Capítulo 9

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Taras bañarme, me dirigí hacia mi habitación y me vestí pausada y tranquilamente, tomándome mi tiempo tanto en elegir como ponerme la ropa; no tenía ningún apuro, después de todo, eran aproximadamente las diez y media de la mañana y tenía todo el tiempo del mundo para vestirme y llegar a la tienda. Con aquella misma tranquilidad, me cepillé el cabello y los dientes minutos después de terminar de vestirme; me puse una crema hidratante en el rostro y procedí a maquillarme. Me delineé los parpados, pinté mis labios de un rojo no muy potente y finalicé mi maquillaje con un blush rosita en las mejillas.

Estoy lista.

Me dije mirando tanto mi maquillaje como mi atuendo, el cual se conformaba de unos jeans ceñidos y desgastados en las rodillas, de color azul, una playera que, tanto delante como detrás, tenía el logo de una anime que me encantaba, y por último, un zapatillas simples y negras que hacían juego con la camiseta que en aquél momento llevaba.

Me sentía bastante cómoda con lo que llevaba y, feliz por mi elección, me dirigí hacia el salón pronta para irme de allí. Sin embargo, minutos después, me sentí muy estúpida cuando, muy tarde recordé, que yo no sabía dónde podría haber algún mercado para comprar todo lo que necesitaba y ni tanto dinero tenía para permitirme gastar aquella cantidad en algo que, al fin y al cabo, no iba a ser ni para mi propia casa.

Y así, sintiéndome estúpida aún, me dirigí hacia la habitación de Mangel y lo desperté muy poco delicadamente golpeándolo con la libreta que había cogido minutos antes al disponerme a salir.

-Joder, Mangel, despiértate de una puta vez – exigí aun golpeándolo con la libreta y éste, bastante sobresaltado, abriólos ojos asustado.

­-¿¡Pero qué coño haceh muje'!? –exclama elevando el tono de voz Mangel a la vez que yo reía.

-Debemos ir a comprar –dije mientras dejaba de golpearlo con la libreta.

-¡Pueh ve! ¿¡Pa' qué me quiereh a mí!? –dijo volviendo a arroparse con sus mantas, aún fastidiado por mi manera de despertarle.

-No sé dónde es y necesito dinero, Mangel –dije sentándome sobre su cama –. Hace un día tan hermoso... -comenté en un murmuro mirando hacia la ventana de Mangel, la cual está abierta a medias.

-Jodeeeh... -suspiró fastidiado a la vez que refriega sus ojos con fatiga-. Ehtá bien, ehta bien, ya voy a levantarme ¿sí? Sal de aquí así me visto –decía mientras se levanta de la cama y se estira una vez fuera de ésta.

-Bueeeno, pero no te tardes, eh. Que quiero visitar un poco la ciudad y tal –digo saliendo por la puerta y cerrándola tras de mí.

Una vez fuera se escuchó un "Vaaale" proveniente de la habitación de Mangel. Y tras escuchar aquello, me dirigí hacia el salón y me senté en uno de los sofás, saqué mi móvil de uno de los bolcillos de mi pantalón y comencé a entretenerme un rato con él. Los minutos pasaban y yo ya me había aburrido con el móvil. Lo miré unos segundos más antes de guardarlo y en un microsegundo recordé: Amanda. No había hablado con ella desde que había llegado. Rápidamente, saqué mi móvil, lo desbloquee y comencé a escribir.

Yo: Amiiii, perdón por no haberte hablado anteeees >.<

Han pasado muchas cosas desde que he llegado y se me ha olvidáo' por completo, oye x(((

Luego hablamos por skype y te cuento tooodo lo que pasó hasta ahora, que no fue poco... :c

¡Te quiero puti!

Y tras escribir aquello, aún me sentía intranquila con la situación; no entendía por qué no me había hablado antes.

¿Y si se enojó por lo que le grité en la cafetería?

¿Del odio al amor? [FanFic Rubius]Where stories live. Discover now