C A P Í T U L O 25

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Estábamos sentados en el lugar de siempre escuchando las aburridas historias de Yoongi hasta que dijo— Oh mierda, tengo que irme.— Salió corriendo después de ver la hora en su reloj.

— Yo también tengo que irme.— Dijo Jennie y se despidió de mí con un corto beso y de Namjoon con un movimiento de mano .

Nos quedamos Nam y yo solos, acompañados del ruido de los otros estudiantes saliendo y entrando en la universidad.

— Tae.

— ¿ Si?

— ¿ Eres gay? — Me quedé paralizado mirándole mientras él miraba fijamente al suelo.

— Y-Yo no. — Ni yo sabía lo que era aunque tantas dudas me estaban dando a pensar que sí pero Yoongi me mataría si lo dijera.

— Quiero que respondas por ti mismo sin miedo.

Joder, joder... ¿ Yo era gay?

— Hyung si te soy sincero no lo sé, estoy muy confundido...

— ¿ El chico de la historia de Jungkook eres tú verdad? — Me miró a los ojos y yo desvié la cabeza rápidamente.— Eso es un sí.—

— Yoongi la modificó bastante para dejar mal a Jungkook .

— Tae no tienes porqué esconderte de todo esto, es algo normal, no es ningún problema ni enfermedad ser gay, tu puedes querer a quien quieras y da igual el sexo, lo importante es que seas feliz.—Mis ojos se humedecieron un poco por sus palabras y porque sabía que el tema de ser gay no era fácil de llevar en esta sociedad.

— Tengo novia Nam.

— Pero ya no te gusta, si realmente te gustara no te hubieras limpiado los labios con la manga de la camisa después de que te besara.— Mis cachetes se calentaron volviéndose rojos, ¿ de verdad hice eso?

— Además Jungkook ahora me odia.— Susurré mientras jugueteaba con mis manos.

— ¿ Y te vas a quedar aquí parado sin hacer nada? Levanta ese culo y si realmente te gustó ese beso vete a hablar con él y a solucionarlo.— Nam me empujó mientras se reía, adoraba a mi hyung.

  

[...]


— Si intenta irse no deje que lo haga.— Le ordené a la bibliotecaria por quinta vez.

— Yo no puedo hacer eso.

— Por favor le llamas la atención por hacer ruido o algo.— Me estaba estresando esta mujer amargada.

— Nop.— Dijo con tono de burla.

— Tal vez con un poco de motivación...— Susurré para que solo me pudiera escuchar ella y arrastré diez euros para dárselos.

— Trato.—

Maldita bibliotecaria.

Nam y yo habíamos organizado esto para que pudiera hablar con Jungkook. Él venía siempre a la biblioteca asi que ahí estaría yo para poder hablar con él, pero como me esperaba Jungkook no quiso hablar conmigo e intentó huir, la primera fue detenido por la bibliotecaria gracias a la aportación de dinero que le di pero a la segunda escapó de aquel lugar sin problema dejándome totalmente dolorido viendo lo afectado que estaba él por lo que le habíamos hecho.

[...]

Me estaba volviendo loco y lo sabía perfectamente, todo por culpa de Jungkook, ese chico que no me había quitado de la cabeza ni un solo segundo. Joder era gay y esto no iba a acabar bien, ninguno de mis amigos seguiría siéndolo y... oh no... pobre de mí como se enterara mi familia, me desterrarían de los Kim's.

¿Por qué me tuvo que pasar esto a mí, por qué tuvo que aparecer Jungkook y hacerme dudar de mi sexualidad? Si no fuera por eso estaría siendo un feliz hetero con mi novia Jennie, esa misma novia a la que le había puesto los cuernos con... ¡ Un chico!  Definitivamente me estaba volviendo loco. Pero es que no me pude resistir a Jungkook, ese chico inocente con sus preciosos ojos marrones y un cuerpo perfectamente cuidado y por no hablar de su personalidad.

Joder, ahora no... el pantalón me empezó a apretar por la erección que se había formado por pensar en él. ¡ Lo que me faltaba!

Tenía que librarme de esto asi que desabroché mi pantalón y bajé mi boxer. Rodeé mi miembro y empecé a subir y a bajar mientras pensaba en aquel castaño del que no me libraba.

La puerta se abrió y alguien entró encontrándome a mitad de lo que estaba haciendo. Era Jennie.

— ¿Taehyung, pensando en mí?— Preguntó con un tono de voz seductor.— Si estabas desesperado solo tenías que llamarme.—

Pobre inocente... si ella supiera...

Y sí, me acosté con ella, tal vez fue por la frustración que llevaba encima por ser gay y tenía que desahogarme de alguna manera.
Cuando terminamos miré la hora y llegaba tarde a la fiesta de despedida de Hoseok. Cogí mi ropa a gran velocidad y me cambié rápidamente.

Cuando llegué la gente ya estaba bastante borracha, bailando y bebiendo sin parar. Me agobié al estar rodeado de tanta gente en una habitación.

Fue entonces cuando me quedé paralizado al ver aquella escena. Jungkook besando a una chica. ¿ Por qué estaba tan cabreado? Él tenía todo el derecho a liarse con quien quiera, no éramos absolutamente nada y pensar en eso fue lo que me dolió. Tal vez para él había sido un simple beso mientras para mí había sido tan increíble. ¿ Por qué mi cabreo iba aumentando? Dios mío yo tenía novia y me estoy quejando de que él se lie con una chica.

Jungkook se separó de ella y se dirigió hacia la ventana, era mi momento.

— ¿ Ahora te lías con chicas?— Dio un pequeño brinco y no me miró, ni siquiera quería ver con quién estaba hablando.

— Siempre lo he hecho.

— Pues yo soy la excepción entonces.— Jungkook se giró encontrándose con mis ojos

— Eso no debió de pasar.— Desvió la mirada y lo agradecí porque así no vió la cara de tristeza que me había provocado esa frase.

— ¿ Eso fue lo que significó para tí?

No podía aceptarlo, tuvo que ser algo para él.

— No significó nada.— No había comprobado que unas tres palabras podían romper el corazón de una persona hasta este momento.

Seoul University  -  VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora