo sabía, le conocía lo bastante bien para saber que no estaba pasando por un buen momento.

Esperé a que me devolviera la pregunta pero nunca llegó, lo que provocó un silencio bastante incómodo.

— ¿ Quiere venir a mi habitación y hablamos? — Preguntamos al unísono diciendo exactamente lo mismo.

Nos quedamos sorprendidos por la graciosa coincidencia que acababa de ocurrir, comenzamos a reírnos en alto convirtiéndonos en el foco de atención de los otros estudiantes que estaban ahí pero nos daba igual.

— Mejor vamos a la tuya.— Dije y nos dirigimos hacia aquel lugar.

Llevábamos aproximadamente dos horas hablando, recordando momentos divertidos que habíamos vivido. No nos dábamos cuenta del tiempo que transcurría, nos daba igual, simplemente disfrutábamos de la compañía del uno y del otro.

— ... aquel día fue genial.— Terminó de recordar aquel momento en el que nos dolió la barriga de tanto reírnos.— Los echo de menos...—

Yo también, pero la vida era complicada y no siempre podías hacer las cosas que queremos.