Capítulo 2

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El corazón de la manzana que había comido minutos antes, descansaba sobre la mesita de luz. Mangel, que había entrado a mi habitación hacía ya varios minutos, estaba sentado a mi lado mirando un punto fijo de la pared. Y yo, simplemente esperaba a que Mangel hablase. Sin embargo, al ver que él no tenía intenciones de soltar palabra alguna, me vi obligada a hablar yo.

-¿Quieres que le pida una cita a la pared por ti o qué?- pregunté voltenado para así poder ver su rostro.

-¿Pero qué diceh, Emma? -preguntó confundido volviendo la vista hacia mí.

-Pues no lo sé, desde que has entrado lo único que haces es mirar la jodida pared -exclamé exasperada.

-¿Pero qué quiereh que haga?

-Mangel -le advertí-, tú sabes bien que quiero que hagas.

-¿Ah sí?-preguntó sarcásticamente.

-Mangel -dije seria- Dime por qué llegaste tan tarde -ordené como si me tratase de su madre o de su novia celosa.

-¡Es que no sé qué quiereh que te diga! ¡Me fui con una chica ayéh y me quede con ella! ¡Eso eh lo que pasó!- exclamó algo fastidiado. A él nunca la había gustado hablar mucho sobre chicas conmigo, y eso lo sabía, pero tenía que darme una buena razón para haberme dejado todo el día sola con Rubén.

-Eso ya lo sé, pero lo que quiero que me digas es que paso después -dije manteniendo una voz calmada.

-¿Despuéh de qué?-preguntó, esta vez, algo más calmado.

-Después de estar con aquella chica. ¿Me vas a decir que pasas todo el día con una chica después de follar con ella?-le pregunté con una pequeña risita.

-Bueno...-dijo rascándose la nuca y bajando la cabeza. Ahí fue cuando noté la incomodidad que sentía él al hablar de sus "intimidades" con su pequeña hermana. Porque claro, solo a mí se me ocurre preguntarle qué hizo o qué no hizo después de follar con una chica. Tomando en cuenta que esta persona era mi hermano y que él era muy reservando en ese aspecto conmigo.

-Está... está bien, Mangel. Si no quieres hablar de eso está bien -dije luego de unos minutos, en los cuales Mangel se había mantenido con la cabeza gacha- ¡Pero que no vuelva a pasar, eh!- le advertí señalándolo con mi dedo índice-. Que me preocupo mucho por ti.

-Vale -dijo alargando la "a" y levantando su cabeza para mirarme a la cara otra vez-. Graciah -dijo sonriendo.

-De nada, hombre -dije con una sonrisa y abrazándole, acción que él correspondió- Ahora vete, que tengo mucho sueño.-le ordené señalando la puerta. Él simplemente asintió y me beso en la mejilla. Acto seguido, se levantó de mi cama y salió de mi habitación cerrando la puerta tras de sí.

Suspire con una sonrisa de ternura, no puede ser que Mangel aún se sienta incomodo por hablar de sexo conmigo. Me parece muy tierno de su parte, pero hay veces que eso me molesta. Que lo haya hecho cuando era pequeña lo entendía, pero ahora, cuando ya los dos somos adultos, me parece algo estúpido.

***

La calidez del verano apenas se hacía presente. Mangel, que hace ya hacia bastante rato se había ido a su habitación, dormía plácidamente (o eso me daban a entender los ronquidos de la habitación contigua). Y Rubén, como no podía ser de otra manera, se encontraba molestando a todo ser que se posara a su alrededor. Ya que, minutos luego de haberme dispuesto a dormir, gritos desquiciados comenzaron a escucharse desde la habitación a mi derecha. 

Y es que no podía ser. ¿Qué necesidad de grabar en la noche? Él sabe más que nadie que me molesta. ¿A caso está intentando molestarme? Porque si es así, le está saliendo muy bien el plan. No entiendo cómo es que Mangel puede dormir tan bien mientras el idiota de su amigo grita como desquiciado. O sea, supongo que ya estará acostumbrado, pero aun así yo no lo entiendo.

¿Del odio al amor? [FanFic Rubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora